Cualquiera
puede ser jefe que mande, pero pocos puedes ser un buen líder que
inspire. La especialista en management Alison Green de US News apunta
que aquellos jefes que logran despertar afecto entre sus subordinados,
logran tener equipos, más productivos, leales y entregados.
Sin
embargo, como dice el dicho “Nadie es monedita de oro para caerle bien a
todos”, por lo que si eres gerente o manager tendrás que hacer un
esfuerzo extra para lograr el aprecio de las personas a tu cargo.
Por
su parte, el autor David Jacobson señala que lograr el aprecio de las
personas que diriges se basa en dejarlos quejarse, capacitarlos,
compartir los triunfos, relajar un poco las reglas (sobre todo con la
Generación Y) y darles las herramientas para tener una vida sana (buena
comida, seguros médicos, métodos de esparcimiento, etcétera).
En
acciones más enfocadas a la gestión, Green apunta que existen 10
acciones específicas que los jefes pueden tomar para lograr que sus
empleados los quieran y los apoyen incondicionalmente.
1. No seas un cretino:
parece obvio, pero muchos jefes olvidan que gritar, ofender,
desquitarse de los problemas con otros y regañar públicamente no son
señales de una buena gestión de personal. Cuando las personas se sienten
ofendidas de manera personal, evitan dar más de lo requerido para
evitar exponerse. Y no hay mejor manera para perder la lealtad de tu
equipo que hacerlo sentir poco valiosos.
2. Sé razonable:
está bien tener altas expectativas de tu equipo y tener confianza en
sus capacidades especiales, pero eso no significa que puedas pedirles lo
verdaderamente imposible. No puedes exigirle a tu equipo tener
proyectos terminados antes de una fecha real o que trabajen más allá de
las horas estipuladas por su contrato cuando se trata de tareas que
pueden esperar sin problema.
3. Mantén tu palabra:
haz lo que dices que vas a hacer, en el tiempo prometido ya sea con
proyectos con tu equipo u otros departamentos. Se responsivo y dale una
respuesta alcanzable de proyectos, y dale seguimiento a las consultas
que te hagan tus subalternos.
4. Respeto: es
fundamental que tu personal se sienta valorado y actúa en maneras que
demuestren que te preocupas por su calidad de vida. No subestimes el
impacto que tiene el asegurarse que tus buenos empleados sepan que son
buenos.
5. Pide retroalimentación: pide opinión
de las cosas más importantes, desde qué le pareció el evento de la
semana pasada hasta sobre qué puedes hacer para mejorar su vida y hacer
su trabajo más fácil. Los buenos gerentes saben que sus empleados tienen
una perspectiva diferente del trabajo del día a día, por lo que deben
aprovechar su conocimiento sobre las pequeñas cosas que hacen funcionar
tu negocio.
6. Mantente enfocado en los resultados:
no impongas reglas sólo por el hecho de tenerlas, más bien asegúrate
que cada norma tiene una relación real con el trabajo del día a día.
Está bien romper las reglas de vez en cuando si tienen un impacto
positivo en el largo plazo.
7. Qué necesita tu empleado:
es indispensable que saber qué es lo que tus subalternos necesitan para
desempeñar su labor para ayudarlos a conseguirlo. Esto puede ser desde
equipo, entrenamiento, más mano de obra, asesoramiento, talleres,
comentarios más específicos sobre su trabajo, etcétera.
8. No evites tomar decisiones difíciles:
como jefe, tu trabajo consiste en resolver problemas, no evitarlos. Eso
significa que habrá momentos donde tendrás que tener conversaciones
difíciles, tomar decisiones impopulares y hacer cumplir las reglas.
Irónicamente, los gerentes que evitan las confrontaciones suelen hacerlo
para evitar molestar a sus empleados, pero su falta de carácter suele
causar más mayores problemas.
9. Se honesto respecto a los problemas de productividad:
este tipo de conversaciones no es agradable, peor es mucho peor cuando
el empleado siente que no le importa lo suficiente a su jefe como para
recibir retroalimentación de su labor. Debes dar este tipo de feedback
incluso si consideras que este tipo de diálogo no dará resultado, ya que
puede ser que estés subestimando a tu empleado o tal vez para que
empiece a buscar otras opciones de trabajo. Si un gerente tiene quejas o
inquietudes acerca de un empleado y el empleado no lo sabe, el problema
es por lo menos tanto como con el gerente con el empleado.
10. No asumas saber todo lo que está pasando:
siempre tienes que hacer preguntas para conocer realmente el estado de
“salud” de tu equipo. Pregúntales a tus subalternos cosas como qué tan
satisfechos están, cómo es su trabajo, qué podría mejorar su calidad de
vida, qué parte de su trabajo se les dificulta, cuáles son sus objetivos
a corto, mediano y largo plazo, etcétera. Recuerda que muchas personas
temen hablar con franqueza e iniciar la conversación puede elevar su
autoestima.
Respecto a medidas más específicas y de aplicación
diaria Amy Mae Elliot del sitio Mashable describe que para lograr el
“amor incondicional” de tu departamento debes:
*Desbloquear las redes sociales: un estudio de la Universidad de Melbourne señala que esto los hace 9% más productivos.
*Liberar
las opciones de navegador: las personas gustan de elegir personalmente
entre usar IExplorer, Chrome, Opera, Safari, Firefox, etcétera.
*Incluirlos en la estrategia digital de la empresa a través de las redes sociales, la página web y la nube.
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