Buscan financiar así directamente a sus clientes para que no decaiga el ritmo de ventas
Financiar a sus propios clientes se convirtió en la mejor manera que encontraron las grandes cadenas de supermercados y shopping centers para asegurar la expansión del consumo, ante las primeras señales de desaceleración de las ventas.
Si bien no hay datos consolidados de la industria, las ventas con las tarjetas propias de los grandes minoristas ya representan hasta el 10% de la facturación de las cadenas y en el sector esperan un fuerte crecimiento para este año.
Consultados por LA NACION, los responsables de las divisiones financieras de empresas como Carrefour, Falabella, Disco, Jumbo y Easy coincidieron en destacar el papel que juegan en la recuperación de sus ventas este tipo de plásticos, que se consiguen con muy pocos requisitos y que constituyen la principal opción de financiamiento para los clientes no bancarizados.
La cadena francesa Carrefour, pionera en esta estrategia de venta, fundó en 1998 un banco de servicios financieros para clientes en todo el mundo. Desde entonces, no paró de crecer. Primero se otorgaban pagarés de compra, luego vino la tarjeta y los préstamos personales. Ahora, hasta estudian recibir depósitos para expandir el negocio.
El responsable de la entidad financiera de Carrefour, Daniel Villalpando, dijo que su incursión en el rubro se inició como una manera de financiar compras en cuotas, pero ya se convirtió en un área de negocios importante en la "tienda" -tal como denominan a sus comercios.
Según reconoció, el "gran salto" se dio en 2004, y se remitió a las últimas cifras para dar cuenta del crecimiento del sector que lidera: hasta enero de 2007 habían extendido 361.000 tarjetas; un año después, medio millón de argentinos tenían el plástico de la firma. El crecimiento del último año fue del 39 por ciento.
Además, se expanden los préstamos personales de la compañía para quienes eligen comprar en otros comercios. Hay 22.000 créditos en stock, de un promedio de $ 4000, informó Villalpando.
Por otra parte, la empresa quiere ampliar la apuesta: ya estudia empezar a captar depósitos y así completar la rueda de todo banco.
"Las posibilidades de expansión son muchas, porque es una oportunidad importante de crédito para personas no bancarizadas, pero que tienen poder de compra", dijo el responsable de finanzas de Carrefour.
También en el mismo rubro, la tarjeta Más, se extiende a toda prisa en los locales de las cadenas del grupo Cencosud: Disco, Jumbo, Easy y Súper Vea.
Según explican en el grupo, el balance de 2007 superó los objetivos. Hoy tienen activas 200.000 tarjetas Más y se generaron consumos por $ 100 millones, un 10% de las ventas de estas cadenas. Este año, en tanto, prevén duplicar el stock de plásticos y multiplicar nada menos que por diez sus ingresos por esta vía, de manera de alcanzar los $ 1000 millones en ventas.
¿El secreto de este crecimiento? "Es muy fácil de acceder", promocionaron en la compañía. Y se explayaron: el cliente sólo debe presentar su documento de identidad y completar la solicitud que servirá para la evaluación crediticia. "Es una oportunidad interesante para los clientes no bancarizados y con dificultad para obtener crédito", consideraron en Cencosud.
Expansión minorista
En Falabella, con experiencia desde 1993 en la Argentina, también señalaron niveles récords de crecimiento. Los últimos tres años la tarjeta CMR se expandió a un ritmo del 30 por ciento anual y ya cuenta con más de 900.000 clientes activos.
Para hacer frente a la demanda, la cadena incrementó la planta de personal abocada al área y son 600 los empleados que se dedican a financiar ventas en Falabella.
También Tarjeta Shopping (Tarshop) y la TCI de supermercados Coto están entre las de mayor expansión.
En el primero de los casos, se trata de una tarjeta de compra y de crédito nacida en 1996, que tuvo una expansión muy importante en los últimos años: actualmente, hay más de 400.000 plásticos en el mercado. Esta tarjeta, que surgió en Alto Avellaneda Shopping y se extendió a otros centros comerciales, conquistó segmentos de clientes de la base de la pirámide de consumidores.
La TCI de supermercados Coto, surgida a fines de 2005, también está entre las tarjetas estrella. La empresa pasó rápidamente a tener 140.000 plásticos emitidos, con expectativas de triplicar el número de clientes activos en un año.
Por este motivo, el supermercado de Alfredo Coto tuvo que reestructurarse: contrataron personal en la división financiera y diseñaron planes de expansión, que incluyeron el lanzamiento de fideicomisos para fondear la tarjeta TCI.
Por Verónica Dema
De la Redacción de LA NACION
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