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jueves, agosto 30, 2018

Cadena japonesa Miniso arriba con promesa de diseño y bajos precios

Fuente: Portafolio

Cadena japonesa Miniso arriba con promesa de diseño y bajos precios

El jueves abrirá dos tiendas en Bogotá, donde espera llegar a 15 puntos al final del 2018. El año entrante quiere sumar 80 locales.





Con apenas cinco años de fundada, está red de tiendas se ha convertido en un fenómeno comercial.


POR:
PORTAFOLIO
AGOSTO 27 DE 2018 - 10:05 P.M.


Miniso, la cadena japonesa de productos de diseño, arriba a Colombia. Aterriza con la meta de completar 15 tiendas este año en Bogotá, dos de las cuales serán inauguradas el jueves próximo: una en el centro comercial Titán Plaza y otra en la Zona T, en el norte de esta capital.

En el 2019 la firma espera sumar 80 locales, lo que implicará aperturas en otras ciudades como Medellín, Barranquilla y Cali. La idea es llegar a 200 en el 2020, aunque puede superar esas inauguraciones, como lo ha hecho en otros países.


El modelo de negocio de Miniso incursiona en Colombia de la mano del franquiciatario máster que tiene la operación en México.

La inversión inicial en las aperturas a tres años es de US$18 millones, sin contar con el inventario.

La cadena de comercio tiene apenas cinco años en el mundo y cuenta con más de 5.000 tiendas en 79 países. Estima que abre un centenar de tiendas al mes.

“La política de expansión es sumamente agresiva. El próximo año espera terminar con 7.000 locales y en el 2020, con 10.000”, explica César Medina, director de marketing Regional de Miniso.

A su juicio, la marca es un fenómeno, en primer lugar, porque el productos es el protagonista de la tienda ‘minidepartamental’, con una propuesta life style, con 22 categorías que evolucionan constantemente, con más de 5.000 referencias.

Las categorías van desde tecnología, pasando por hogar, cocina, fitness, moda y salud y belleza.

Toda esa gama cuenta en Miniso con una fórmula y es, justo, cuidar el diseño, la calidad y el precio favorable, según dice el ejecutivo.

“Logramos el love brand con nuestra marca. Además. Miniso Internacional se enfoca en la cantidad de producto que se vende con precios competitivos”, añade.

México fue el primer país del continente en recibirlos, 2016, y a la fecha operan allí 58 locales. Luego se instalaron en Canadá, Estados Unidos, Perú, Argentina y Brasil.

“Para nosotros, Colombia es uno de los países de life style y fast fashion más importantes de Latinoamérica, con una cantidad de habitantes bastante interesante, con una necesidad y con y una experiencia de consumo importante”, dice Medina.

Tanto en el ejercicio de compra como en calidad, la mezcla de productos no se parece en nada a lo que ya se conoce en el mercado, empezando porque todo lo que se exhibe para comercializar tiene la marca Miniso. “Esto, enfocado a que es un diseño japonés, relacionado con la cultura y con el cuidado de que los productos tengan un buen uso, lo que no pelea con el buen precio. Nos cobijamos en el concepto de consumo inteligente. Miniso tiene un equipo internacional de diseñadores industriales que siempre está trayendo, además de tendencias, nuevas tecnologías que las transforma en productos”, añade el vocero.

Cosméticos veganos traídos de Alemania, vajillas y utensilios de cocina con un caucho especial que mantiene la comida caliente y lámparas que, por su diseño, han ganado premios internacionales, son algunas novedades para el cliente colombiano.

Miniso hace una feria y consulta a cada país las expectativas en materia de productos.

“Al final, podemos decir que es una boutique con concepto y con productos de tendencia”, concluye el directivo. Añade que allí se puede encontrar un sartén con la tecnología de punta, pero con una estética de tendencia.

“En Colombia se hizo un estudio sobre el mercado y quedé sorprendido porque los precios son bastante altos y no cuentan con el mix de productos que traemos”, anota Medina.

A su juicio, la marca exige una logística tan importante que cuenta con centros de distribución para obtener la agilidad en la llegada a los diferentes países, según las necesidades.

La oferta es de diseño japonés y la manufactura es internacional. El 70% proviene de China y el resto es de países como Vietnam, Australia y Alemania.

Parte de la estrategia de producto de la cadena tiene que ver con las licencias. La primera que traerá la operación en Colombia es Pink Panther. Esto significa que hasta los artículos que se comercialicen bajo licencias estará identificados con la marca propia.

Igualmente, en materia de fragancias, Miniso ha tenido detrás a la reconocida marca Carolina Herrera, y para sus parlantes, ha estado la afamada Bosé. Respecto al consumidor al que espera atraer la nueva cadena que llega al país, César Medina describe principalmente al millennial, entre los 18 y 38 años, principalmente mujeres.

“Sin embargo, la gama de productos que nosotros manejamos es tan vasta que puede llegar a todos los segmentos y estratos socioeconómicos , gracias al costo-beneficio”.

De hecho, el 40% de su oferta es a $8.900, pero en general los precios oscilan entre $5.900 y $190.000.

Medina reconoce que es un riesgo que el colombiano en su tarea de conocimiento de la cadena, cuestione la calidad en medio de precios tan bajos, pero advierte que es una tarea de mercadeo hacer que luego de que el ‘look’ de la tienda guste y se supere la barrera de uso, el cliente se convenza de que vale la pena regresar. “Miniso reta a la gente”, comenta.

En menos de tres meses (lo que lleva establecida en redes sociales), la operación colombiana tiene más 32.000 seguidores. Igualmente, se prepara con una inversión alta para ganar penetración de mercado con una agresiva campaña publicitaria.

La compañía no contempla todavía una oferta virtual.

A nivel internacional, ha tomado la decisión de fortalecerse primero en el campo logístico con el fin de crear centros de distribución, con el fin de garantizar la suficiente presencia de productos en sus tiendas. “Creemos que la experiencia en el piso de venta es sumamente fuerte, y nos ha funcionado”.

congom@portafolio.co

martes, septiembre 05, 2017

Sistemas de compromiso y Diseño de Experiencia de Usuario | Geoffrey Moore | pulso | LinkedIn

Sistemas de compromiso y Diseño de Experiencia de Usuario | Geoffrey Moore | pulso | LinkedIn





Ahora estamos bien en la década de los sistemas de intervención. Empresas de todos los ámbitos de la vida están despertando a un mundo en el que sus componentes son digitalmente armado y peligroso, y que están modernizando sus sistemas de cara al mercado para aprovechar estos criterios de valoración nuevo poder. El paisaje de oportunidad es inmensa, ya que hay bolsillos de valor atrapado en todas partes que las interacciones digitales pueden liberar. De hecho, la mayoría de los CIO se encuentran rodeados por la oportunidad insuperable, por lo que las preguntas reales son, por dónde empezar o qué hacer a continuación?
Aquí la clave es replantear nuestra visión del paisaje en términos de momentos de compromiso. Se puede pensar en estos como pequeños hitos en los trayectos de los clientes que están tratando de diseñar. Cuáles marcan los puntos de inflexión clave en esos viajes? ¿Cuáles son sus momentos de verdad?
Para llegar a estas preguntas, la disciplina para abrazar se llama pensamiento de diseño. Representa un enfoque sistemático para la observación de sus clientes con gran detalle, ya que interactúan con sus sistemas, viendo donde los pequeños fallos que se interrumpen el flujo o distraerlos de la meta, y con lo que esas observaciones al equipo para el rediseño y reingeniería. Diseñador de experiencia de usuario es la nueva descripción de trabajo para aquellos que llevan estos esfuerzos, pero no se equivoque, es una “sabiduría de las masas” de colaboración en lugar de un acto aislado del genio que los puestos de la mayor cantidad de éxitos.
Así que la receta que es, en primer lugar, el trabajo con el lado de la línea de negocio de la casa para identificar los momentos de misión crítica de compromiso, a continuación, aplicar el diseño pensando en esos momentos para ver cómo pueden ser mejor reingeniería, y luego liberar la cámara digital perros en esos momentos.
Eso es lo que pienso. ¿Qué piensas?

lunes, noviembre 16, 2015

Por qué el diseño influye en el éxito de los productos según la neurociencia

Por qué el diseño influye en el éxito de los productos según la neurociencia



Las decisiones asociadas al diseño las toma el subconsciente

Por qué el diseño influye en el éxito de los productos según la neurociencia





El diseño de los productos no es una cuestión baladí, no es un elemento para determinar sin más cuál es más bonito o más feo o cuál más o menos agradable. El diseño es una herramienta muy poderosa para llegar a los consumidores y una con la que las marcas tienen que jugar si quieren sacar el mayor provecho posible a los elementos que presentan a sus potenciales clientes.

El diseño funciona como una herramienta que ayuda a resaltar las características más destacables del producto, que aporta diferentes valores añadidos (ahí están, por ejemplo, las marcas que logran que sus productos parezcan más lujosos o más exclusivos jugando con diferentes colores y tipografías a la hora de crear el packaging) o que hace que el producto destaque en medio de una avalancha de productos semejantes.

Pero no solo puede funcionar a estos niveles: el diseño también tiene un efecto mucho menos controlable por parte del consumidor, uno que actúa a unos niveles mucho más primarios. La neurociencia ha demostrado cómo el diseño puede cambiar de forma notable la percepción que el consumidor tienen de las cosas.

Como acaba de explicar Vicky Bullen, CEO de la agencia de diseño Coley Porter Bell, y tal y como recoge Warc, la neurociencia puede ayudar a las marcas a crear identidades visuales más fuertes y más sólidas que destaquen de forma más llamativa en un mundo en el que cada vez los consumidores están más expuestos a mensajes visuales.

Los consumidores están 'programados' para descifrar los mensajes visuales. De hecho, según defiende Bullen, el cerebro de los seres humanos está programado para desentrañar estos mensajes y comunicarse empleándolos, de una forma más rápida que la escritura. Las imágenes son por tanto el elemento principal del pensamiento. Según la experta, el 90% de todo lo que se procesa de forma automática por el cerebro humano son elementos visuales que simplemente se han visto de forma contextual.Y esto es lo que hace que apostar por el diseño sea tan importante.

Las decisiones asociadas al diseño las toma el subconsciente

Esta realidad hace que el diseño tenga un efecto sobre el consumidor que funciona a un nivel mucho menos racional que otros elementos. Como señala la experta, "el gran diseño tiene el poder de persuadir e influir la toma de decisiones, casi de forma insconciente". Si es el cerebro en automático quien procesa esa información, no habrá barreras que frenen la asimilación del mensaje y de los elementos que quiere transmitir.

Los consumidores aprenden por asociación

Una de las maneras de lograr esos objetivos está en hacer que el diseño comulgue con ciertos elementos sobre cómo funciona el cerebro humano. Uno de ellos es el hecho de que se aprende por asociación. Cuando se ve una cosa que recuerda a otra, la segunda se asocia con la primera. Si se escogen bien las asociaciones creadas, se puede tener la mitad del camino hecho ya que los consumidores simplemente harán un intercambio de lo que saben de un lado al otro.

Uno de los ejemplos que da la experta para poder comprender esta realidad es el de las campañas de Virgin Atlantic. La aerolínea emplea géneros cinematográficos para crear los pósters son los que promociona sus nuevos destinos, lo que hace que los consumidores asocien a esos destinos lo que ya han interiorizado - tras décadas de ver cine - a esas películas.

Los valores de la imagen son los valores de la marca

No es el único elemento en juego. No solo hay que jugar con el significado sino también con el significante. Así, el estilo del diseño o hasta el diseñador asociado a los mismos hará que los consumidores asocien lo que están viendo con ciertos valores, lo que hace que se haga un trasvase entre los valores de la imagen y los valores de la marca.

Un ejemplo claro y muy cercano es el boom que hubo hace unos años con los diseños de Jordi Labanda. Sus ilustraciones se hicieron muy populares hace unos años y se asociaron rápidamente con ciertos valores, como el ser modernas. Las marcas empezaron a incluirlas prácticamente en cualquier parte en un intento de lograr que los valores asociados a ellas se asociasen a sus productos.