La resistencia de los tenderos de Neiva frente a la competencia de grandes superficies
Por Heber Zabaleta
-4 Octubre, 2018
Estudiantes de UNIMINUTO Neiva presentan resultados de investigación sobre la nueva dinámica de la economía en la ciudad.
Por: Eliana Brigith Agudelo Urriago
Andrea del Pilar Castaño Ortiz
Materia de economía y globalización
En los últimos años los tenderos de la ciudad de Neiva han visto cómo arriban a la ciudad grandes superficies que impactan en sus negocios de barrio. Algunos de estos comerciantes por imposibilidad de competir cerraron sus tiendas y otros optaron por diversificar sus negocios para poder enfrentar esta nueva dinámica de la economía en la ciudad.
En la capital del Huila como en muchas otras pequeñas ciudades del país, se presenta el crecimiento de grandes supermercados que abren sedes en los barrios como son el Éxito Vecino y la tienda Olímpica. Sumado a esto llegan superficies con precios bajos que se extienden por toda la ciudad, tal es el caso de la Mercadería Justo & Bueno y el supermercado Popular.
Frente a esta situación, los pequeños empresarios que tienen tiendas de barrio tienen que hacer muchas estrategias para salir adelante. Este tipo de economía popular de tienda de barrio, fuera de ser el punto de encuentro de la gente es también la posibilidad de subsistencia de muchas familias. Sin embargo, sufren un retroceso ante la presencia de superficies como la Mercadería Justo & Bueno. Ésta ha captado un gran número de clientes, ya que ofrece productos a bajo precio, esto les permite a atraer un porcentaje importante de consumidores en los diferentes territorios del país a donde llegan para satisfacer las necesidades económicas de la canasta familiar.
Esta Mercadería tiene un crecimiento potencial, en todo el país hay más de 450 sedes, según información de la página oficial. En el medio El Portafolio se destaca que los dueños eran socios de las tiendas D1, una red de supermercados de similar condición donde el accionista principal es Valorem, del Grupo Santo Domingo, “Mientas que Justo & Bueno tiene el respaldo de un grupo de inversionistas, algunos de los cuales hicieron parte de la creación de D1, pero que se distanciaron y crearon su propia empresa bajo el nombre de Mercadería SAS, matriz de Justo & Bueno”, se puntualiza en el Portafolio.
Justo & Bueno ha impactado la economía local y las tiendas de barrio, pese a que aseguren que no buscan competir contra las tiendas, su lógica de negocio si genera efectos en la economía de los tenderos. La estrategia de esta superficie es lo que denominan tiendas de conveniencia, lo que buscan es crear vínculos de cercanía con los consumidores, es decir hacer apertura en los barrios, cerca de los hogares. Detrás de este negocio hay grandes inversiones, lideradas por el grupo Santo Domingo y otros fueres capitales que tiene como propósito abarcar gran parte del país.
La realidad de los tenderos
La ciudad de Neiva no es la excepción, en el año 2017 se dio apertura a la primera tienda de Justo & Bueno en la ciudad, y ya hay más de cinco tiendas diferentes zonas, cubriendo todos los puntos cardinales. Una de las más recientes se instaló a mediados de abril de 2018 y se ubicó en la Comuna Diez. En un establecimiento como a manera de una bodega, sin muchos empleados y con marcas poco conocidas, algo propio de su formato de cadenas de descuento
En el reporte del último censo realizado por Fenalco Seccional Huila se arrojó que la ciudad tiene aproximadamente 2.600 tiendas. Sin embargo, frente a el crecimiento de estas superficies en las zonas barriales, las tradicionales tiendas de las comunas se ven amenazadas. Según datos de Fenalco Huila, entre agosto de 2016 a agosto de 2017 cerraron en la ciudad alrededor de 450 tiendas de barrio, entre las comunas más impactadas está la 10, zona donde se instaló un nuevo punto de Justo & Bueno.
La amenaza que enfrentan los tenderos es por la cercanía que tienen estas superficies con la población de todos los estratos, principalmente de escasos recursos. Esa participación potencial en la cadena de comercialización, hace que todas las marcas se vean con muy buenos ojos ante el consumidor gracias a sus bajos precios y una oportunidad para poder realizar posicionamiento de sus productos dentro de una expansión de compradores.
En la capital Opita todavía hay barrios en los que Mercadería Justo & Bueno, no hace presencia, sin embargo, tenderos cercanos a este almacén están atentos para solventar la competencia silenciosa que sea implantado en una nueva economía de mercados baratos.
“Aunque creo que Justo & Bueno le compite directamente a grandes superficies, si he visto como se disminuyen las ventas. El precio de los productos es más económico y eso nos afecta. Cómo cobrarle a un cliente una libra de arroz en $1.600 cuando ellos la venden a $1.000” dijo Fernando Gómez, propietario de una tienda en el Barrio las Palmas.
Estrategias para competir
Como no pueden competir en precios, algunos tenderos se las han ingeniado para ganar ventas en aquello que Justo & Bueno no tiene, así afirmó Enrique Flórez, un vendedor de verduras y frutas: “Toca mirar cómo cambiar el negocio, así no me ha visto afectado muy poco, pero sé que por precios no se le puede competir a esos almacenes”.
Para todo no es mala la existencia de esta cadena de mercado, algunos consumidores como Patricia Ramírez ven con buenos ojos la llegada, “creo que la cadena no es una competencia para las tiendas de barrio. Es competencia para las grandes zonas. Además venden productos nacionales, de buena calidad y a buenos precios. No gastan en publicidad, en bolsas, Creo que es competencia y eso es bueno para el consumidor, más de a dónde ir”.
Frente a este panorama la directora ejecutiva de Fenalco Seccional Huila, Andrea del Pilar Bautista, manifestó en medios de comunicación que este tipo de modelo de economía por medio de tiendas de descuento duro, de alguna manera genera competencia desleal, “frente a unos precios supremamente bajos puesto que afecta directamente a los pequeños tenderos, que tienen que lidiar todos los días con el pago de impuestos y demás gastos que le sumen a su negocio”. El llamado que hace Bautista es apoyar la economía local, así mismo manifiesta que los tenderos deben reaccionar buscando mejores precios, propiciando competencia por medio de ofertas y descuentos.
Si bien los tenderos de barrio han diversificado sus productos y generando ofertas que le permiten mantener la cercanía vecinal, las posibilidades para una competencia contra estas superficies es difícil. “En precios no podemos competir, pues no tenemos los grandes capitales que manejan estas plataformas y no podemos ofrecer a bajo precio porque perdemos, y esto es un negocio familiar”, puntualizó la señora Julia Bermúdez de la comuna 10. En este sentido, enfrentar la competencia es difícil, ya que los tenderos no pueden generar mayores descuentos y más productos, puesto que sus proveedores manejan precios más altos en comparación a las cadenas de estas mercadería que comprar los productos a menos precios gracias a las cantidad innumerables que adquieren o porque producen sus propias marcas.
Para los tenderos es poco comprensible poder dar descuentos o promociones debido a que muchos de ellos solo surten lo necesario para abastecer los negocios, a diferencia que las cadenas de mercado grandes que adquieren gran número de productos a bajos precios permitiéndoles brindar a los consumidores lo que hoy se ve con las mercaderías de Justo & Bueno.
Bajo este panorama la Cámara de Comercio de Neiva desarrolla el Programa de Fortalecimiento Empresarial a Tenderos en la ciudad. El programa de formación académica, contempla fortalecer la capacidad de autogestión y el mejoramiento en el nivel de competitividad, el cual asegurará un desarrollo sostenido de las tiendas de barrio. “La Cámara de Comercio vienen planteando capacitaciones empresariales por la amenaza que tienen los tenderos de desaparecer con las nuevas plataformas y grandes supermercados que han llegado y siguen llegando a la ciudad. Las cuales profundizan en cada una de las áreas, vinculadas a las tendencias actuales de un mundo globalizado, acompañado de una adecuada gestión administrativa, financiera, de mercadotecnia, buenas prácticas de higiene, entre otras, que se convierten en básicas para el mejoramiento de la competitividad de los negocios, logrando en el tiempo empresas productivas y competitivas”, manifestó Karina Andrea Montealegre, Directora de Fortalecimiento Empresarial de la Cámara de Comercio de Neiva.
En consecuencia, el apoyo continúo a la economía local de las tiendas de barrio es fundamental para que este tipo negocio barrial siga representando una alternativa productiva para muchas familias que por años han ayudado a satisfacer las necesidades del consumidor en la canasta familiar. Mientras tanto los tenderos siguen buscando alternativas para resistir en esta nueva economía.