Australia se ha estado beneficiando de la demanda china por sus materias primas.
El ministro de Recursos de Australia, Martin Ferguson, causó un gran revuelo al afirmar que el auge de la minería en su país, uno de los principales impulsores de su crecimiento económico, "se terminó".
Reconoció que el estado de la economía global ha reducido la demanda por los minerales australianos, provoncado una caída en los precios de las materias primas.
Pero esos precios no han bajado solamente en Australia.
Han caído en todo el mundo, aparentemente porque el crecimiento económico chino comenzó finalmente a disminuir.
Eso se debe en parte a que la demanda europea por sus productos ha aminorado. China ha empezado a producir menos de esos bienes y necesita cantidades más pequeñas de materias primas como hierro, cobre, cinc y oro para eso.
¿Será que la afirmación de Ferguson sobre los productos básicos australianos también es cierta para el mercado global?
Sale el dragón
¿Ha pensado con cuánta frecuencia ve la etiqueta "Made in China" en sus juguetes, teléfonos, prendas de vestir y paquetes de alimentos?
Para lograr ese volumen de productos que silenciosamente dominan nuestras vidas, China ha absorbido cantidad de materias primas del mundo.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en 2010 China consumió 40% de los metales básicos del planeta -aluminio, cobre, plomo, estaño, cinc o níquel, todos ampliamente usados en la manufactura de los dispositivos tecnológicos y bienes que usamos todos los días- y 23% del suministro mundial de cultivos agrícolas como trigo y maíz.
Para construir las ciudades, carreteras, puertos y fábricas necesarias para producir todo eso, China organizó un auge de la construcción, elevando aún más su necesidad de materias primas.
Pero los chinos han decidido que es tiempo de que su economía se aleje de esa práctica.
Thomas Helbling, un director de investigación del FMI, dijo que el más reciente plan chino de crecimiento quinquenal "se esfuerza por cambiar el impulso de la economía de la inversión al consumo".
En otras palabras, quiere dejar de emplear dinero para importar materias primas y construir infraestructura, para enfocarse en vender productos y servicios a su creciente clase media.
Cambio y maduración
¿Una desaceleración global?
Canadá acaba de empezar a experimentar un decrecimiento en la demanda de China, uno de sus más grandes clientes de materias primas, por su oro, cobre, níquel y productos agrícolas.
Y Rusia, que depende mucho de sus ingresos por las exportaciones de petróleo y gas -y flamante miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC)- podría tener un problema si la desaceleración china significa una reducción permanente en la demanda.
"Probablemente la OMC se vea empequeñecida por lo que ocurrirá con los precios de las materias primas a raíz de lo que está pasando en China", dijo John-Paul Smith, director de estrategia de capital emergente del Deutsche Bank, al hablar de las perspectivas rusas.
"Eso, especialmente si se toma en cuenta que la economía de China está entrando en una desaceleración estructural, más que cíclica".
Los inversionistas brasileños también desean ahora fondos sin exposición a materias primas duras.
Creen que los precios de las materias primas están entrando en un estado permanentemente menos frenético conforme madura la economía china.
Gilberto Nagai, director de inversiones de capital de Brasil en el grupo bancario brasileño Itau, dijo a la agencia de noticias Reuters que "parte de eso es la visión de que China está transformándose en una economía impulsada por los servicios", que podría conducir a una declinación en su demanda de materias primas.
Conforme China compra menos materias primas, el efecto de su posición dominante se hace aparente y los precios globales bajan.
Eso tiene un impacto en todas las economías, como sugirió el ministro australiano.
Recientemente, los gigantes mineros australianos decepcionaron a los políticos del país. BHP Billiton anunció que dejaría en suspenso su proyecto de extensión de la Represa Olímpica, supuestamente valorizado en US$30.000 millones, que esperaba crear 25.000 empleos en el sur de Australia.
Algunos pensaron que la decisión de BHP Billiton es una prueba de que el cambio en las expectativas de crecimiento en China está empezando a impactar la demanda global y a otras economías como un todo.
Y, al haber estado protegida de la recesión global gracias a su auge minero, los australianos no quieren saber de una amenaza sobre ese auge.
Pero BHP Billiton piensa que la decreciente demanda de materias primas se estabilizará en 2013.
Ruchir Sharma, jefe de capital de mercados globales emergentes en Morgan Stanley, dijo a la BBC que la economía china simplemente está madurando, pero los precios más bajos de las materias primas resultantes podrían ser beneficiosos para los mercados emergentes.
"China se está moviendo hacia una trayectoria de crecimiento mucho más baja", indicó Sharma.
"Está madurando, como Japón en la década de 1970, Corea del Sur en la de 1980 y Taiwán en la de 1990.
"Se hizo tan grande como para crecer tan rápidamente, y su intensidad con las materias primas ha aminorado".
Sharma cree que los precios más bajos de las materias primas beneficiarían a muchos países en desarrollo como Turquía e India, e incluso a países desarrollados, incluido Estados Unidos.
Y afirma que, para él es más probable que el precio del petróleo baje en lugar de seguir subiendo. "Si la desaceleración de China es manejada correctamente, todo estará bien".
Oferta y demanda
Según un especialista, la economía china está "madurando".
Algo que ha mantenido altos los precios de las materias primas es la falta de abastecimiento para enfrentar un enorme crecimiento de la demanda.
Ésta fue impulsada por el crecimiento estelar de China, ya que se convirtió en un importante productor de teléfonos celulares y camisetas baratas que usamos a diario.
Los negocios de materias primas en todo el mundo han crecido rápidamente por detrás de esa demanda, haciendo inversiones en minas, exploración petrolera y el aumento de la producción de frijoles de soya en Brasil, entre otras cosas.
Pero esas inversiones suelen tomar tiempo en rendir frutos.
Así, las compañías de materias primas como BHP Billiton están decidiendo ahora que la reducida demanda de sus productos en China dificulta más justificar invertir en aquellos proyectos por el momento.
Jim Rodgers, cofundador con George Soros de la Fundación Quantum, señaló a la BBC que una carencia de agricultores jugó un papel protagónico en un reciente aumento en los precios de los alimentos: granos, maíz y soya son componentes críticos de la cadena de suministro de alimentos.
"El factor determinante principal en las materias primas es la oferta y la demanda", afirmó Rodgers. "Nos estamos quedando sin agricultores porque nadie se ha dedicado a la agricultura en los últimos 30 años".
EE.UU., Francia y México han dicho que podrían convocar a una reunión de emergencia a fines de agosto para tratar el alto precio de los granos.
Pero Rodgers no cree que los precios de las materias primas bajarán. "No veo ninguna nueva oferta significativa para llevar este mercado alcista a su fin" indicó.