lunes, julio 07, 2008

Venezuela: ¿espejismo o realidad?

CRECEN ENVÍOS DE TEXTILES (Desde Perú)

LAS EXPORTACIONES AL PAÍS LLANERO MUESTRAN SORPRENDENTES CIFRAS DE CRECIMIENTO Y TODOS SE PREGUNTAN SI SERÁN SOSTENIBLES EN EL TIEMPO

Por Azucena León Torres

En lo que va del año (a mayo), cinco empresas nuevas pasaron a formar parte del ránking de las primeras 50 exportadoras textiles que elabora mensualmente la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (Cómex). La noticia pasaría desapercibida si no fuera por dos detalles que llaman la atención: las nuevas compañías fueron creadas con el único objetivo de abastecer a Venezuela y la composición del ránking empieza a mostrar importantes cambios.

Así, las empresas que exportan principalmente a EE.UU. han ido descendiendo en posiciones para ser reemplazadas por aquellas que exportan al país llanero. El caso más saltante es el de Topy Top, que de encabezar por varios años consecutivos el ránking pasó a ubicarse en un segundo lugar. Su empresa vinculada, Trading Fashion Line (dedicada al comercio minorista), y que hasta mayo del año pasado figuraba en el puesto 20 de la lista, se consolidó en el cuarto lugar, al registrar un crecimiento de 400% en los últimos 12 meses.

Esta importante expansión en las exportaciones a Venezuela es el reflejo de una tendencia que se viene registrando desde el 2004 y que desde hace año y medio se ha agudizado. Tanto así que está contribuyendo a reducir la brecha con respecto al principal destino de los textiles peruanos: EE. UU.

¿Pero son las exportaciones a Venezuela una oportunidad real y sostenible en el tiempo o será, más bien, que estamos gozando de una fiesta que puede acabarse en cualquier momento?

ABRIENDO CAMINO
La llegada de los confeccionistas peruanos al mercado venezolano responde a diversos factores. Por un lado tenemos el ingreso a Caracas de los hermanos Flores, quienes al introducir su formato de tiendas y marcas propias, despertaron el interés de muchos empresarios locales. "Cuando abrieron sus primeras tiendas Topitop, les empezó a ir muy bien y eso hizo que muchos los imitaran y se animaran a ingresar a ese mercado, no con cadenas propias pero sí a través de terceros", explica Pedro Gamio, presidente del Comité de Confecciones de ÁDEX.

Pero también tuvo mucho que ver el arribo al Perú de un grupo de empresarios venezolanos, que se trasladó hasta Gamarra para comprar todo tipo de prendas de vestir, con el objetivo de exportarlas a su país. "Colombia, principal proveedor de Venezuela, empezaba a disminuir sus exportaciones a ese mercado y muchos compradores fueron a Gamarra para comprar colecciones completas, y es así como poco a poco hemos ido reemplazado a los colombianos" comenta José Luis Peroni, gerente de la Sociedad Nacional de Industrias.

A todo esto también habría que sumar el entusiasmo que generó la firma del tratado de libre comercio con EE.UU. Y es que según Isabel Segura, gerenta de manufacturas de ÁDEX, esa coyuntura fue definitiva para que los exportadores peruanos empezaran a diversificar sus mercados. "La aprobación del TLC empezó a dilatarse y muchos empezaron a mirar con mayor interés otros mercados", agregó.

EL FACTOR CHÁVEZ
Si bien es cierto que Venezuela se ha mostrado, al menos en el último año y medio, como una alternativa interesante para los exportadores, también es necesario tener en cuenta los riesgos que presenta estar en este mercado y que hoy parecen asomarse con mayor fuerza.

Diógenes Alva, presidente de la Coordinadora de Empresarios de Gamarra, cuenta que desde hace dos meses están registrando problemas de pago con sus clientes. "Hasta hace poco tiempo todo iba muy bien, pero ahora los embaladores (que se encargan de comprar y acopiar mercadería a los pequeños empresarios para luego exportarla a Venezuela) nos han empezado a retrasar los pagos porque el Gobierno Venezolano ha empezado a controlar la salida de divisas", se lamenta.

Y es que si bien el dólar Cadivi (por el nombre de la institución que aprueba su uso para comparar bienes importados) era una ventaja para todo exportador que aterrizaba en Venezuela, (pues aunque el Gobierno les fijara un precio siempre había posibilidad de venderlo a uno mayor en el mercado negro), pero desde que Hugo Chávez decidió restringir su salida, esta ya no lo es tanto. "Ahora los dólares no pueden salir así nomás, para ello se requiere presentar ciertos tipos de papeles", agrega Peroni. Aunque aclara que esta situación no afecta aún a todos los exportadores.

Pero al tema del retraso en los pagos, hay que sumarle la volatilidad que tiene el precio del petróleo, la incertidumbre en la política económica e incluso la salida de Venezuela de la CAN, que dejaría a los exportadores peruanos sin beneficios arancelarios en un plazo de tres años. Sobre los dos primeros temas, Guillermo Arbe, gerente de estudios económicos del Scotiabank, indica que Venezuela tiene "la enfermedad holandesa", porque vive y depende de los altos precios del petróleo. "El otro tema es la incertidumbre en la política económica, Venezuela no tiene instituciones completamente independientes, lo que hace que el Gobierno pueda hacer y deshacer como mejor le parezca, lo cual genera incertidumbre", agrega.

Y en cuanto a los beneficios arancelarios, para los empresarios este es un escenario lejano que ni siquiera está siendo considerado. Aunque Pedro Gamio, de ÁDEX, no cree que el Perú se desligue de la CAN para firmar un TLC con la Unión Europea (para algunos la única salida ante la negativa de Bolivia de aceptar modificaciones a la normativa andina sobre propiedad intelectual), agrega que en un futuro no tan lejano debería barajarse la posibilidad de coordinar un acuerdo bilateral con Venezuela.

MORALEJAS
Aunque los riesgos saltan a la vista, Arbe considera que Venezuela sí podría convertirse en una alternativa real en el tiempo. "El riesgo que existe ahí podría compensarse con el alto precio que continuará registrando el petróleo, pues eso asegura que la demanda interna de ese país continuará mostrándose bastante robusta", agrega el economista.

Julio Contreras, gerente general de la minorista Topitop, también la tiene clara. "Si estás presente en toda la cadena vertical del negocio (el diseño, la producción y la venta), este es absolutamente sostenible en el largo plazo; de eso no hay dudas. Si no es así, es claro que tendrás problemas", afirma.

Otro factor que contribuye a verlo como una verdadera opción--agrega Gamio-- es que el venezolano es altamente consumista, sabe de moda, reconoce la calidad del producto peruano y demanda colecciones prácticamente a lo largo de todo el año. Si bien es cierto que Venezuela empieza a convertirse en una alternativa real, los exportadores deben poner mayor énfasis en planificar su ingreso, en paralelo, a otras plazas --como podrían ser las de Colombia, México y Brasil-- para no repetir la mala experiencia que les dejó el hecho de haber estado concentrados tanto tiempo en el mercado estadounidense.

Fuente: Suplemento Día_1 Diario El Comercio Lunes, 7 de julio 2008



Ignacio Gómez Escobar
ESTRATEGA EN MERCADEO
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