How the cost of living crisis is changing food and drink habits | Promotional Feature | The Grocer
FUNCIONES PROMOCIONALES
Cómo la crisis del costo de vida está cambiando los hábitos de comida y bebida
Este contenido es proporcionado por Bray Leino 25 de agosto de 2022
Menos golosinas, compras y el regreso de los comportamientos pandémicos son solo algunos de los impactos de la crisis del costo de vida. Lea el informe completo para obtener más información.
A menos que haya estado viviendo bajo una roca, sin pagar alquiler y sin servicios públicos, la crisis del costo de vida es muy grande.
Y aunque no hay escasez de atención de los medios, mucho se centra en los números, ya sea en torno al tope del precio de la energía, la falta de crecimiento de los salarios o la alta inflación.
Si bien estos factores macroeconómicos impactan a las personas, a veces es difícil saber qué significa todo en términos reales para la persona promedio en la calle. ¿Cuáles son las últimas tendencias en las actitudes y el comportamiento de los compradores? ¿Cómo están cambiando las finanzas tensas qué, dónde y cómo compramos?
Compras racionalizadas
El Informe anual sobre alimentos y bebidas de Bray Leino profundiza en esto y más, y revela una tendencia recurrente en torno a la racionalización del gasto. Más de un tercio de las personas están siendo más cuidadosas con su presupuesto de alimentos, y el aumento de las preocupaciones sobre el precio ha provocado una reducción en las compras indulgentes o no esenciales: hay una disminución en las personas que compran golosinas, comida para llevar y kits de comida, o compran directamente de carnicerías o tiendas de la granja.
Sin embargo, no es solo lo que la gente compra lo que está cambiando: el 17 % de los compradores ha cambiado su supermercado habitual por uno más barato, principalmente entre los compradores más jóvenes (18-34), mientras que las generaciones mayores parecen más apegadas a su supermercado de confianza.
Casi 1 de cada 5 compradores ya ha cambiado su supermercado habitual por uno más barato
El sector hostelero ha sufrido un par de años especialmente difíciles, con cierres de confinamiento, escasez de personal, distanciamiento social y esquemas bien intencionados como Eat Out to Help Out que imponen nuevas demandas al sector. La actual crisis del costo de vida parece destinada a obstaculizar aún más la recuperación, con el 55% de las personas diciendo que salen a comer y beber menos en comparación con hace seis meses; la mitad espera salir menos en los próximos 6 a 12 meses.
Si bien existe una expectativa generalizada de que los precios de los alimentos y las bebidas aumentarán en el futuro, existe una diferencia significativa en las expectativas entre los grupos de edad: los mayores de 55 años tienen muchas más probabilidades de esperar precios más altos que los de 18 a 34 años (71 % frente a 38 %). . Haciéndose eco del cambio de los supermercados descrito anteriormente, el 21% dice que el aumento de los costos en los lugares de comida y bebida los hará buscar lugares más baratos y el 20% buscará ofertas y paquetes.
Comportamientos pandémicos que regresan
Cuando Bray Leino habló con los consumidores durante el primer confinamiento nacional en 2020, el desperdicio de alimentos surgió como una preocupación importante, y el 59 % dijo que estaba siendo más cuidadoso; el año pasado esto bajó al 50%, pero este año el 70% de las personas afirman que están siendo más cuidadosas con el desperdicio, y este comportamiento es más común entre los que están en peores condiciones financieras.
También ha habido aumentos significativos en quienes dicen que están comprando más alimentos congelados, comprando más a granel y cocinando con más ingredientes secos y enlatados.
Compradores que compran más ingredientes congelados, más a granel, más enlatados y secos para ahorrar dinero
Además de estos hallazgos informados, Bray Leino predice el posible retorno de otro comportamiento pandémico, ya que los reductores de costos convierten el 'adentro-adentro' en el nuevo 'afuera': el 'falso' demostró ser un remedio popular para la falta de disponibilidad de comida para llevar. ; ahora, las restricciones presupuestarias del hogar harán que las personas busquen formas de elevar lo ordinario, recreando sus menús favoritos en casa por una fracción del precio. Esta vez, sin embargo, podrían ser ocasiones considerablemente más sociales.
Las ofertas y los descuentos atraen a las masas
Dado que los compradores se vuelven cada vez más cuidadosos sobre cómo y dónde gastan, las promociones especiales tendrán un atractivo adicional. El 47 % de las personas dice que las ofertas y promociones los impulsarían a comprar o visitar un minorista de alimentos y el 33 % dice que los alimentos y bebidas de origen local los atraerían. Una cuarta parte se sentiría atraída por los alimentos y bebidas de origen sostenible y la misma proporción por las promociones para ocasiones (eventos de temporada como Navidad; eventos deportivos multitudinarios…).
Existe la misma jerarquía para restaurantes y pubs, pero con cifras de menor nivel. Por ejemplo, un tercio dice que les atraerían ofertas y promociones en lugar de casi la mitad de la muestra de supermercados.
Oportunidad para que las marcas hagan lo correcto
Los Informes anteriores sobre alimentos y bebidas de Bray Leino han documentado el surgimiento del consumidor consciente, con las preocupaciones ambientales demostrando ser cada vez más pertinentes. Pero a medida que las personas hacen recortes donde pueden, vemos una caída en los comportamientos en torno a algunos factores ambientales clave: los envases de plástico no reciclables han demostrado ser un punto de pasión en años anteriores; ahora, el 66% está preocupado por las implicaciones ambientales de los envases de plástico no reciclables, en comparación con el 70% hace un año. El 52 % evita comprar productos que tengan envases de plástico no reciclables siempre que sea posible, en comparación con el 55 % en 2021. Y el 46 % dice que está 'cambiando seriamente mi comportamiento en cuanto a la compra de productos con plásticos de un solo uso y ha optado por no comprar productos que usan este envases', que cayó ligeramente desde el 53% del año pasado.
Vale la pena señalar que los niveles generales de preocupación siguen siendo relativamente altos. El 56% de las personas siente que es importante elegir minoristas que actúen de manera sostenible, lo que demuestra otra oportunidad para que las marcas se abran paso en tiempos difíciles.
El 56 % de los compradores elegirá un minorista que actúe de forma más sostenible
Los compradores quieren hacer lo correcto y las marcas pueden hacer que esto sea lo más fácil posible al resaltar las credenciales de sustentabilidad de una manera clara y efectiva.
Pero las marcas deben ser honestas con sus comunicaciones y evitar el lavado verde. Debido a que esta es un área que le importa a la gente, no hay que engañar a nadie: una cuarta parte de los encuestados en el informe cree que debería haber más escrutinio sobre las afirmaciones de sostenibilidad (especialmente los mayores de 35 años), el 19% siente que las empresas solo hacen lo mínimo. pueden salirse con la suya y el 17% que las empresas solo hacen esto para mejorar su reputación.
Así que ahora es el momento de que las marcas apoyen el deseo de las personas por un consumo consciente, interviniendo para apoyar las mejores intenciones y brindar esperanza, cuando el resultado final está al frente y al centro.
Para obtener más información sobre cómo la crisis del costo de vida está cambiando nuestros hábitos de comida y bebida, visite el sitio web de Bray Leino: https://www.brayleino.co.uk/
bray leinoBray Leino es una agencia de comunicaciones creativas que impulsa el crecimiento de nuestros clientes a través de una potente combinación de creatividad y energía. Llevamos más de 45 años ayudando a las marcas de alimentos y bebidas a comprender y capitalizar los gustos y preferencias cambiantes de los consumidores británicos.
TemasComportamiento del consumidor
ESPECIALISTA EN HARD DISCOUNT DIRECTOR ESTRATÉGICO DE LA ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE RETAIL - INNOVADOR https://colombiaretail.com/ Investigación y Consultoría / Asesoría estratégica en Marketing de Retail (igomeze@gmail.com) (igomeze@colombiaretail.com) (BLOG desde febrero de 2005). Miembro de HISPANIC RETAIL CHAMBERS OF COMMECE, DISCOUNT RETAIL CONSULTING Con información de Colombia, Latam y Descuento duro
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martes, agosto 30, 2022
miércoles, febrero 09, 2022
COLOMBIA - Crisis logística seguirá en 2022, dicen expertos - EL HERALDO
Crisis logística seguirá en 2022, dicen expertos
Crisis logística seguirá en 2022, dicen expertos
El año pasado se dejaron de movilizar cerca de 15 millones de toneladas de carga en el país por las afectaciones del comercio internacional.
ECONOMÍAEne 31, 2022
Por:Lupe Mouthón@lupemouthon
Si usted se pregunta por qué los precios de muchos productos han aumentado en los últimos meses de manera acelerada, la principal razón es la crisis logística internacional. Esta situación que surgió por el impacto de la pandemia, según expertos, se mantendrá al menos durante el primer semestre de este año.
Esto quiere decir que es muy probable que en los primeros meses de este 2022 los hogares colombianos sigan experimentando los efectos de las alzas y la inflación en alimentos, manufacturas y otros productos, no solo importados, sino también nacionales. Lea también...
La explicación es que por las dificultades logísticas también han subido los costos de los insumos y materias primas que requiere la industria para sus procesos productivos, los que se trasladan a los precios al consumidor.
Mincomercio declara a Ultra Air como la primera megainversión en el país
La crisis es el resultado de diversos factores como las restricciones por la pandemia en los puertos del mundo y en especial de China, principal origen de las importaciones a nivel global, que aumentaron los tiempos de la cadena logística y dispararon los costos de los fletes al igual que la rápida reactivación de la demanda internacional.
El presidente de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional (Fitac), Miguel Espinosa, asegura que la nueva variante ómicron seguirá poniendo en jaque a la cadena logística a nivel global, teniendo en cuenta que China tiene tolerancia cero con la covid lo que se traduce en cierres de ciudades y puertos.
“Las consecuencias de las medidas de China, que es el principal proveedor de materias primas del mundo, van a seguir teniendo un papel fundamental incluso hasta el tercer trimestre de este año”, agrega.
“Ómicron pone en jaque a la cadena logística”, Miguel espinosa, presidente de Fitac.
Suben fletes
Oscar Villarruel, socio de auditoría y líder de la industria de comercio y retail de la firma Crowe Colombia, dice que a finales de 2021 el 77 % de los puertos del mundo presentaba tiempos de espera atípicamente largos.
“En pleno mes de diciembre, decenas de barcos permanecían inactivos y anclados frente a las costas de los puertos estadounidenses y chinos a la espera de espacio”.
En puertos como el de Los Ángeles se aún se forman colas de hasta 40 buques con más de mil contenedores a bordo y retrasos de 38 a 45 días para su cargue y descargue.
El experto dice que este “megatrancón”, ocasionó “un aumento tan desproporcionado de los fletes, que en agosto de 2021 llegaron a crecer hasta en un 500 % frente al año anterior”. Los fletes equivalen al costo a pagar por movilizar la carga.
Se calcula que el año pasado en Colombia se dejaron de movilizar unas 15 millones de toneladas de carga, tanto de importación como exportación, frente a 2020 a causa de los cuellos de botella en la cadena logística.
Miguel Espinosa dice que no se espera un alivio a corto plazo en los costos de los fletes o que regresen a los valores que había antes de la pandemia.
El peor pico en los costos de los fletes marítimos se presentó en septiembre del año pasado, cuando se llegó a pagar por un contenedor entre China y Europa más de USD10 mil, mientras que para América Latina el valor era más alto.
La proyección es que en el primer semestre de este año sigan las alzas y que comiencen a estabilizarse en el segundo semestre.
Por su parte Nicolás Rincón, director de asuntos económicos de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), afirma que es posible que este año la situación sea más crítica.
Los fletes siguen altos en un promedio de entre USD10 mil y USD9.500 lo que ha generado un efecto importante en los niveles de servicio que prestan las navieras a importadores y exportadores, que en el caso de Colombia aún tienen dificultades para mover sus mercancías.
Al incremento en los costos de los fletes marítimos se sumó al aumento de la demanda que generó una fuerte presión sobre el sistema logístico.
“Mantener y aumentar el flujo comercial es prioridad”: mincomercio
Los contenedores
Miguel Espinosa explica que esta crisis “no es un tema de escasez de contenedores, sino que estos se encuentran donde no deben y su movilización genera mayores costos en el contexto global”.
Lo que pasa es que los contenedores no solo se devuelven en los puertos, pues las navieras tienen convenios con patios de contenedores que sirven de repositorio para los que están vacíos. Estos patios están colapsados porque también hay escasez de vehículos para el transporte.
Nicolás Rincón asegura que “este año se está viendo que las navieras decidieron de que los contenedores de importación y exportación se retornen después de usarlos al puerto de ingreso o destino”. Por ello los empresarios importadores y exportadores deben hacerse cargo de buscar el contenedor y devolverlo al puerto de origen.
Es decir que si un importador recibe su mercancía en Buenaventura y la lleva hasta Bogotá, debe regresar el contenedor nuevamente al puerto, lo que implica un costo adicional.
En Colombia el caso más dramático se presenta en precisamente en Buenaventura pues las empresas no han podido devolver los contenedores y las líneas marítimas siguen cobrando elevados costos por la devolución extemporánea de estos elementos.
El impacto de esta situación afecta al bolsillo de todos los colombianos, pues los costos se trasladan al consumidor final.
Oscar Villarruel indica que “la escasez de contenedores vacíos para mover hacia América Latina está ligada a la operación logística de los puertos de origen y de tránsito, ocasionando que la inflación aumente debido a la mayor demanda de productos y a las altas expectativas en el consumo interno”.
Teniendo en cuenta que los puertos de Cartagena con una participación del 56,3 %, Santa Marta con 10,9 % y Buenaventura con un 15,3 %, concentran el mayor tráfico de buques portacontenedores en Colombia, son los que más han sufrido el elevado costo de los fletes.
Esto hace que los productos importados presenten un precio más alto para el consumidor, afectando directamente la inflación del país.
“De otro lado, la exportación de productos colombianos, que dinamiza la economía y, reactiva el comercio y el consumo, ha tenido efectos negativos cruciales. Productos como el café que, usualmente usan como puerto de salida a Buenaventura, han visto afectada la cadena logística, debido a que los fletes de tránsito marítimo por el Pacífico se han incrementado y las grandes navieras han suspendido la llegada de buques a este puerto”, afirma Villarruel.
“Es posible que este año la situación sea más crítica”, Nicolás rincón, director económico de Analdex.
Exportaciones del Atlántico suman USD1.169 millones
Acciones necesarias
Para Miguel Espinosa el peor momento de la crisis se vivió en 2021 y este año hay señales positivas como las decisiones de la Comisión Marítima de Estados Unidos frente a las líneas marítimas a nivel global para que se regule y se estandaricen los cobros.
En el caso de Colombia la Supertransporte y el Mintransporte comenzaron a tomar medidas para una mejor organización en los patios de contenedores y agilizar sus procesos lo que acortará los tiempos de devolución.
Nicolás Rincón dice que es necesario que se ponga en marcha cuanto antes la regulación de los patios de contenedores y la liberación de los documentos electrónicos de transporte de carga. “Estas medidas ayudan a hacer más rápida la cadena logística y aprovechar más los contenedores”,señala.
En cuanto a los costos de los fletes se plantea la exención por un año del pago de impuestos por importación.
“Las exportaciones también se han afectado”, Óscar villaruel, experto Crowe Colombia.
Crisis logística seguirá en 2022, dicen expertos
El año pasado se dejaron de movilizar cerca de 15 millones de toneladas de carga en el país por las afectaciones del comercio internacional.
ECONOMÍAEne 31, 2022
Por:Lupe Mouthón@lupemouthon
Si usted se pregunta por qué los precios de muchos productos han aumentado en los últimos meses de manera acelerada, la principal razón es la crisis logística internacional. Esta situación que surgió por el impacto de la pandemia, según expertos, se mantendrá al menos durante el primer semestre de este año.
Esto quiere decir que es muy probable que en los primeros meses de este 2022 los hogares colombianos sigan experimentando los efectos de las alzas y la inflación en alimentos, manufacturas y otros productos, no solo importados, sino también nacionales. Lea también...
La explicación es que por las dificultades logísticas también han subido los costos de los insumos y materias primas que requiere la industria para sus procesos productivos, los que se trasladan a los precios al consumidor.
Mincomercio declara a Ultra Air como la primera megainversión en el país
La crisis es el resultado de diversos factores como las restricciones por la pandemia en los puertos del mundo y en especial de China, principal origen de las importaciones a nivel global, que aumentaron los tiempos de la cadena logística y dispararon los costos de los fletes al igual que la rápida reactivación de la demanda internacional.
El presidente de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional (Fitac), Miguel Espinosa, asegura que la nueva variante ómicron seguirá poniendo en jaque a la cadena logística a nivel global, teniendo en cuenta que China tiene tolerancia cero con la covid lo que se traduce en cierres de ciudades y puertos.
“Las consecuencias de las medidas de China, que es el principal proveedor de materias primas del mundo, van a seguir teniendo un papel fundamental incluso hasta el tercer trimestre de este año”, agrega.
“Ómicron pone en jaque a la cadena logística”, Miguel espinosa, presidente de Fitac.
Suben fletes
Oscar Villarruel, socio de auditoría y líder de la industria de comercio y retail de la firma Crowe Colombia, dice que a finales de 2021 el 77 % de los puertos del mundo presentaba tiempos de espera atípicamente largos.
“En pleno mes de diciembre, decenas de barcos permanecían inactivos y anclados frente a las costas de los puertos estadounidenses y chinos a la espera de espacio”.
En puertos como el de Los Ángeles se aún se forman colas de hasta 40 buques con más de mil contenedores a bordo y retrasos de 38 a 45 días para su cargue y descargue.
El experto dice que este “megatrancón”, ocasionó “un aumento tan desproporcionado de los fletes, que en agosto de 2021 llegaron a crecer hasta en un 500 % frente al año anterior”. Los fletes equivalen al costo a pagar por movilizar la carga.
Se calcula que el año pasado en Colombia se dejaron de movilizar unas 15 millones de toneladas de carga, tanto de importación como exportación, frente a 2020 a causa de los cuellos de botella en la cadena logística.
Miguel Espinosa dice que no se espera un alivio a corto plazo en los costos de los fletes o que regresen a los valores que había antes de la pandemia.
El peor pico en los costos de los fletes marítimos se presentó en septiembre del año pasado, cuando se llegó a pagar por un contenedor entre China y Europa más de USD10 mil, mientras que para América Latina el valor era más alto.
La proyección es que en el primer semestre de este año sigan las alzas y que comiencen a estabilizarse en el segundo semestre.
Por su parte Nicolás Rincón, director de asuntos económicos de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), afirma que es posible que este año la situación sea más crítica.
Los fletes siguen altos en un promedio de entre USD10 mil y USD9.500 lo que ha generado un efecto importante en los niveles de servicio que prestan las navieras a importadores y exportadores, que en el caso de Colombia aún tienen dificultades para mover sus mercancías.
Al incremento en los costos de los fletes marítimos se sumó al aumento de la demanda que generó una fuerte presión sobre el sistema logístico.
“Mantener y aumentar el flujo comercial es prioridad”: mincomercio
Los contenedores
Miguel Espinosa explica que esta crisis “no es un tema de escasez de contenedores, sino que estos se encuentran donde no deben y su movilización genera mayores costos en el contexto global”.
Lo que pasa es que los contenedores no solo se devuelven en los puertos, pues las navieras tienen convenios con patios de contenedores que sirven de repositorio para los que están vacíos. Estos patios están colapsados porque también hay escasez de vehículos para el transporte.
Nicolás Rincón asegura que “este año se está viendo que las navieras decidieron de que los contenedores de importación y exportación se retornen después de usarlos al puerto de ingreso o destino”. Por ello los empresarios importadores y exportadores deben hacerse cargo de buscar el contenedor y devolverlo al puerto de origen.
Es decir que si un importador recibe su mercancía en Buenaventura y la lleva hasta Bogotá, debe regresar el contenedor nuevamente al puerto, lo que implica un costo adicional.
En Colombia el caso más dramático se presenta en precisamente en Buenaventura pues las empresas no han podido devolver los contenedores y las líneas marítimas siguen cobrando elevados costos por la devolución extemporánea de estos elementos.
El impacto de esta situación afecta al bolsillo de todos los colombianos, pues los costos se trasladan al consumidor final.
Oscar Villarruel indica que “la escasez de contenedores vacíos para mover hacia América Latina está ligada a la operación logística de los puertos de origen y de tránsito, ocasionando que la inflación aumente debido a la mayor demanda de productos y a las altas expectativas en el consumo interno”.
Teniendo en cuenta que los puertos de Cartagena con una participación del 56,3 %, Santa Marta con 10,9 % y Buenaventura con un 15,3 %, concentran el mayor tráfico de buques portacontenedores en Colombia, son los que más han sufrido el elevado costo de los fletes.
Esto hace que los productos importados presenten un precio más alto para el consumidor, afectando directamente la inflación del país.
“De otro lado, la exportación de productos colombianos, que dinamiza la economía y, reactiva el comercio y el consumo, ha tenido efectos negativos cruciales. Productos como el café que, usualmente usan como puerto de salida a Buenaventura, han visto afectada la cadena logística, debido a que los fletes de tránsito marítimo por el Pacífico se han incrementado y las grandes navieras han suspendido la llegada de buques a este puerto”, afirma Villarruel.
“Es posible que este año la situación sea más crítica”, Nicolás rincón, director económico de Analdex.
Exportaciones del Atlántico suman USD1.169 millones
Acciones necesarias
Para Miguel Espinosa el peor momento de la crisis se vivió en 2021 y este año hay señales positivas como las decisiones de la Comisión Marítima de Estados Unidos frente a las líneas marítimas a nivel global para que se regule y se estandaricen los cobros.
En el caso de Colombia la Supertransporte y el Mintransporte comenzaron a tomar medidas para una mejor organización en los patios de contenedores y agilizar sus procesos lo que acortará los tiempos de devolución.
Nicolás Rincón dice que es necesario que se ponga en marcha cuanto antes la regulación de los patios de contenedores y la liberación de los documentos electrónicos de transporte de carga. “Estas medidas ayudan a hacer más rápida la cadena logística y aprovechar más los contenedores”,señala.
En cuanto a los costos de los fletes se plantea la exención por un año del pago de impuestos por importación.
“Las exportaciones también se han afectado”, Óscar villaruel, experto Crowe Colombia.
viernes, junio 18, 2021
COLOMBIA - El sector privado y el contexto nacional: ¿Cómo navegar y superar la crisis? - FTI Strategic Communications
El sector privado y el contexto nacional: ¿Cómo navegar y superar la crisis? - FTI Strategic Communications
El sector privado y el contexto nacional: ¿Cómo navegar y superar la crisis?
El sector privado y el contexto nacional: ¿Cómo navegar y superar la crisis?
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JUNE 9, 2021
Jorge Del Castillo
Managing Director
jorge.delcastillo@fticonsulting.com
Andres Fernandez
Senior Director
andres.fernandez@fticonsulting.com
Mariana Mejia
Consultant
mariana.mejia@fticonsulting.com
Public Affairs & Government RelationsLatin America
En medio del retador escenario que enfrenta Colombia, con profundos alcances políticos, económicos y sociales, surgen dudas sobre cómo enmarcar el rol del sector privado en la generación de soluciones estructurales. ¿Qué debe hacer el empresariado para facilitar soluciones sostenibles y de largo plazo y al mismo tiempo garantizar su libertad para operar?
Desde FTI Consulting estructuramos una hoja de ruta con ideas recomendaciones y buenas prácticas que pueden ayudar a resolver estratégicamente estas complejas inquietudes.
Análisis General del Contexto Para empezar, es importante reflexionar sobre el difícil momento social por el que atraviesa el país. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (“DANE”), solo entre el año 2019 y el año 2020, 3.6 millones de personas entraron en estado de pobreza mientras que 2.78 millones pasaron a la pobreza extrema. Es decir, el porcentaje de la población viviendo en condición de pobreza o pobreza extrema creció un 6.8%, de 35,7% en el 2019 a 42,5% en 2020.
En términos concretos, de los casi 50 millones de colombianos, 21 millones viven con un ingreso medio mensual que no supera los COP$331 mil pesos y de éstos, 7.5 millones de personas viven en condiciones de pobreza extrema, esto significa que sobreviven con un ingreso promedio mensual de hasta COP$145 mil pesos. Con ello, el coeficiente Gini pasó de 0,52 a 0,54 en 2020.
Colombia cerró el 2020 con un índice de desempleo del 15,9%, una cifra muy preocupante, sobre todo considerando la fragilidad del mercado laboral, que cuenta con un 49% de informalidad, con índices aún más elevados en ciertas regiones del país, como el Pacífico.
Lo anterior se explica en parte por las nefastas consecuencias de la pandemia del Covid-19, que, desde su llegada al territorio en marzo del 2020 ha generado cierres generalizados y por sectores. Sin embargo, y pese a los notables avances sociales logrados en las últimas décadas, responde también a fallas estructurales que llevaron a que la crisis de la pandemia se desplegara con mayor velocidad y fuera aún más devastadora para la población vulnerable.
El sector privado y el contexto nacional Muestra de ello, es que, según un estudio cuatrienal publicado por la OCDE en 2018, la movilidad social y desigualdad económica se encuentra especialmente afectada en Colombia, donde salir de la pobreza toma en promedio 11 generaciones, mientras que en Dinamarca tardan 2, en Estados Unidos 5 y en Chile y Argentina 6.
Partiendo de esta realidad, como era de esperarse, la pandemia golpeó el crecimiento económico del país durante el 2020, donde el PIB de Colombia cayó 6,8%. Según lo anotado por varios analistas económicos, se trata de la mayor caída en la historia moderna del país, aún mayor a la recordada crisis de 1999.
En este escenario, el Banco de la República acreditó la deuda externa de Colombia al cierre de enero 2021 en USD$156.834 millones, lo que corresponde al 51,8% del PIB nacional. Sumado a esto, se presentó la hoy retirada Reforma Tributaria, que desencadenó un estallido de protestas en todo el territorio nacional, con una serie de demandas para el gobierno. Entre ellas, están la renta básica universal, el acceso gratuito a instituciones educativas, retiro de la reforma a la salud (hoy hundida en el Congreso), la implementación de los Acuerdos de Paz, la adopción de la consulta anticorrupción, el desmonte completo del ESMAD, entre otros. Con ello, la economía que ya venía golpeada por el Covid-19, resultó inmersa en más de un mes de protestas, bloqueos y episodios de violencia y vandalismo que aún continúan.
Los gremios han manifestado que, al 19 de mayo del 2021 tras 24 días de protestas, tenían pérdidas de alrededor de $10,2 billones de pesos, con industrias ampliamente impactadas. El agro reportó afectaciones por $1,7 billones, el comercio pérdidas por $2,2 billones y los transportadores por $1,8 billones.
Por último, la baja en la calificación de Standard & Poor’s (“S&P”) pasando al país a BB+, terminó de reafianzar este difícil escenario económico.
Esta preocupante situación social, tanto en Colombia como en Latinoamérica, hará sin duda que el avance del Estado sobre la economía y la sociedad se aceleré. Lo anterior ya se ha evidenciado en mayores iniciativas legislativas, regulatorias, de supervisión y monitoreo a todo nivel, tanto desde el ámbito nacional como desde el territorial. Esto último dada la mayor relevancia que han tomado las autoridades Departamentales y Locales en los asuntos centrales de la gestión pública.
Esto viene acompañado, además, de una profundización del activismo judicial, a partir del cual, las decisiones judiciales se han convertido en un escenario más de definición o delimitación de la hoja de ruta gubernamental. Aunque este es un proceso que viene consolidándose de unos años para acá, el contexto analizado multiplicará sus impactos negativos. Con mayores necesidades de recursos y una expectativa de intervención generalizada por el contexto de crisis, hay un ambiente favorable para que este fenómeno se intensifique, incluso pudiendo derivar en mayores presiones nacionalistas y populistas.
Al mismo tiempo, la sociedad civil está cada vez más empoderada, interconectada, informada y con capacidad real de acción lo que, siendo positivo, al mismo tiempo adiciona un nuevo tema al que el sector privado no puede estar ajeno. Este último punto está relacionado con otro elemento que también debe considerarse: las nuevas expectativas de la ciudadanía. En la actualidad el grueso de la población espera que las organizaciones estén al tanto y se aseguren de alinear sus prácticas empresariales y objetivos de negocio a los asuntos prioritarios de sus consumidores o comunidades receptoras. En esta lógica, los estándares, ambientales y de buen gobierno conocidos por sus siglas en inglés como “ESG” y la generación de valor agregado, también jugarán un rol determinante para el éxito corporativo.
¿Cuál debería ser entonces la hoja de ruta?
Mientras se mantiene la expectativa sobre el desenlace de las mesas de negociación y el paro, lo que es evidentemente claro, es que la sociedad no puede quedarse expectante de una solución liderada El sector privado y el contexto nacional únicamente por el Estado. El sector privado debe trabajar desde una visión estratégica, donde la libertad de operar confluya con la protección de su valor corporativo y el posicionamiento y potenciamiento de sus aportes a un mejor país. A continuación, exponemos 5 ideas recomendaciones de cómo lograrlo:
1. Contar con las herramientas necesarias para entender y monitorear los retos y oportunidades del contexto
Análisis y monitoreo político, legislativo y regulatorio: cuando se cuenta con unos objetivos de negocio claros, se facilita la identificación de los puntos de riesgo que pueden conllevar las agendas políticas y regulatorias. Dado su carácter volátil, cambiante y el mayor ímpetu de intervención, es importante que desde FTI recomendamos a las empresas que establezcan sistemas de análisis y monitoreo especializados para actuar frente a las oportunidades y estar preparados cuando ocurran eventualidades de riesgo.
Identificación y gestión adecuada de stakeholders: a nivel general, los stakeholders son los grupos de interés que, directa o indirectamente, pueden llegar a determinar, definir, limitar o potenciar la labor de una empresa en el mercado y la sociedad. Bajo una visión de sostenibilidad y generación de valor compartido, la forma, el mensaje y la frecuencia con la que una empresa se comunique y establezca relaciones de largo plazo con esos grupos de interés, tendrá, sin duda alguna, un impacto en su capacidad de posicionarse y ser exitosa en sus ámbitos de operación.
Escucha activa: diseñar e implementar cualquier tipo de estrategia en el marco de la realidad actual, demanda una escucha activa metódica y el entendimiento profundo del entorno. En un contexto difícil, donde caben múltiples perspectivas, es fundamental que más allá de un monitoreo, se den los espacios para estar dispuestos a oír y entender las distintas partes interesadas y vinculadas, y ser capaces de ponerse en los zapatos del otro.
2. Saber entender las prioridades de los grupos de interés y cómo podemos apalancarlas con capacidades propias y mediante coaliciones
Agendas colaborativas: una vez reconocidos los grupos de interés, es indispensable entender sus necesidades y objetivos con el fin de identificar dónde hay oportunidades de sinergias desde las posibilidades y capacidades de las empresas. Está creación de agendas colaborativas robustecen la generación de confianza y posibilitan la creación de espacios de tomas de decisiones con beneficios para todas las partes. La renuncia al ego y los protagonismos, mediante una actuación colectiva y coordinada, posibilita mejores logros con un mayor alcance que los esfuerzos individuales.
Advocacy y generación de coaliciones: las alianzas y coaliciones entre sectores como la academia, gremios, líderes de opinión y centros de pensamiento con perspectivas afines, pueden brindar gran valor agregado al momento de advocar por los objetivos de determinada empresa o bien para multiplicar sus aportes o mensajes positivos. Los validadores son una pieza clave en un momento donde la credibilidad está puesta a prueba permanentemente.
3. Estructurar la narrativa y los atributos que nos posicionen positivamente frente a los grupos de interés desde una visión empática.
Una estrategia exitosa para enfrentar escenarios adversos necesita reconfirmar que los stakeholders habituales y no tradicionales comprendan con claridad las bondades y capacidad transformadora de la compañía o industria de la que hacemos parte.
En un contexto donde se cuestiona la legitimidad de todos los actores, el sector privado se ve obligado a reafianzar y redoblar su papel como generador de oportunidades y desarrollo económico frente a la ciudadanía. Lo anterior, poniendo de frente también la capacidad de adaptación y resiliencia durante la pandemia. Las crisis además son una oportunidad de posicionar o replantear los atributos de conformidad con las nuevas dinámicas del contexto.
Por ello la insistencia en considerar a la empatía como el punto de partida para explicar qué hacemos, cómo aportamos y qué nos caracteriza.
4. Implementar estándares ESG para pasar del “storytelling” al “storydoing”
El papel de los denominados ESGs, resulta también fundamental como parte de una construcción de consciencia y las acciones prácticas que tanto demanda el contexto. La responsabilidad ambiental, social y de gobierno corporativo son claves para asegurar la generación de valor compartido y sostenido con todos los stakeholders.
Como se planteó en el Foro Económico Mundial en 2019, el compromiso común hacia políticas de prosperidad de largo alcance se convierte en la verdadera propuesta de valor de las corporaciones. Esta no sólo se enmarca en pagar impuestos, cumplir un marco regulatorio y combatir la corrupción, sino también en generar una verdadera transformación social desde el apoyo a todos sus grupos de interés, con énfasis en los más vulnerables.
5. Estar preparados para nuevas eventualidades de crisis
La gestión de crisis demanda una preparación idónea para permitir el mejor resultado posible en medio de la tormenta, evitando consecuencias negativas que dominen y deterioren la libertad para operar, en el corto, mediano y largo plazo. El análisis previo de amenazas y vulnerabilidades, la construcción de infraestructura humana, los protocolos previos de gestión de crisis, la definición de voceros, así como una planificación oportuna, permitirán un manejo más adecuado de las amenazas de riesgo.
Una aplicación ordenada de estas buenas prácticas recomendaciones facilitará el camino para que el empresariado pueda navegar escenarios turbulentos y, sobre todo, apalancar cambios reales que permitan el desarrollo del país en el marco de una perspectiva colaborativa y de visión de largo plazo. Aunque ningún mar en calma hizo experto a un marinero, los que mejor nadaban seguramente tuvieron mayores probabilidades de éxito.
Las opiniones expresadas en este documento son las del autor (es) y no necesariamente las opiniones de FTI Consulting, Inc., su administración, sus subsidiarias, sus afiliadas u otros profesionales.
FTI Consulting, Inc., incluidas sus subsidiarias y afiliadas, es una firma de consultoría y no es una firma de contabilidad pública certificada ni una firma de abogados.
JUNE 9, 2021
Jorge Del Castillo
Managing Director
jorge.delcastillo@fticonsulting.com
Andres Fernandez
Senior Director
andres.fernandez@fticonsulting.com
Mariana Mejia
Consultant
mariana.mejia@fticonsulting.com
Public Affairs & Government RelationsLatin America
En medio del retador escenario que enfrenta Colombia, con profundos alcances políticos, económicos y sociales, surgen dudas sobre cómo enmarcar el rol del sector privado en la generación de soluciones estructurales. ¿Qué debe hacer el empresariado para facilitar soluciones sostenibles y de largo plazo y al mismo tiempo garantizar su libertad para operar?
Desde FTI Consulting estructuramos una hoja de ruta con ideas recomendaciones y buenas prácticas que pueden ayudar a resolver estratégicamente estas complejas inquietudes.
Análisis General del Contexto Para empezar, es importante reflexionar sobre el difícil momento social por el que atraviesa el país. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (“DANE”), solo entre el año 2019 y el año 2020, 3.6 millones de personas entraron en estado de pobreza mientras que 2.78 millones pasaron a la pobreza extrema. Es decir, el porcentaje de la población viviendo en condición de pobreza o pobreza extrema creció un 6.8%, de 35,7% en el 2019 a 42,5% en 2020.
En términos concretos, de los casi 50 millones de colombianos, 21 millones viven con un ingreso medio mensual que no supera los COP$331 mil pesos y de éstos, 7.5 millones de personas viven en condiciones de pobreza extrema, esto significa que sobreviven con un ingreso promedio mensual de hasta COP$145 mil pesos. Con ello, el coeficiente Gini pasó de 0,52 a 0,54 en 2020.
Colombia cerró el 2020 con un índice de desempleo del 15,9%, una cifra muy preocupante, sobre todo considerando la fragilidad del mercado laboral, que cuenta con un 49% de informalidad, con índices aún más elevados en ciertas regiones del país, como el Pacífico.
Lo anterior se explica en parte por las nefastas consecuencias de la pandemia del Covid-19, que, desde su llegada al territorio en marzo del 2020 ha generado cierres generalizados y por sectores. Sin embargo, y pese a los notables avances sociales logrados en las últimas décadas, responde también a fallas estructurales que llevaron a que la crisis de la pandemia se desplegara con mayor velocidad y fuera aún más devastadora para la población vulnerable.
El sector privado y el contexto nacional Muestra de ello, es que, según un estudio cuatrienal publicado por la OCDE en 2018, la movilidad social y desigualdad económica se encuentra especialmente afectada en Colombia, donde salir de la pobreza toma en promedio 11 generaciones, mientras que en Dinamarca tardan 2, en Estados Unidos 5 y en Chile y Argentina 6.
Partiendo de esta realidad, como era de esperarse, la pandemia golpeó el crecimiento económico del país durante el 2020, donde el PIB de Colombia cayó 6,8%. Según lo anotado por varios analistas económicos, se trata de la mayor caída en la historia moderna del país, aún mayor a la recordada crisis de 1999.
En este escenario, el Banco de la República acreditó la deuda externa de Colombia al cierre de enero 2021 en USD$156.834 millones, lo que corresponde al 51,8% del PIB nacional. Sumado a esto, se presentó la hoy retirada Reforma Tributaria, que desencadenó un estallido de protestas en todo el territorio nacional, con una serie de demandas para el gobierno. Entre ellas, están la renta básica universal, el acceso gratuito a instituciones educativas, retiro de la reforma a la salud (hoy hundida en el Congreso), la implementación de los Acuerdos de Paz, la adopción de la consulta anticorrupción, el desmonte completo del ESMAD, entre otros. Con ello, la economía que ya venía golpeada por el Covid-19, resultó inmersa en más de un mes de protestas, bloqueos y episodios de violencia y vandalismo que aún continúan.
Los gremios han manifestado que, al 19 de mayo del 2021 tras 24 días de protestas, tenían pérdidas de alrededor de $10,2 billones de pesos, con industrias ampliamente impactadas. El agro reportó afectaciones por $1,7 billones, el comercio pérdidas por $2,2 billones y los transportadores por $1,8 billones.
Por último, la baja en la calificación de Standard & Poor’s (“S&P”) pasando al país a BB+, terminó de reafianzar este difícil escenario económico.
Esta preocupante situación social, tanto en Colombia como en Latinoamérica, hará sin duda que el avance del Estado sobre la economía y la sociedad se aceleré. Lo anterior ya se ha evidenciado en mayores iniciativas legislativas, regulatorias, de supervisión y monitoreo a todo nivel, tanto desde el ámbito nacional como desde el territorial. Esto último dada la mayor relevancia que han tomado las autoridades Departamentales y Locales en los asuntos centrales de la gestión pública.
Esto viene acompañado, además, de una profundización del activismo judicial, a partir del cual, las decisiones judiciales se han convertido en un escenario más de definición o delimitación de la hoja de ruta gubernamental. Aunque este es un proceso que viene consolidándose de unos años para acá, el contexto analizado multiplicará sus impactos negativos. Con mayores necesidades de recursos y una expectativa de intervención generalizada por el contexto de crisis, hay un ambiente favorable para que este fenómeno se intensifique, incluso pudiendo derivar en mayores presiones nacionalistas y populistas.
Al mismo tiempo, la sociedad civil está cada vez más empoderada, interconectada, informada y con capacidad real de acción lo que, siendo positivo, al mismo tiempo adiciona un nuevo tema al que el sector privado no puede estar ajeno. Este último punto está relacionado con otro elemento que también debe considerarse: las nuevas expectativas de la ciudadanía. En la actualidad el grueso de la población espera que las organizaciones estén al tanto y se aseguren de alinear sus prácticas empresariales y objetivos de negocio a los asuntos prioritarios de sus consumidores o comunidades receptoras. En esta lógica, los estándares, ambientales y de buen gobierno conocidos por sus siglas en inglés como “ESG” y la generación de valor agregado, también jugarán un rol determinante para el éxito corporativo.
¿Cuál debería ser entonces la hoja de ruta?
Mientras se mantiene la expectativa sobre el desenlace de las mesas de negociación y el paro, lo que es evidentemente claro, es que la sociedad no puede quedarse expectante de una solución liderada El sector privado y el contexto nacional únicamente por el Estado. El sector privado debe trabajar desde una visión estratégica, donde la libertad de operar confluya con la protección de su valor corporativo y el posicionamiento y potenciamiento de sus aportes a un mejor país. A continuación, exponemos 5 ideas recomendaciones de cómo lograrlo:
1. Contar con las herramientas necesarias para entender y monitorear los retos y oportunidades del contexto
Análisis y monitoreo político, legislativo y regulatorio: cuando se cuenta con unos objetivos de negocio claros, se facilita la identificación de los puntos de riesgo que pueden conllevar las agendas políticas y regulatorias. Dado su carácter volátil, cambiante y el mayor ímpetu de intervención, es importante que desde FTI recomendamos a las empresas que establezcan sistemas de análisis y monitoreo especializados para actuar frente a las oportunidades y estar preparados cuando ocurran eventualidades de riesgo.
Identificación y gestión adecuada de stakeholders: a nivel general, los stakeholders son los grupos de interés que, directa o indirectamente, pueden llegar a determinar, definir, limitar o potenciar la labor de una empresa en el mercado y la sociedad. Bajo una visión de sostenibilidad y generación de valor compartido, la forma, el mensaje y la frecuencia con la que una empresa se comunique y establezca relaciones de largo plazo con esos grupos de interés, tendrá, sin duda alguna, un impacto en su capacidad de posicionarse y ser exitosa en sus ámbitos de operación.
Escucha activa: diseñar e implementar cualquier tipo de estrategia en el marco de la realidad actual, demanda una escucha activa metódica y el entendimiento profundo del entorno. En un contexto difícil, donde caben múltiples perspectivas, es fundamental que más allá de un monitoreo, se den los espacios para estar dispuestos a oír y entender las distintas partes interesadas y vinculadas, y ser capaces de ponerse en los zapatos del otro.
2. Saber entender las prioridades de los grupos de interés y cómo podemos apalancarlas con capacidades propias y mediante coaliciones
Agendas colaborativas: una vez reconocidos los grupos de interés, es indispensable entender sus necesidades y objetivos con el fin de identificar dónde hay oportunidades de sinergias desde las posibilidades y capacidades de las empresas. Está creación de agendas colaborativas robustecen la generación de confianza y posibilitan la creación de espacios de tomas de decisiones con beneficios para todas las partes. La renuncia al ego y los protagonismos, mediante una actuación colectiva y coordinada, posibilita mejores logros con un mayor alcance que los esfuerzos individuales.
Advocacy y generación de coaliciones: las alianzas y coaliciones entre sectores como la academia, gremios, líderes de opinión y centros de pensamiento con perspectivas afines, pueden brindar gran valor agregado al momento de advocar por los objetivos de determinada empresa o bien para multiplicar sus aportes o mensajes positivos. Los validadores son una pieza clave en un momento donde la credibilidad está puesta a prueba permanentemente.
3. Estructurar la narrativa y los atributos que nos posicionen positivamente frente a los grupos de interés desde una visión empática.
Una estrategia exitosa para enfrentar escenarios adversos necesita reconfirmar que los stakeholders habituales y no tradicionales comprendan con claridad las bondades y capacidad transformadora de la compañía o industria de la que hacemos parte.
En un contexto donde se cuestiona la legitimidad de todos los actores, el sector privado se ve obligado a reafianzar y redoblar su papel como generador de oportunidades y desarrollo económico frente a la ciudadanía. Lo anterior, poniendo de frente también la capacidad de adaptación y resiliencia durante la pandemia. Las crisis además son una oportunidad de posicionar o replantear los atributos de conformidad con las nuevas dinámicas del contexto.
Por ello la insistencia en considerar a la empatía como el punto de partida para explicar qué hacemos, cómo aportamos y qué nos caracteriza.
4. Implementar estándares ESG para pasar del “storytelling” al “storydoing”
El papel de los denominados ESGs, resulta también fundamental como parte de una construcción de consciencia y las acciones prácticas que tanto demanda el contexto. La responsabilidad ambiental, social y de gobierno corporativo son claves para asegurar la generación de valor compartido y sostenido con todos los stakeholders.
Como se planteó en el Foro Económico Mundial en 2019, el compromiso común hacia políticas de prosperidad de largo alcance se convierte en la verdadera propuesta de valor de las corporaciones. Esta no sólo se enmarca en pagar impuestos, cumplir un marco regulatorio y combatir la corrupción, sino también en generar una verdadera transformación social desde el apoyo a todos sus grupos de interés, con énfasis en los más vulnerables.
5. Estar preparados para nuevas eventualidades de crisis
La gestión de crisis demanda una preparación idónea para permitir el mejor resultado posible en medio de la tormenta, evitando consecuencias negativas que dominen y deterioren la libertad para operar, en el corto, mediano y largo plazo. El análisis previo de amenazas y vulnerabilidades, la construcción de infraestructura humana, los protocolos previos de gestión de crisis, la definición de voceros, así como una planificación oportuna, permitirán un manejo más adecuado de las amenazas de riesgo.
Una aplicación ordenada de estas buenas prácticas recomendaciones facilitará el camino para que el empresariado pueda navegar escenarios turbulentos y, sobre todo, apalancar cambios reales que permitan el desarrollo del país en el marco de una perspectiva colaborativa y de visión de largo plazo. Aunque ningún mar en calma hizo experto a un marinero, los que mejor nadaban seguramente tuvieron mayores probabilidades de éxito.
Las opiniones expresadas en este documento son las del autor (es) y no necesariamente las opiniones de FTI Consulting, Inc., su administración, sus subsidiarias, sus afiliadas u otros profesionales.
FTI Consulting, Inc., incluidas sus subsidiarias y afiliadas, es una firma de consultoría y no es una firma de contabilidad pública certificada ni una firma de abogados.
martes, febrero 23, 2021
Solidaridad y unión están entre los legados que les quedan a los empresarios - LA REPUBLICA
Solidaridad y unión están entre los legados que les quedan a los empresarios
Los legados de una crisis
La crisis del covid-19 en el país puso en jaque a los empresarios, así como a muchos sectores socioeconómicos en Colombia. Adaptarse al teletrabajo, la suspensión de proyectos, obras e inversiones, así como el reto de mantener los contratos de su personal fueron algunos de los obstáculos con los que se enfrentaron en 2020. Pero no todo son malas noticias, hay legados que se fueron construyendo y que hoy los empresarios destacan están para quedarse
LABORAL
Solidaridad y unión están entre los legados que les quedan a los empresarios
martes, 23 de febrero de 2021
GUARDAR
Los líderes empresariales resaltaron el compromiso y el trabajo en equipo, así como haber superado barreras como el teletrabajo
José González Bell - jgonzalez@larepublica.com.co
La crisis del covid-19 en el país puso en jaque a los empresarios, así como a muchos sectores socioeconómicos en Colombia. Adaptarse al teletrabajo, la suspensión de proyectos, obras e inversiones, así como el reto de mantener los contratos de su personal fueron algunos de los obstáculos con los que se enfrentaron en 2020. Pero no todo son malas noticias, hay legados que se fueron construyendo y que hoy los empresarios destacan están para quedarse.
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Trabajo en equipo, entre lo que destacan 25 empresarios tras la llegada de la pandemia
Por ejemplo, la mayoría de CEO resaltan en sus respuestas la solidaridad, pues fue una oportunidad que -aseguran- les permitió acercarse más a sus empleados, y sumar esfuerzos para lograr un ambiente de trabajo de mejor calidad.
Esto ayudó a compensar costos como los de pérdidas de ingresos para los trabajadores, que según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) fueron de US$3,7 billones en 2020, por la destrucción de más de 255 millones de empleos; un impacto cuatro veces mayor al que provocó la crisis financiera de 2009.
Asimismo, el covid-19 les permitió “reinventarse”, basándose en nuevas plataformas y estrategias para así lograr el cumplimiento de los objetivos trazados.
“La pandemia nos ha evidenciado que debemos hacernos cargo como personas, empresas y sociedad para contribuir a soluciones conjuntas, orientadas por propósitos comunes y basadas en el conocimiento colectivo, reconocer la diversidad y escuchar al otro”, dijo el CEO del Grupo Sura, Gonzalo Pérez.
También, tanto como para empresarios como para sus colaboradores, uno de los legados de la pandemia fue el tiempo de calidad en familia, que debido al aislamiento aumentó para muchos líderes de grandes compañías.
“Retomar lo más esencial, compartir momentos de calidad con nuestros seres queridos y apreciar lo más simple de cada día fue el mayor legado de la pandemia. Adicionalmente, vimos la inminente aceleración tecnológica y la necesidad de promover la inclusión financiera desde la innovación”, manifestó Federico Martínez, country manager de Mastercard Colombia.
En 2020, a pesar de la pandemia del covid, 63,20% de las empresas del país mantuvo su número de trabajadores permanentes. Incluso, 3,80% reportaron que aumentó su nómina. Estas dos cifras lograron ser mayores que ese 33% restante, que tuvo que asumir desvinculaciones.
Lo anterior, se suma como un esfuerzo importante teniendo en cuenta que 65,20% de las empresas en el país reportaron haber disminuido sus ventas, y que 23,40% las mantuvo estables.
“La pandemia nos dejó un legado mucho más humanitario, de que somos muy frágiles. Por eso, cada día debemos agradecer, abrazar a la familia, a la que nos pudimos unir y la que me hizo feliz en medio de una crisis”, aseguró el COO de Tecnoglass, Christian Daes.
Frente a estas adversidades valores como el trabajo en equipo, la solidaridad y empatía se convirtieron casi en indispensables en las compañías, que tuvieron que valerse de estas para superar momentos como el aislamiento obligatorio y los primeros contagios en las oficinas.
“La pandemia nos dejó una gran enseñanza sobre el valor del trabajo en equipo en momentos de crisis. Pocas veces en la historia hemos trabajado como sociedad tan unidos”, expresó el director de Latam Colombia, Santiago Álvarez.
Un valor que también destacaron la mayoría de líderes de las empresas más grandes del país fue la empatía, para intentar buscar soluciones con esos que no lograron salir de la crisis, y que se evidenciaron en cifras como la de insolvencias que el año pasado llegaron a 1.292. De ese total, 997 fueron admitidas, siendo 882 para reorganización y 175 para liquidación.
Para Jorge Mario Velásquez, presidente del Grupo Empresarial Argos, “nos quedó como legado la solidaridad y empatía para ponernos en el lugar de los demás, para entender que solo ayudándonos los unos a los otros saldremos adelante”.
Para cerrar, un punto que señalaron tampoco se puede perder en la pandemia es la importancia de la sostenibilidad. Juan David Correa, presidente de Protección, concluyó que “no podemos seguir viviendo de la forma como lo veníamos haciendo, no es sostenible. Debemos enfrentar los problemas con sentido de humanidad”.
Los legados de una crisis
La crisis del covid-19 en el país puso en jaque a los empresarios, así como a muchos sectores socioeconómicos en Colombia. Adaptarse al teletrabajo, la suspensión de proyectos, obras e inversiones, así como el reto de mantener los contratos de su personal fueron algunos de los obstáculos con los que se enfrentaron en 2020. Pero no todo son malas noticias, hay legados que se fueron construyendo y que hoy los empresarios destacan están para quedarse
LABORAL
Solidaridad y unión están entre los legados que les quedan a los empresarios
martes, 23 de febrero de 2021
GUARDAR
Los líderes empresariales resaltaron el compromiso y el trabajo en equipo, así como haber superado barreras como el teletrabajo
José González Bell - jgonzalez@larepublica.com.co
La crisis del covid-19 en el país puso en jaque a los empresarios, así como a muchos sectores socioeconómicos en Colombia. Adaptarse al teletrabajo, la suspensión de proyectos, obras e inversiones, así como el reto de mantener los contratos de su personal fueron algunos de los obstáculos con los que se enfrentaron en 2020. Pero no todo son malas noticias, hay legados que se fueron construyendo y que hoy los empresarios destacan están para quedarse.
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Por ejemplo, la mayoría de CEO resaltan en sus respuestas la solidaridad, pues fue una oportunidad que -aseguran- les permitió acercarse más a sus empleados, y sumar esfuerzos para lograr un ambiente de trabajo de mejor calidad.
Esto ayudó a compensar costos como los de pérdidas de ingresos para los trabajadores, que según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) fueron de US$3,7 billones en 2020, por la destrucción de más de 255 millones de empleos; un impacto cuatro veces mayor al que provocó la crisis financiera de 2009.
Asimismo, el covid-19 les permitió “reinventarse”, basándose en nuevas plataformas y estrategias para así lograr el cumplimiento de los objetivos trazados.
“La pandemia nos ha evidenciado que debemos hacernos cargo como personas, empresas y sociedad para contribuir a soluciones conjuntas, orientadas por propósitos comunes y basadas en el conocimiento colectivo, reconocer la diversidad y escuchar al otro”, dijo el CEO del Grupo Sura, Gonzalo Pérez.
También, tanto como para empresarios como para sus colaboradores, uno de los legados de la pandemia fue el tiempo de calidad en familia, que debido al aislamiento aumentó para muchos líderes de grandes compañías.
“Retomar lo más esencial, compartir momentos de calidad con nuestros seres queridos y apreciar lo más simple de cada día fue el mayor legado de la pandemia. Adicionalmente, vimos la inminente aceleración tecnológica y la necesidad de promover la inclusión financiera desde la innovación”, manifestó Federico Martínez, country manager de Mastercard Colombia.
En 2020, a pesar de la pandemia del covid, 63,20% de las empresas del país mantuvo su número de trabajadores permanentes. Incluso, 3,80% reportaron que aumentó su nómina. Estas dos cifras lograron ser mayores que ese 33% restante, que tuvo que asumir desvinculaciones.
Lo anterior, se suma como un esfuerzo importante teniendo en cuenta que 65,20% de las empresas en el país reportaron haber disminuido sus ventas, y que 23,40% las mantuvo estables.
“La pandemia nos dejó un legado mucho más humanitario, de que somos muy frágiles. Por eso, cada día debemos agradecer, abrazar a la familia, a la que nos pudimos unir y la que me hizo feliz en medio de una crisis”, aseguró el COO de Tecnoglass, Christian Daes.
Frente a estas adversidades valores como el trabajo en equipo, la solidaridad y empatía se convirtieron casi en indispensables en las compañías, que tuvieron que valerse de estas para superar momentos como el aislamiento obligatorio y los primeros contagios en las oficinas.
“La pandemia nos dejó una gran enseñanza sobre el valor del trabajo en equipo en momentos de crisis. Pocas veces en la historia hemos trabajado como sociedad tan unidos”, expresó el director de Latam Colombia, Santiago Álvarez.
Un valor que también destacaron la mayoría de líderes de las empresas más grandes del país fue la empatía, para intentar buscar soluciones con esos que no lograron salir de la crisis, y que se evidenciaron en cifras como la de insolvencias que el año pasado llegaron a 1.292. De ese total, 997 fueron admitidas, siendo 882 para reorganización y 175 para liquidación.
Para Jorge Mario Velásquez, presidente del Grupo Empresarial Argos, “nos quedó como legado la solidaridad y empatía para ponernos en el lugar de los demás, para entender que solo ayudándonos los unos a los otros saldremos adelante”.
Para cerrar, un punto que señalaron tampoco se puede perder en la pandemia es la importancia de la sostenibilidad. Juan David Correa, presidente de Protección, concluyó que “no podemos seguir viviendo de la forma como lo veníamos haciendo, no es sostenible. Debemos enfrentar los problemas con sentido de humanidad”.
viernes, julio 17, 2020
martes, junio 16, 2020
miércoles, abril 08, 2020
20 ejemplos de marketing de crisis por el coronavirus
20 ejemplos de marketing de crisis por el coronavirus: Muchas marcas han ayudado y concienciado en esta crisis. Te dejamos 20 de nuestros ejemplos favoritos de estos días. Por Cyberclick.. LEER
jueves, abril 02, 2020
¿QUÉ HACER ANTE EL COVID-19 POR EL RETAIL ESPAÑOL?
¿QUÉ HACER ANTE EL COVID-19 POR EL RETAIL ESPAÑOL?
Las cifras del desempleo publicadas en España son sencillamente estremecedoras. Gran parte de esos nuevos parados, son de las distintas industrias que conforman el sector del Retail.
Desde mi punto de vista, se está hablando poco, o nada, de un tema: es imposible que el Retail abra globalmente y de forma rentable, todas sus tiendas el día que se declare que se levanta el estado de alarma.
¿Cómo se hará la apertura de las tiendas?
- Es posible, como ha sucedido en China, que haya una apertura geográfica de las tiendas. Se irá abriendo por regiones o zonas. Y aquí podemos tener un problema, con las empresas que hayan presentado un Erte a nivel nacional, y no segmentado, ¿se le va a obligar a recuperar las plantillas a nivel nacional cuando solo tienen la posibilidad de abrir en alguna zona? Debería ser evidente que no.
Por sectores. Personalmente creo que se irán abriendo de la siguiente forma
1 fase. Negocios de Retail que tienen menos contacto con el cliente. Aquellos en los que históricamente ha habido en medio un mostrador. Tiendas moda, grandes almacenes, perfumería, loterías …etc
También se abrirán las grandes tiendas de retailers especialistas, pero seguramente se limite el aforo, durante semanas, lo cual es un gran problema para las rentabilidades de estas tiendas tan grandes. Alguien puede argumentar que es lo mismo que les está sucediendo ahora a las cadenas de supermercados, con la gran diferencia que ahora los consumidores están volcando masivamente sus consumos en ese sector en particular, ya que son las únicas tiendas abiertas (junto con farmacias, estancos y poco más). No pueden fragmentar su decisión de compras prioritarias.
Si ya no existía una cadena de tiendas con el cien por cien de sus tiendas rentables en este país, esto agrava el problema. Y nos podemos encontrar con que muchos retailers decidan no abrir ciertas tiendas en un escenario como este de restricciones lógicas de entradas, por motivos de distancia social. Pero es que aunque se permitirá entrar sin ninguna restricción, el consumo seguirá encogido durante meses, y las “tiendas no rentables abiertas” se multiplicarán exponencialmente.
Nos podemos encontrar durante meses conque uno de los mayores empleadores de este país, los distintos sectores que conforman el Retail, fuera masivamente deficitario, con prácticamente todas sus tiendas, locales, restaurantes, cines.. en números rojos, con ventas inferiores a los gastos estructurales de dichas tiendas,locales y demás, y en consecuencia, muchas empresas se obligarán al cierre masivo de tiendas, locales y demás, y por tanto al despido de muchos empleados.
Podemos estar fabricando con un mal enfoque legislativo y estratégico de las autoridades, un apocalipsis del Retail español, que llevará a unos índices de desempleo sin antecendentes prácticamente.
No se puede levantar en un mes el estado de alarma, imponer a unas restricciones (absolutamente lógicas), y a la vez cesar las ayudas. No puede ser que al levantamiento de dicho estado, los retailers de pronto tengan que regresar a la normalidad, lo cual implica plantillas blindadas, pagar con normalidad anterior a la pandemia gastos estructurales como los alquileres , a no tener ayudas, y todo esto en un escenario fracturado durante al menos tres meses, o más. Y esto por supuesto es aplicable a grandes empresas, Pymes y autónomos que tienen que abrir cada mañana una tienda.
¿Ustedes imaginan rentable, por ejemplo, un gran almacén, con restricciones y en un escenario de contracción del consumo? Es sencillamente imposible. Pero aplíquenlo también a la tienda de una PYME.
Y por otro lado, olvidan muchos analistas un dato: España es el país del mundo con más peso en su PIB del turismo.
Muchos retailers viven del turismo de compra, sobre todo en zonas como Cataluña, todo el arco mediterráneo, Baleares y Canarias. Y ya se está hablando de que se prevé que haya un desplome de un 32.4% de la actividad turística.
¿Imaginan ustedes abriendo todas sus tiendas a la vez aquellos retailers que saben que les espera un verano sin apenas turismo, con restricciones de entradas en sus tiendas, y con casi la seguridad de que hallarán un consumo doméstico dubitativo hasta por lo menos una vez que pase el verano?
Es posible que algunos retailers decidirán no abrir algunas de sus tiendas.
A su vez, si cae el turismo, cae el empleo, y si cae el empleo cae el consumo. Muchos empleos que iban a suceder de cara a la temporada de verano, no sucederán.
Fuente : Cinco días.
2 fase. Seguramente se abrirán negocios de Retail como restaurantes. Y como es lógico se implementarán medidas con la seguridad personal de los empleado. Pero también es posible que se establezca una distancia mínimas entre mesas, o incluso un número máximo de personas por mesa, con lo cual la rentabilidad de los negocios caerá en picado.
3 fase. Posiblemente lo último que se abra sean los negocio de Retail en torno al ocio , espectáculos. Por ejemplo, cines. Y sin duda también lo harán con restricciones de capacidades.
Por tanto no se están tomando en cuenta, con el suficiente análisis, esta “dilatada normalización” hasta llegar al día D (de la completa normalidad). Lo cual se puede dilatar hasta el otoño.
Por tanto, es imprescidible que el Gobierno vaya más allá de lo que ha realizado, e incluso de algunas de las peticiones de las grandes organizaciones empresariales. No puede ser que la duración de los ERTEs sean solo mientras dure el estado de alarma. Ya que el Retail español es el gran empleador en España (un hotel, restaurante, ferretería, cine, clínica dental,óptica, supermercado,largo etcétera). Y sencillamente las empresas no podrán absorver todas sus plantillas el día del alta del estado de alarma, pues se encontrarán durante meses con negocio inviables por las restricciones sanitarias, por la falta de turistas extranjeros, y por la contracción en el consumo
Gran parte de la población española trabaja en el Retail o empresas que dan servicio al Retail. Venimos de decenas de miles de tiendas cerradas en 2008. Donde las medidas de ayuda al comercio minorista no fueron acertadas.
Hoy, vivimos en un país de comercios cerrados por causa de fuerza mayor. En un retail de ingresos cero. Y sabemos que de los ingresos cero, pasaremos a los ingresos mínimos durante meses. No sabemos el tiempo que durará esto, pero nunca antes de la llegada del otroño.
Este país de comercios cerrados, o deficitario, no sabemos cuánto durará. Y los que legislan tampoco, pero sin embargo legislan algo tan disparatado que obliga a una industria de plantillas históricamente estacionales a mantenerlas durante un tiempo no definido. Aparentemente es una medida social, cuando es una medida dramáticamente antisocial: están alterando la naturaleza de las cosas, están condenando a muchas empresas a un futuro más que incierto, y por tanto a que cientos de miles de trabajadores se encuentren sin un futuro laboral, al desaparecer muchas empresas
Lo lógico es que se legislara la flexibilización de los Ertes y de las ayudas actuales (e incrementarlas, por ejemplo en el tema del pago de los alquileres de las tiendas cerradas, o en los posteriores meses en semirendimiento). Los Ertes deberían prolongar su duración algún mes más desde el alza estado de alarma por sector y zona geográfica (en el caso de que se decida el levantamiento de forma geográfica).
En un escenario histórico como éste, la clave la flexibilización de las medidas en función de lo que nos diga la realidad. Las empresas deberían poder escatar porcentuales de plantillas en función de la demanda real (ninguna empresa del mundo se va a hacer trampas y no va a rescatar personal si prevé una cierta demanda), y que esta incorporación fuera de forma escalonada, hasta un máximo por ejemplo, de tres meses. Y por supuesto las empresas deberían seguir beneficiándose durante ese tiempo de las bonificaciones de los seguros sociales.
Si no lo hacemos así, estaremos fabricando algo que vengo negando durante años, el Retail apocalipsis.
Laureano Turienzo. Consultor & Asesor empresas retail
2017-2019: 200 conferencias con más de 50.000 asistentes de 15.000 empresa del Retail, y «one to one» con empresas líderes en 32 países. He asesorado, o han contratado mis servicios, 7 de los 10 principales retailers de Iberoamérica y más de 80 empresas e instituciones en estos 3 años.
sábado, marzo 28, 2020
Las importaciones en Colombia en época de crisis
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martes, marzo 24, 2020
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jueves, marzo 19, 2020
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Consejos de Harvard y McKinsey para que las empresas afronten la crisis del covid-19: Ante la pandemia hay estrategias que se pueden adoptar en las organizaciones para afrontar la situación sin impactos negativos.
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