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miércoles, diciembre 11, 2019

domingo, diciembre 08, 2019

jueves, noviembre 07, 2019

Rappi es la cara de la esperanza al emprendedor

Fuente: Portafolio.co

Rappi es la cara de la esperanza al emprendedor

Para Toby Stuart, director de la facultad de emprendimiento de Berkeley Haas, la ‘app’ es un fenómeno cultural que podría impulsar otras firmas.




Toby Stuart, director de la facultad del programa de emprendimiento de Berkeley Haas.

CEET
POR:
PORTAFOLIO
NOVIEMBRE 06 DE 2019 - 10:00 P.M.


En la presentación del Informe Nacional de Competitividad 2019-2020 en Bogotá, Toby Stuart, profesor de emprendimiento, estrategia e innovación, y director de la facultad del Programa de Emprendimiento de Berkeley Haas, participó de un conversatorio en el que se habló de los nuevos empresarios y la productividad.

(Lea: Rappi presenta PickUp, un nuevo modelo de entrega en restaurantes)

En diálogo con Portafolio, Stuart se refirió a las habilidades que tienen los emprendendores, el papel que debe jugar el Estado para potenciarlos y la importancia de que el sistema educativo se fortalezca en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (Stem, por sus siglas en inglés).

(Lea: 'Rappitenderos no son empleados de Rappi, son usuarios')

¿Qué tipo de trabajo desarrolla en el instituto de Berkeley?

Hass es la escuela de negocios de la Universidad de California en Berkeley. Dirijo el grupo de emprendedores. Mi departamento se centra en la enseñanza de la investigación y las actividades relacionadas con el espíritu emprendedor.

¿Ha estado en el país previamente?

Este es un país que en los últimos años hemos empezado a seguir. Lo conozco desde hace un tiempo. Comencé a trabajar con José Alberto Vélez, ex presidente del Grupo Argos en el equipo de liderazgo de la firma hace cuatro años. Eso condujo a algunos trabajos con otras empresas.

En otros temas, ¿cree que cualquiera puede convertirse en empresario o debe tener ciertas habilidades?

Es una gran pregunta. Ha sido hecha durante quizás cien años y si lees sobre el tema, llegarías a la conclusión de que no hay un conjunto de rasgos de personalidad verdaderamente consensuados que lleven a las personas a convertirse en emprendedores. Los académicos hemos pasado años luchando sobre lo que significa ser emprendedor. Y la mayoría de las definiciones no son útiles en la práctica.

Un colega mío me dio una definición de espíritu empresarial, que es la de una persona que persigue la oportunidad sin tener en cuenta los recursos controlados. Y creo que eso resume la esencia del acto en la que una vez uno deja atrás las formas más básicas de emprendimiento. A menudo se trata de un proceso de movilización de recursos para construir cualquier tipo de organización.

¿Qué debería hacer el Estado para ayudar a la gente a abrir negocios o para proteger esas empresas creadas?

A menudo se mira a EE.UU. y a Silicon Valley, en particular, y se piensa que es un semillero de emprendimiento y cree que el Gobierno no está involucrado en ello porque vivimos en una sociedad capitalista de libre mercado, pero eso no es cierto. El Gobierno establece todas las reglas del juego. Este debe sentar las bases para que florezca el espíritu empresarial.

En Silicon Valley, el emprendimiento es capital humano basado en la mayor parte de la corteza. Este se forma casi exclusivamente en universidades que cuentan con un gran apoyo del sector público, aunque sean privadas. Hay un papel que el Gobierno juega en el proceso empresarial al crear el fondo de capital humano que luego sale para tener estas ideas y convertirlas en empresas.

¿Qué mensaje le daría a la universidad de Colombia para poder desencadenar procesos de emprendimiento?

Invertir en educación construye el capital humano para iniciar compañías de economía naranja. Además, eleva la productividad y las oportunidades para la nación. Creo que desarrollar el sistema universitario es una idea fantástica como política. Una de las maneras en que el Gobierno puede potencialmente afectar lo que sucede es decidir qué tan fuertemente enfatiza en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, en relación a otros campos de estudio.

¿Cuál es la importancia de que surjan más emprendimientos como Rappi?

Rappi es un fenómeno cultural que crea un modelo para que los jóvenes del país lo vean. Genera una realidad, le muestra a la gente lo que es posible en su territorio. Y eso es muy importante para el espíritu emprendedor porque las personas necesitan tener esperanzas sobre cómo será el futuro y cómo serían sus perspectivas si se convirtieran en empresarios. Una de las cosas que los Rappi del mundo dan a nuestras sociedades es la cara de esa esperanza.

En Colombia hay diferentes tipos de empresarios, pero mucha gente emprende por necesidad, no por la idea de un negocio consolidado. ¿Han pensado en ese tipo de empresariado?

Seguro. Hacemos una distinción entre lo que a menudo llamaremos espíritu empresarial basado en la necesidad y esa es la oportunidad que persiguen las personas que generalmente no tienen perspectivas convincentes en el mercado laboral primario.

Y luego en el otro extremo del espectro tenemos lo que yo llamo emprendimiento de alto potencial, que está mucho más enfocado en compañías que tienen grandes planes, ambiciones de crecer rápidamente, contratar a un montón de gente y crear un nivel más amplio de valor y cambio económico.

Silicon Valley es modelo de emprendimiento, pero se basa en tecnología, ¿cómo puede un país con otro tipo de recursos crear su propio Silicon Valley?

No creo que sea probable que se realice un esfuerzo para replicar Silicon Valley en un sentido estricto. Casi todos los alcaldes que dirigen una gran ciudad de EE. UU. han intentado reproducir las condiciones previas de Silicon Valley y crear el tipo de industria tecnológica que ocurre allí, pero no ha sucedido.

El país sigue emigrando hacia una economía basada en el conocimiento de alto valor, con una base sólida en la industria manufacturera básica, la venta al por menor y otras infraestructuras. Gran parte del crecimiento empresarial se ha producido en los sectores relacionados con el conocimiento y eso ha sido mucho más amplio que lo que acaba de ocurrir en Silicon Valley.

De otro lado, creo que el éxito en otras partes del mundo tiene que ver menos con la invención y más con la adopción realmente rápida.

sábado, septiembre 21, 2019

COLOMBIA - El perfil de un rappitendero

Fuente: Portafolio.co

El perfil de un rappitendero

Estudio de la Universidad del Rosario revela cómo viven, su nivel de estudios y su estrato socioeconómico. 57% son venezolanos.




El 63,2% reconoce haber sufrido accidentes de trabajo y el 66,7% haber contraído enfermedades laborales en los últimos 2 años.
POR:
PORTAFOLIO
SEPTIEMBRE 20 DE 2019 - 10:07 A.M.


Una encuesta hecha a 318 rappitenderos revela el perfil y da una radiografía de cómo viven estas personas en el país.

El pulso, elaborado por la Universidad del Rosario, reveló que el 91,2% sostiene no estar afiliado al Sistema General de Riesgos Laborales.

Por su parte, el 63,2% reconoce haber sufrido accidentes de trabajo y el 66,7% haber contraído enfermedades laborales en los últimos 2 años.

(Rappi pone en marcha su nuevo servicio ‘Pit Stops’ para Rappitenderos).


Del total de la muestra, el 57% de los trabajadores señala ser migrante venezolano.
La “Encuesta para trabajadores y trabajadoras de Rappi” fue realizada por el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, el Centro de Solidaridad, Defens y la Escuela Nacional Sindical, en coordinación con los Centros de Atención Laboral.

RESULTADOS DE LA ENCUESTA

“La encuesta se realizó en Bogotá, Medellín y la sabana de Bogotá entre 318 rappitenderos. Los resultados demuestran una prevalencia masculina en materia de género entre 18 y 35 años de edad, con alta presencia de trabajadores migrantes venezolanos en un 57% en el desarrollo de este tipo de actividades”, explicó Iván Daniel Jaramillo Jassir, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.

“En materia de ingresos vitales el estudio señala que un 81,4% afirma trabajar solo para Rappi, sin exigencia de la empresa en portar elementos de seguridad en el trabajo en un 75,5% y ausencia de vinculación al Sistema Integral de Seguridad Social en Salud en un 53,9%”, señala Jaramillo.

Para el académico “resulta preocupante que el 93,4% afirmó no estar afiliado al Sistema de Pensiones, al tiempo que el 91,2% sostiene no estar afiliado al Sistema General de Riesgos Laborales, en contraste con el reconocimiento del 63,2% de haber sufrido accidentes de trabajo y el 66,7% de haber contraído enfermedades laborales en los últimos 2 años”.

(‘Contratación de rappitenderos es legal’, Mintrabajo).


“Estos resultados de la encuesta en materia de reconocimiento y disfrute de derechos individuales y sindicales de los trabajadores digitales debe abrir un espacio de reflexión para la adecuación e incorporación de este grupo poblacional en los estándares del trabajo en condiciones dignas y justas garantizado en la Constitución Política como derecho fundamental”, agregó el investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.

El estudio entre los 318 rappitenderos encuestados por el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, el Centro de Solidaridad, Defens y la Escuela Nacional Sindical, revela además lo siguiente:

- El 86,6% son hombres y el 16,6% mujeres.
- El 59,7% es cabeza de familia.
- El 58,2% tiene hijos. De estos, el 46% tiene 1 hijo y el 40,2% dos hijos.
- El 87% vive en vivienda en arriendo.
- El 45,6% vive es estrato 2, el 38,4% en estrato 3 y el 9,1% en estrato 1.
- Sobre el estado civil, el 44% es soltero, el 34% vive en unión libre y el 15,7% es casado.
- En cuanto a nivel de estudios realizados, el 53,1% cursó secundaria, el 16,4% técnica, el 12,3% universidad y el 10,7% posgrado.

jueves, agosto 01, 2019

La hora pico de las compras virtuales es entre las 6:00 p.m y 8:00 p.m

Fuente: La Republica.co

La hora pico de las compras virtuales es entre las 6:00 p.m y 8:00 p.m

miércoles, 31 de julio de 2019

GUARDAR

El unicornio colombiano reveló que el 52,7% de las compras en la app son hechas por mujeres.

María Paula Aristizábal Bedoya - maristizabal@larepublica.com.co

Ir a la tienda por el pan o entrar a un centro comercial un sábado a las 6:00p.m. podía significar un suplicio para muchos hace unos años. Hoy esto ha evolucionado, gracias a la entrada al ruedo de aplicaciones como Rappi, Merqueo, las personas ya no tienen que salir de su casa para hacer las compras, ahora solo basta con descargar la app de su preferencia y dar unos cuantos clics para pedir lo que necesita.

Durante el primer semestre del año, Rappi registró que los días de mayor tráfico son los viernes, sábado y domingo, así como que las horas de mayor cantidad de órdenes son entre las 6p.m y 8 p.m.

LOS CONTRASTES


SANTIAGO MEJÍACOFUNDADOR RAPPI

“Rappi logró cambiar hábitos de consumo y de compra en los usuarios gracias a la tecnología”.

El unicornio colombiano reveló que el 52,7% de las compras en la app son hechas por mujeres, 63% pagadas con tarjeta de crédito y 60,1% a través de un iPhone. También explicó que, en promedio los usuarios hacen 5,7 compras al mes por valores que rondan los US$12,67.

Euromonitor prevé que las ventas a través de dispositivos móviles en Colombia este año van a ser más de 100 veces mayores de lo que fueron en el 2013. Un objetivo que puede lograrse con la colaboración de las apps que están en el mercado y la mejora de experiencia de usuario en los smartphone.


miércoles, julio 31, 2019

Que Rappi siga creciendo

Fuente: Portafolio.co

Que Rappi siga creciendo

Está en riesgo la salud de un gran emprendimiento que ha sorprendido al mundo y que aún goza de reputación, sobre todo
entre los inversionistas.




De acuerdo con el MinTrabajo, el modelo que existe actualmente violenta los derechos de los trabajadores más pobres.
POR:
PORTAFOLIO
JULIO 30 DE 2019 - 10:00 P.M.


Hoy más que nunca, las empresas están bajo el escrutinio permanente de una sociedad cambiante, cuya desconfianza en las organizaciones, las instituciones, sus líderes y los organismos de control es cada vez mayor.

(Lea: ¿Cómo hace Rappi para crecer al 25% mensual?)

Y la importancia de esto, es que las personas están tomando sus decisiones de compra y recomendación de productos y servicios, de inversión y de lealtad, así como de en el lugar a donde van a laborar, sobre la percepción que tienen acerca de las empresas y sus marcas, formadas a partir de las experiencias que les han generado, de la opinión de terceros y de los contenidos que encuentran en los medios tradicionales y digitales.

(Lea: 'Rappitenderos no son empleados de Rappi, son usuarios')

Más allá de la calidad y del nivel de servicio, que son esenciales, los consumidores y la sociedad, en general, se están fijando en la forma de actuar de las empresas como empleadores, el cuidado que tienen con el medio ambiente, su administración, la ética, los resultados y si es un buen lugar para trabajar, entre otros aspectos.

(Lea: ¿Están realmente excluidos los Rappitenderos de los derechos laborales como lo afirma el Ministerio de Trabajo?)

Quienes lo ignoren y no lo tengan presente dentro de su cultura y estrategia corporativa se verán exigidos y los efectos de una percepción negativa (reputación) se reflejarán en los resultados financieros y el valor comercial de la compañía. No de forma inmediata, pero el tiempo lo irá confirmando.

Este es un riesgo que hoy corre Rappi, un emprendimiento que surgió con increíble éxito y que tiene a la empresa en el radar tanto de inversionistas, personas en busca de oportunidades de empleo, medios de comunicación, analistas y la opinión pública, quienes desde un comienzo le dieron su apoyo.

La compañía se está viendo afectada por una cobertura negativa a través de redes sociales y en medios de comunicación por cuenta de diversos hechos, entre ellos, el comportamiento inadecuado en las calles de algunos “rappitenderos”, la calidad del servicio a sus clientes y las políticas laborales de la empresa.

Asimismo, hay comentarios por fallas en la entrega de los pedidos, las demoras en las devoluciones de dinero, y la SIC informó que la compañía fue sancionada por un supuesto incumplimiento en las leyes de protección de datos. Los temas que la están afectando son varios y de diferente naturaleza.

El diario Portafolio, en un reciente artículo titulado “Los líos de Rappi que crecen tan rápido como sus pedidos”, pone de presente el sensible tema laboral por el cual el Ministerio de Trabajo de Colombia la tiene “bajo la lupa” y menciona cómo en Chile se habla de “explotación encubierta”. A esto se ha sumado el reclamo de “rappitenderos” quienes piden mejores condiciones para trabajar, a lo cual la compañía responde apoyándose en el Código Laboral.

Pero el público no se fija en el tipo de contrato que tienen las empresas con quienes trabajan en ella. Las personas asumen que quienes llevan la marca están vinculadas de una u otra forma, que la representan y que la compañía es responsable por el impacto que genera su actividad empresarial.

Es tiempo de corregir el rumbo
Andrea Bonime-Blanc, CEO de GEC Risk Advisory, asegura que hoy “no se trata de ser buenos o malos, pero comportarse ‘mal’ en la nueva era de la hipetransparencia puede resultar peligroso para el bienestar de la organización.

El daño puede ser instantáneo y en algunos casos irreversible. Ya no se trata únicamente de fabricar productos, ofrecer servicios o crear valor sino de hacer todas esas cosas, bajo la mirada atenta de todos aquellos acostumbrados a vivir en un mundo hipertransparente”.

Rappi goza aún de una percepción positiva, acompañada de una gran expectativa, sobre todo de los inversionistas y aliados con quienes está desarrollando nuevos proyectos, y está a tiempo de corregir el rumbo reputacional escuchando la voz de las audiencias, poniendo en perspectiva su mapa de riesgos y desarrollando un plan de acción que le permita, con hechos, mejorar los temas que son objeto de cuestionamientos para detener el crecimiento de opiniones negativas.

Y también para quitarle argumentos a personas que, de oficio, atacan el emprendimiento, la empresa privada y la generación de empleo buscando obtener dividendos políticos y generar desconfianza, aunque nunca han creado un solo puesto de trabajo.

Vivimos una época en que el poder está en manos de los grupos de interés y las compañías necesitan construir confianza como un elemento clave en su relación con la sociedad. Para Ángel Alloza, especialista español en Reputación Corporativa, esto debe hacerse “a partir de adquirir compromisos sobre los temas que son relevantes para los ciudadanos (como respuesta a lo que esperan de la organización los grupos de interés) y después cumplirlos”.

Si no lo hace, Rappi se verá exigida e irá perdiendo poco a poco su percepción positiva, porque como lo advierte Deloitte, “es más probable que las compañías e industrias con problemas de reputación incurran en la ira de los legisladores, los reguladores y el público”.

Lo que está en riesgo es la salud de un gran emprendimiento que ha sorprendido al mundo y queremos que Rappi siga creciendo.


Luis Fernando Cortés
Director Ejecutivo de Loyalty

martes, julio 30, 2019

Crónica de Alejandra Uribe: ¿Cómo es trabajar un día de rappitendero en Bogotá?

Fuente: La Republica.co 

COMERCIO
Crónica de Alejandra Uribe: ¿Cómo es trabajar un día de rappitendero en Bogotá?

martes, 30 de julio de 2019

GUARDAR

Se calcula que en el país existen 20.000 rappitenderos aproximadamente y trabajan 12 horas diarias para un salario diario de $40.800


María Alejandra Ruiz Rico - mruiz@larepublica.com.co

Ser Rappitendero no es nada fácil. Si empezamos teniendo en cuenta el curso de una hora que hay que tomar por internet o de manera presencial en el que enseñan uno a uno los pasos para lograr el éxito en los domicilios. El mío fue rápido, 10 minutos sentada en el computador y listo, puntuación de 100 sobre 100.

Además, hay que esperar casi dos horas para lograr hacer cualquier activación de la plataforma, solucionar un problema con la afiliación, incluso si quiere ser todo un Rappitendero elegante y comprar su dotación para prestar el mejor servicio, sin dejar de lado que se debe tener un mínimo de datos móviles para hacer la inscripción, hacer la afiliación y descargar lo que será la principal herramienta de trabajo.

Llegué al barrio Polo, al nororiente de la ciudad, donde me encontré con una casa enorme, de esas que ya no suelen existir en Bogotá. Estaba repleta de gente que comía empanada mientras esperaban el llamado para que la oportunidad de trabajo empezara a ser realidad.

Me acerqué a una chica, -por eso que entre mujeres nos entendemos mejor-, y le dije: “¡Hola!, ¿Qué tal es la cosa? es mi primer día”. Ella con una sonrisa me saludó y me dijo: “pues bien, es mi segundo día, lo difícil son las direcciones, pero dale, entra ahí, te dan el turno y compras la maleta”. Agradecí y caminé en medio de la multitud hasta encontrarme con el celador.

“¿Qué viene hacer?”, me preguntó, a lo que respondí: “a inscribirme, activarme para trabajar”, inmediatamente me dijo: “Tome su turno y espere hasta las 10 (dos horas), si se mueve pierde el turno”, frase tras la cual le di las gracias.

Luego de ese primer encuentro con aquel que sabe y entrega todas las indicaciones, era momento de romper el hielo con los nuevos compañeros que nos encontrábamos en esa casa oscura, una casa con olor extraño por el trapero con el que la señora del aseo trataba de ponerle una mejor cara al lugar, donde las paredes ya no son blancas sino grises del mugre y donde el naranja de Rappi resalta a plena vista

“¡Hola!”, dije de nuevo con mi cara siempre sonriente, “soy nueva, ¿qué tal es la cosa?”. Un muchacho con acento venezolano vestido de negro de pies a cabeza me respondió: “¡Jum! dicen que bien. Mi hermano lleva 6 meses y le ha ido bien, por lo menos hay para comer”.

En medio de la ignorancia y el desespero de ver que el ‘digiturno’ que está en un televisor desgastado no se movía, seguí haciendo preguntas a otros hombres, también con acento extranjero, sobre lo que sería mi trabajo.

- Bueno y ¿cómo hago mi primer domicilio si no tengo dinero ni nada?
- Tranquila, como estás en primer nivel, solo escribes en tarjeta de crédito, te dan un código y es tu boleto de pago.
- ¿Niveles?, pregunté con cara de terror.
- Sí, claro, son 6 niveles. Entre más alto, más ganas, mejores servicios de salen y puedes ganar más dinero y en efectivo.

Por fin hicieron el llamado, descargué la aplicación con la que se me permitiría conocer el mundo del Rappitendero que anda a pie, en bicicleta, en bicicleta con motor, o quizás en moto.

Llené cada uno de los pasos, me tomé una ‘selfie’ y listo, ya era una Rappitendera caminante que estaría por la ciudad con la famosa maleta naranja, que para adquirirla, tuve que hacer una fila de 20 minutos y sacar de mi bolsillo 24 mil pesos, y eso que era una pequeña.

La otra, más grande, vale 80 mil. Esto sí, se paga de contado, aunque si quizás uno no tiene dinero, se la puede llevar a cuotas, las cuales se van descontando dependiendo de los domicilios que cada Rappitendero haga.

A un cálculo al ojo, pude determinar que más de la mitad de los que estaban allí eran hombres y solo unas pocas mujeres alistábamos las piernas para recorrer las calles, entregar domicilios y recibir propinas que aumentarían las ganancias, las cuales sólo dependen de nosotros (los Rappitenderos) y que llegan a los bolsillos cada martes el día que consignan.

Estaba lista con la maleta de primípara, la aplicación activa en un teléfono Android, pues es la única alternativa para descargarla, y con mi número de registro, el 200.883, que representa a las personas que están registradas, aunque solo 25 mil están activas recorriendo las calles de la ciudad.

Era el momento de salir a trabajar, no sin antes encontrarme con los vendedores de planes móviles que casualmente también son extranjeros.

- ¿Lista para trabajar?, Me dijo un muchacho con chaqueta naranja y azul.
- Sí, estoy lista, pero quiero un plan de datos.
- Claro que sí. Están los especiales para Rappi, el que más usan es el de 39.900 pesos y te dan 2G, con eso trabajas fácil.

Agradezco al señor, y le digo que en otra oportunidad será, aunque la idea suena tentadora, porque solo con mi cédula, con el pasaporte o con el documento que sea, activan el plan.
Al otro día salgo a trabajar desde las 7 de la mañana, con mi maleta y mis piernas (mi primera herramienta de trabajo), lista para entregar los pedidos tal y como me lo habían enseñado en el curso.
Me pongo activa y la ansiedad se apodera de mí, es la primera vez que entregaré un pedido. Suena el celular y mi primer reto lleva huevos, arepas con queso doblecrema y margarina para cocinar, lo que seguramente sería un desayuno delicioso. Corro al almacén que me dicen y allí me encuentro con mi shopper.

¿Un shopper? Sí, la persona que ayuda a los Rappidtenderos para tener listos los productos seleccionados por el cliente. Todo esto para lograr que llegue el pedido más rápido y en la calidad adecuada. Como no sabía eso, entré como loca a recoger mis productos, aunque apareció mi ángel guardián. Me dio la factura y pasó mi cédula.

Corrí hacia la subida a La Calera, donde entregaba mi primer domicilio, y que dejaba en mis bolsillos 3.720 pesos. Llegué con una sonrisa, la de siempre, pero los celadores no me dejaron subir, me dijeron que dejara el pedido y me fuera. Al final tuve una propina que no llegó en efectivo a mis manos, aunque me quedó la satisfacción de haber entregado mi primer domicilio, pese a la carrera y el dolor de piernas.

El segundo pedido tenía una propina de 1.500 pesos, los cuales no tenía en mi bolsillo y me hicieron feliz. Este reto también parecía un desayuno: una torta, un palito de queso y un café. Por error salí corriendo en medio de mi afán por llevar el domicilio y la aplicación me recordó que tenía que llevar los utensilios para comer, me devolví y un compañero de mi nuevo trabajo me dijo: “Mija, envuélvalos bien, porque no te aceptan los cubiertos así por higiene”.

Miro como lo hace él y tomo todo, lo envuelvo en una servilleta y de nuevo salgo corriendo. Logré en casi 20 minutos hacer mi segunda entrega con la que ya acumulaba 7.934 pesos en mi bolsillo. Nada comparado con los 129.984 pesos que se hizo un nuevo amigo trabajando el lunes de 7:30 de la mañana a 8 de la noche.

Al día siguiente, en mi segunda jornada, recibí de pedido un domicilio de un mercado completo: soda, limones, maní, queso y canela. Con este ya eran 2 mil pesos en mi bolsillo a las 6:30 de la mañana, aunque este día no fue tan fructífero, pues solo hice dos domicilios que me dejaron apenas 5 mil pesos en los bolsillos y la sensación que los vigilantes y los domiciliarios no se la llevan muy bien.

El final de mi breve trabajo como Rappidtendera me dejó no solo 14 mil pesos de ganancia, sino las piernas desgastadas, la espalda ultrajada, y eso sí, unos buenos amigos extranjeros que día a día trabajan con Rappi.

Por Alejandra Uribe

sábado, julio 27, 2019

RAPPI ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO

Dinero.com

Fuente: Mall y retail

RAPPI ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO


Rappi, una innovadora plataforma de plataformas, se ha convertido en una verdadera revolución. Hoy por hoy, simboliza como ninguno el emprendimiento en Colombia y Latinoamérica.




Se transformó en el primer unicornio –startup valorada en más de US$1.000 millones– que tiene Colombia, y sigue creciendo. Todavía no alcanza a ser rentable, pero su valoración supera los US$3.000 millones.

Rappi ya opera además en Brasil, México, Argentina, Chile, Uruguay y Perú. Y, por si fuera poco, protagonizó la principal transacción en el primer semestre de este año en Colombia: Softbank, uno de los más grandes fondos de inversión del mundo, le inyectó US$1.000 millones de capital fresco.

Además, logró que Davivienda –una de las instituciones financieras más poderosas del país, perteneciente al Grupo Bolívar– entrara a formar parte de Rappipay. Este servicio permite hacer retiros en los cajeros del banco con la aplicación de Rappi mediante códigos QR. Y se puede usar además en comercios para realizar transferencias de dinero y pagar impuestos y facturas.

Rappi representa hoy para Colombia lo mejor de la economía digital: nos ha enseñado la necesidad de pensar a nivel global. Demostró que las buenas ideas encuentran financiación y que sí hay plata para emprender. En general, Rappi puso a Colombia en el mapa del emprendimiento mundial.

Pero también, como toda startup exitosa, tiene su lado polémico y genera profundos debates. El primero, si estas compañías agregan valor o capturan el que otros sectores producen. Además, su disrupción genera interrogantes en los frentes laboral, tributario, de protección de datos del consumidor y hasta de competencia.

Como explicó a Dinero Pablo Márquez, exdirector de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) y socio de la firma de abogados Márquez, Barrera, Castañeda y Ramírez, “su modelo de negocio va tan rápido y de una forma tan disruptiva que las disposiciones legales no se acomodan, simplemente no casan. Esa ficha no sirve en ese rompecabezas legal”.

Esta realidad ha generado situaciones complejas. En primer lugar, los ‘rappitenderos‘, las personas que llevan las mercancías a los clientes, han protestado reiteradamente pues exigen un mejor trato laboral. Además, como ocurre con otras aplicaciones, muchos usuarios se quejan porque no saben quién responde en caso de mal servicio o deficiencias en los productos transados por medio de la plataforma. Como si fuera poco, para las autoridades de tránsito se ha vuelto un problema la proliferación de ‘rappitenderos‘ en bicicleta o moto que no respetan las normas de tránsito. Finalmente, ya hay investigaciones de la Superintendencia de Industria y Comercio(SIC), que sancionó a Rappi por su falta de gestión para proteger los datos de los usuarios y por quejas de consumidores.

La situación ha puesto al Gobierno a buscar fórmulas para atender este escenario de negocios y competencia y encontrar estrategias para ‘nivelar la cancha‘. Sin duda, los negocios, desde siempre, han ido mucho más rápido que las regulaciones. Hace apenas unos tres lustros, empresas de telecomunicaciones como ETB, Orbitel y la extinta Telecom pagaron más de US$300 millones por licencias de larga distancia que apenas unos años después quedaron obsoletas ante el desarrollo de internet y las comunicaciones.

Este no es un fenómeno local. El debate sobre las implicaciones de las aplicaciones y de las grandes empresas tecnológicas anda en su punto más alto en el planeta. Solo un ejemplo: la más reciente cumbre de ministros de Finanzas del G7 llegó a un acuerdo para gravar a las grandes tecnológicas con un impuesto similar al que ya se aplica en Francia. Allí estas firmas deben pagar una tasa de 3% sobre sus ingresos brutos.



¿Generar o capturar valor?

Muchos expertos se hacen preguntas de fondo acerca del aporte económico de estas iniciativas. Cuestionan hasta qué punto hay una relación proporcional entre la forma en que una compañía digital genera valor y su manera de obtener ganancias. Rappi, en menos de dos años, pasó de ser una iniciativa de tres jóvenes para ofrecer servicios a domicilio en una tienda de barrio a ser una multinacional. En solo cinco meses (de diciembre de 2018 a abril de 2019) Rappi recibió $4,4 billones en capital, más de la mitad del recaudo que generó la última reforma tributaria.

Esta startup crece a tasas de 20% mensual, tiene 3.000 empleados y, como explicó su fundador Simón Borrero, en reciente entrevista a Semana, “Rappi ha generado oportunidades de trabajo a más de 50.000 ‘rappitenderos‘ y si seguimos creciendo a este ritmo, en un año estaremos generando oportunidades a 500.000 en la región. Esa es una cifra relevante para nuestros países”.

Por otro lado, el modelo de Rappi tiene éxito porque no se centró en el domicilio. Empezó a buscar todo lo que podía generarle valor al consumidor en una aplicación, pero también oportunidades para la oferta. Cuando la aplicación de Rappi crece y se vuelve viral, masifica su lado de consumidores pero también debe crecer su modelo de negocio por el lado de comercios y servicios.

Estos modelos de negocio necesitan que ambos lados crezcan lo suficientemente rápido para ser atractivos. Por eso Rappi no solo tiene que ver con comida: introdujo a su oferta patinetas, seguros, medicinas, transacciones financieras y como plataforma empieza a aglomerar muchos negocios, pero también a incorporar otras plataformas.

Como ha dicho Borrero: “La idea es desarrollar algo como la nueva generación de Alibaba y Alipay, eso es lo que queremos construir. Queremos ser la empresa de tecnología más importante de la región. La idea (con la inversión de Softbank) es volver a Rappi una super app, una aplicación en donde resuelves tu vida. Pero eso no lo hacemos solos, necesitamos a otras startups que crezcan rápido gracias a vivir dentro del ecosistema Rappi. Así como las patinetas de Grin que tenemos hoy, vendrán muchas otras novedades, como doctores en casa, telemedicina y muchas otras, que facilitarán la vida a la gente”.



Para ello no solo necesita juntar consumidores con la oferta, también requiere una pata fundamental de ese trípode: los ‘rappitenderos‘. Al efecto se combinaron varios factores: gente dispuesta a pagar porque le traigan un producto o le presten un servicio; comercios que buscan nuevos canales para crecer y personas dispuestas a prestar el servicio en su tiempo libre. Pero esta última condición, planteada ya en apps como Uber, condujo a que muchas de esas personas encontraran allí su única forma de sustento. Un panorama impulsado en Colombia por las altas tasas de desempleo y por una migración venezolana en aumento. Ese es uno de sus más importantes nichos, pero también donde se concentran gran parte de sus problemas.

“La innovación disruptiva de alto nivel trae per se en cualquier país problemas legislativos. No somos los primeros ni los últimos abocados a una brecha muy grande entre la innovación y el emprendimiento”, dice Ignacio Gaitán, director de iNNpulsa. Según él, es el impacto que genera una implementación que no tiene que ver con el negocio principal sino con el despliegue del mismo.

Esa forma de crecer pone los pelos de punta a muchos expertos, autoridades y reguladores. Parecería que la gente no se hubiera percatado de algo que las startups plantean: la manera acelerada de generar valor.

Pero ese, justamente, es el punto de discusión. La economista Mariana Mazucatto, una de las gurús en temas de innovación, acaba de plantear el asunto en su libro El valor de las cosas.

Según ella, los economistas clásicos “distinguen entre trabajo ‘productivo’, que contribuye a aumentar el valor de lo que se produce, y trabajo ‘improductivo’, que no lo hace. Las actividades que dan beneficios a las plataformas online –los anuncios, el análisis de la información privada y el comportamiento de los usuarios– no aumentan el valor de lo que se produce, que son servicios para usuarios que consisten en, por ejemplo, poner un mensaje en Facebook o hacer una búsqueda en Google. Más bien, esas actividades ayudan a las empresas a competir entre sí para apropiarse, de manera individual, de una participación mayor del valor producido”.

El tema es sensible, pues no se trata de un simple asunto de percepción o valoración moral. Plantea una paradoja de valor: las startups muestran unos procesos de valorización exponenciales que hacen suponer que están ofreciendo una transformación en los servicios y productos que ayudan a intermediar. Pero las hamburguesas que Rappi lleva son las mismas que los restaurantes ofrecían antes de aparecer esta compañía. Así la pregunta se refiere al valor agregado que generan estas startups. Desde una perspectiva de las cuentas nacionales, el valor agregado corresponde al precio del bien final menos el precio de los bienes intermedios. Pero aún no queda resuelta la pregunta sobre qué es un bien intermedio para la economía digital.

Así, es posible concluir que las tecnológicas como Rappi usan un bien intermedio, consistente en una base de datos masiva que le han entregado sus usuarios acerca de sus hábitos y ubicaciones geográficas. Algunos expertos van más allá. Dicen que para establecer el verdadero valor agregado, Rappi debería informar el precio que está dispuesta a pagar por obtener los datos y cuánto va a cobrar por administrar y hacer uso inteligente de esa información. Sobre esa base se podría analizar su verdadero impacto económico y su valorización real en los mercados de capitales. En este frente, la sociedad apenas está dando sus primeros pasos.



¿Complemento de la banca?

Muchos sectores ven las plataformas digitales como una amenaza. Pero el sector financiero colombiano las considera una oportunidad para avanzar en su transformación digital. Lo prueba la alianza entre el Banco Davivienda y Rappi, que permitirá realizar pagos con la aplicación. Sin duda, esto representa una apuesta por la innovación y la inclusión, afirma Santiago Castro, presidente de Asobancaria. Agrega que este tipo de integraciones va a permitir aprovechar mejor los 4,8 millones de depósitos electrónicos y fomentar el uso de medios de pago digitales.

No obstante, en el mundo hay un fuerte debate por temas como la nueva moneda de Facebook. Muchos temen que este tipo de iniciativas sirvan para blanquear dinero o para evadir impuestos. De hecho, los ministros de Finanzas del G7 alcanzaron un consenso para “actuar rápidamente” ante el “preocupante” proyecto de libra, la criptomoneda del gigante de internet. Sin duda, las nuevas plataformas representan un cambio hacia un nuevo sistema bancario y de pago. Castro afirma que el cambio es bienvenido “siempre y cuando se eviten arbitrajes regulatorios y se garantice la estabilidad del sistema y el bienestar de los usuarios”.


Fuente: Revista Dinero.


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viernes, julio 26, 2019

¿Rappi-problemas o Rappi-oportunidades? Los desafíos de la gran unicornio colombiana

Dinero.com

¿Rappi-problemas o Rappi-oportunidades? Los desafíos de la gran unicornio colombiana

El caso de Rappi, el primer unicornio colombiano, valorado en más de US$3.000 millones, pone en evidencia los desafíos regulatorios de la disrupción digital. ¿Hora de asustarnos o de aprovechar la oportunidad? El debate es global.

¿Rappi-problemas o Rappi-oportunidades? Los desafíos de la gran unicornio colombiana


Rappi, una innovadora plataforma de plataformas, se ha convertido en una verdadera revolución. Hoy por hoy, simboliza como ninguno el emprendimiento en Colombia y Latinoamérica.

Se transformó en el primer unicornio –startup valorada en más de US$1.000 millones– que tiene Colombia, y sigue creciendo. Todavía no alcanza a ser rentable, pero su valoración supera los US$3.000 millones.

Rappi ya opera además en Brasil, México, Argentina, Chile, Uruguay y Perú. Y, por si fuera poco, protagonizó la principal transacción en el primer semestre de este año en Colombia: Softbank, uno de los más grandes fondos de inversión del mundo, le inyectó US$1.000 millones de capital fresco.

Atención médica y medicinas recetadas a domicilio, lo nuevo de Rappi
Tras acuerdo con Rappi, Davivienda entra a ser parte de Rappipay

Además, logró que Davivienda –una de las instituciones financieras más poderosas del país, perteneciente al Grupo Bolívar– entrara a formar parte de Rappipay. Este servicio permite hacer retiros en los cajeros del banco con la aplicación de Rappi mediante códigos QR. Y se puede usar además en comercios para realizar transferencias de dinero y pagar impuestos y facturas.

Rappi representa hoy para Colombia lo mejor de la economía digital: nos ha enseñado la necesidad de pensar a nivel global. Demostró que las buenas ideas encuentran financiación y que sí hay plata para emprender. En general, Rappi puso a Colombia en el mapa del emprendimiento mundial.

Pero también, como toda startup exitosa, tiene su lado polémico y genera profundos debates. El primero, si estas compañías agregan valor o capturan el que otros sectores producen. Además, su disrupción genera interrogantes en los frentes laboral, tributario, de protección de datos del consumidor y hasta de competencia.

Como explicó a Dinero Pablo Márquez, exdirector de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) y socio de la firma de abogados Márquez, Barrera, Castañeda y Ramírez, “su modelo de negocio va tan rápido y de una forma tan disruptiva que las disposiciones legales no se acomodan, simplemente no casan. Esa ficha no sirve en ese rompecabezas legal”.

SoftBank invertiría US$1.000 millones en Rappi
El Rappi ascenso
La otra cara de Rappi, la startup colombiana más exitosa de Latinoamérica

Esta realidad ha generado situaciones complejas. En primer lugar, los ‘rappitenderos‘, las personas que llevan las mercancías a los clientes, han protestado reiteradamente pues exigen un mejor trato laboral. Además, como ocurre con otras aplicaciones, muchos usuarios se quejan porque no saben quién responde en caso de mal servicio o deficiencias en los productos transados por medio de la plataforma. Como si fuera poco, para las autoridades de tránsito se ha vuelto un problema la proliferación de ‘rappitenderos‘ en bicicleta o moto que no respetan las normas de tránsito. Finalmente, ya hay investigaciones de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), que sancionó a Rappi por su falta de gestión para proteger los datos de los usuarios y por quejas de consumidores.

La situación ha puesto al Gobierno a buscar fórmulas para atender este escenario de negocios y competencia y encontrar estrategias para ‘nivelar la cancha‘. Sin duda, los negocios, desde siempre, han ido mucho más rápido que las regulaciones. Hace apenas unos tres lustros, empresas de telecomunicaciones como ETB, Orbitel y la extinta Telecom pagaron más de US$300 millones por licencias de larga distancia que apenas unos años después quedaron obsoletas ante el desarrollo de internet y las comunicaciones.

Este no es un fenómeno local. El debate sobre las implicaciones de las aplicaciones y de las grandes empresas tecnológicas anda en su punto más alto en el planeta. Solo un ejemplo: la más reciente cumbre de ministros de Finanzas del G7 llegó a un acuerdo para gravar a las grandes tecnológicas con un impuesto similar al que ya se aplica en Francia. Allí estas firmas deben pagar una tasa de 3% sobre sus ingresos brutos.

Los ‘rappitenderos‘ han protestado y exigen un mejor trato laboral.
¿Generar o capturar valor?

Muchos expertos se hacen preguntas de fondo acerca del aporte económico de estas iniciativas. Cuestionan hasta qué punto hay una relación proporcional entre la forma en que una compañía digital genera valor y su manera de obtener ganancias. Rappi, en menos de dos años, pasó de ser una iniciativa de tres jóvenes para ofrecer servicios a domicilio en una tienda de barrio a ser una multinacional. En solo cinco meses (de diciembre de 2018 a abril de 2019) Rappi recibió $4,4 billones en capital, más de la mitad del recaudo que generó la última reforma tributaria.

Esta startup crece a tasas de 20% mensual, tiene 3.000 empleados y, como explicó su fundador Simón Borrero, en reciente entrevista a Semana, “Rappi ha generado oportunidades de trabajo a más de 50.000 ‘rappitenderos‘ y si seguimos creciendo a este ritmo, en un año estaremos generando oportunidades a 500.000 en la región. Esa es una cifra relevante para nuestros países”.
Rappi entra al mercado chileno
Economía en Modo Rappi

Por otro lado, el modelo de Rappi tiene éxito porque no se centró en el domicilio. Empezó a buscar todo lo que podía generarle valor al consumidor en una aplicación, pero también oportunidades para la oferta. Cuando la aplicación de Rappi crece y se vuelve viral, masifica su lado de consumidores pero también debe crecer su modelo de negocio por el lado de comercios y servicios.

Estos modelos de negocio necesitan que ambos lados crezcan lo suficientemente rápido para ser atractivos. Por eso Rappi no solo tiene que ver con comida: introdujo a su oferta patinetas, seguros, medicinas, transacciones financieras y como plataforma empieza a aglomerar muchos negocios, pero también a incorporar otras plataformas.

Como ha dicho Borrero: “La idea es desarrollar algo como la nueva generación de Alibaba y Alipay, eso es lo que queremos construir. Queremos ser la empresa de tecnología más importante de la región. La idea (con la inversión de Softbank) es volver a Rappi una super app, una aplicación en donde resuelves tu vida. Pero eso no lo hacemos solos, necesitamos a otras startups que crezcan rápido gracias a vivir dentro del ecosistema Rappi. Así como las patinetas de Grin que tenemos hoy, vendrán muchas otras novedades, como doctores en casa, telemedicina y muchas otras, que facilitarán la vida a la gente”.

Para ello no solo necesita juntar consumidores con la oferta, también requiere una pata fundamental de ese trípode: los ‘rappitenderos‘. Al efecto se combinaron varios factores: gente dispuesta a pagar porque le traigan un producto o le presten un servicio; comercios que buscan nuevos canales para crecer y personas dispuestas a prestar el servicio en su tiempo libre. Pero esta última condición, planteada ya en apps como Uber, condujo a que muchas de esas personas encontraran allí su única forma de sustento. Un panorama impulsado en Colombia por las altas tasas de desempleo y por una migración venezolana en aumento. Ese es uno de sus más importantes nichos, pero también donde se concentran gran parte de sus problemas.

“La innovación disruptiva de alto nivel trae per se en cualquier país problemas legislativos. No somos los primeros ni los últimos abocados a una brecha muy grande entre la innovación y el emprendimiento”, dice Ignacio Gaitán, director de iNNpulsa. Según él, es el impacto que genera una implementación que no tiene que ver con el negocio principal sino con el despliegue del mismo.

Esa forma de crecer pone los pelos de punta a muchos expertos, autoridades y reguladores. Parecería que la gente no se hubiera percatado de algo que las startups plantean: la manera acelerada de generar valor.

Pero ese, justamente, es el punto de discusión. La economista Mariana Mazucatto, una de las gurús en temas de innovación, acaba de plantear el asunto en su libro El valor de las cosas.

Según ella, los economistas clásicos “distinguen entre trabajo ‘productivo’, que contribuye a aumentar el valor de lo que se produce, y trabajo ‘improductivo’, que no lo hace. Las actividades que dan beneficios a las plataformas online –los anuncios, el análisis de la información privada y el comportamiento de los usuarios– no aumentan el valor de lo que se produce, que son servicios para usuarios que consisten en, por ejemplo, poner un mensaje en Facebook o hacer una búsqueda en Google. Más bien, esas actividades ayudan a las empresas a competir entre sí para apropiarse, de manera individual, de una participación mayor del valor producido”.

El tema es sensible, pues no se trata de un simple asunto de percepción o valoración moral. Plantea una paradoja de valor: las startups muestran unos procesos de valorización exponenciales que hacen suponer que están ofreciendo una transformación en los servicios y productos que ayudan a intermediar. Pero las hamburguesas que Rappi lleva son las mismas que los restaurantes ofrecían antes de aparecer esta compañía. Así la pregunta se refiere al valor agregado que generan estas startups. Desde una perspectiva de las cuentas nacionales, el valor agregado corresponde al precio del bien final menos el precio de los bienes intermedios. Pero aún no queda resuelta la pregunta sobre qué es un bien intermedio para la economía digital.

El verdadero bien final que ofrecen las startups es la forma de administrar los datos que acumulan. Eso llevó a otro investigador del impacto social de la tecnología, Evgeny Morozov, a asegurar que “en lugar de pagar nosotros a Amazon una tarifa por utilizar sus capacidades en inteligencia artificial –construida con nuestros datos–, habría que exigirle a Amazon que nos pagara esa tarifa a nosotros”.

Desde un punto de vista contable, la economía digital basada en administrar data vive de la economía “real” y se justifica solo en la medida en que la tecnología de datos contribuye a generar mayores eficiencias en las unidades productivas de la economía real. La labor de Rappi se justifica solo en la medida en que ayude a sus clientes corporativos a entregar más rápido, y en mayores cantidades, los bienes o servicios que ofrecen.

Así, es posible concluir que las tecnológicas como Rappi usan un bien intermedio, consistente en una base de datos masiva que le han entregado sus usuarios acerca de sus hábitos y ubicaciones geográficas. Algunos expertos van más allá. Dicen que para establecer el verdadero valor agregado, Rappi debería informar el precio que está dispuesta a pagar por obtener los datos y cuánto va a cobrar por administrar y hacer uso inteligente de esa información. Sobre esa base se podría analizar su verdadero impacto económico y su valorización real en los mercados de capitales. En este frente, la sociedad apenas está dando sus primeros pasos.

Por eso, muchos países, como los del G7, están dirigiendo su análisis hacia una perspectiva impositiva: lo que las grandes tecnológicas tienen que pagar por acceder a nuestros datos.

Mazucatto señala que, justamente por estas razones, hay que poner en tela de juicio la narrativa respecto de la ola de innovación que ahora mismo enfrenta el mundo. Explica que esto genera dos tendencias preocupantes: una hacia el monopolio en el uso de la información por el efecto de red que implica. Y otra hacia los retornos desproporcionados basados en una noción equivocada de valor.

Y de allí se desprenden todos los desafíos que genera la economía digital, fundamentada en la administración de datos. Las polémicas sobre si los ‘rappitenderos‘ son empleados de Rappi, el debate acerca del uso de las bases de datos, la polémica sobre qué tanto depende Rappi de sus propios clientes y qué pasaría si decidiera montarles competencia en la economía real. Y, finalmente, cuántos impuestos deben pagar por una actividad cuyas rentas dependen de administrar datos, algo absolutamente novedoso.

Esto ha llevado a una situación en la que, según Mazucatto, “los riesgos en la economía de la innovación se socializan, mientras las recompensas se privatizan”.

Abordar el debate representará un esfuerzo titánico. En Colombia el Plan Nacional de Desarrollo estableció un plazo de un año para regular las plataformas. Tres ministerios –TIC, Transporte y Comercio– ya trabajan en el tema. Movimientos políticos como el Partido Verde y el Centro Democrático radicarán iniciativas legislativas en este nuevo periodo de sesiones del Congreso. El Gobierno tiene la idea de unificar los proyectos en uno solo.

Buscar el justo equilibrio plantea un reto gigantesco, en especial cuando la velocidad de los negocios no da tregua. Pero tampoco se puede desconocer el valor de la innovación y las posibilidades que trae para que los países abran nuevos escenarios de crecimiento que permitan sacar a muchas más personas de la pobreza. Según un reciente estudio de McKinsey, en esta década los países de América Latina han crecido en promedio a 2,8% anual, mientras los asiáticos, apalancados en la innovación y el desarrollo, lo han hecho por encima de 4%. El país debe decidir si quiere un mercado excesivamente regulado o un justo medio para que estos modelos maximicen el bienestar colectivo. Para ello requiere unas reglas de juego claras, que atraigan los recursos de capital que necesitan y permitan balancear los objetivos de política pública. Una tarea nada sencilla.
El lío laboral

Simón Borrero Fundador de Rappi

Los ‘rappitenderos‘ han protestado por sus condiciones laborales. Ante ello, la ministra de Trabajo, Alicia Arango, ha dicho que “es un tema importante, dado que Rappi es un generador de empleo impresionante. El problema es que ellos dicen que el señor ‘rappitendero‘ tiene un contrato con quien le entrega el domicilio. Pero el que se gana la plata es Rappi. Ese tipo de cosas es ofensivo. Tenemos que reglamentar el tema y eso se hace por ley, en un proyecto que presentaremos al Congreso para regular todos los temas de plataformas digitales.

“La Constitución de Colombia define que cualquier trabajador debe tener condiciones dignas de trabajo. Nosotros pensamos que a los ‘rappitenderos‘ les falta disfrutar un poco de dignidad en su trabajo. Creemos que Rappi nos puede dar la mano en dignificar un poco más ese trabajo. A Rappi le acaban de meter US$1.000 millones. Defendemos el emprendimiento y nos parece que Rappi es lo máximo, pero también estamos defendiendo los derechos de los trabajadores y sobre todo de los más vulnerables, de los que ganan menos del salario mínimo”.Por su parte, Rappi ya contrató una Administradora de Riesgos Laborales (ARL) para atender a los ‘rappitenderos‘.Para muchos expertos esto puede representar una oportunidad: analizar la cotización por horas es una de las salidas. Eso abrirá oportunidades a personas que están en la informalidad a una atención en salud y ahorro para la vejez.
En los ojos de la SIC

Alicia Arango, Ministra de Trabajo

Desde 2016 los consumidores han presentado 432 procesos contra Rappi ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). De ellos se mantienen vigentes cerca de 100. La Delegatura de Asuntos Jurisdiccionales ha fallado el 78 % a favor del querellante, y en la mayoría de los casos le ha exigido a Rappi devolver el dinero.

Las problemáticas se agrupan en cuatro tipologías: 1) calidad e idoneidad del servicio ofrecido (incumplimientos o demoras en la entrega), 2) información y/o publicidad engañosa respecto a precios o los términos y condiciones de los ‘Rappicréditos‘; 3) el derecho de retracto, la prerrogativa que tiene todo consumidor de resolver unilateralmente el contrato en ciertas condiciones y 4) la protección contractual. Este último es el derecho que tienen los consumidores contra la presencia de cláusulas que le pongan en una posición de desequilibrio injustificado.La SIC también ha tenido a Rappi en la mira por el tema de la protección de datos. La entidad le impuso una multa de casi $300 millones por la queja de un ciudadano que solicitó sin éxito a Rappi dejar de usar su información y no enviarle correos electrónicos o mensajes de datos con fines comerciales o de marketing. Además de la multa, la SIC le ordenó adoptar medidas para proteger los derechos de las personas respecto del tratamiento de su información. Entre otros, el derecho de supresión de sus datos y la exigencia de que exista autorización previa para su tratamiento.

¿Complemento de la banca?

Andrés Barreto Superintendente de Industria y Comercio

Muchos sectores ven las plataformas digitales como una amenaza. Pero el sector financiero colombiano las considera una oportunidad para avanzar en su transformación digital. Lo prueba la alianza entre el Banco Davivienda y Rappi, que permitirá realizar pagos con la aplicación. Sin duda, esto representa una apuesta por la innovación y la inclusión, afirma Santiago Castro, presidente de Asobancaria. Agrega que este tipo de integraciones va a permitir aprovechar mejor los 4,8 millones de depósitos electrónicos y fomentar el uso de medios de pago digitales.

No obstante, en el mundo hay un fuerte debate por temas como la nueva moneda de Facebook. Muchos temen que este tipo de iniciativas sirvan para blanquear dinero o para evadir impuestos. De hecho, los ministros de Finanzas del G7 alcanzaron un consenso para “actuar rápidamente” ante el “preocupante” proyecto de libra, la criptomoneda del gigante de internet. Sin duda, las nuevas plataformas representan un cambio hacia un nuevo sistema bancario y de pago. Castro afirma que el cambio es bienvenido “siempre y cuando se eviten arbitrajes regulatorios y se garantice la estabilidad del sistema y el bienestar de los usuarios”.

¿Cómo gravar la economía digital?

¿Cómo gravar la economía digital?

El pago de impuestos ha estado tradicionalmente atado al concepto de ejecución territorial. Y dado que ahora los servicios se prestan “en la nube”, la regulación se está quedando obsoleta.

Cuando se trata de un negocio “tradicional” por medio de internet, por lo general se le aplican los mismos criterios que a un contribuyente normal. Pero cuando el servicio en sí mismo es digital y se presta desde otras jurisdicciones, el tema se vuelve más complejo. Por esto, nadie ha podido responder del todo en el mundo la pregunta de cómo gravar plataformas como Facebook, Airbnb y Netflix, entre muchas otras.

En Colombia, la reforma tributaria de 2016 determinó que los servicios ejecutados desde el exterior con destino a usuarios en el país pagarían la tarifa general de IVA de 19%.Es decir, la regulación aplica un principio de “destino” y mira la ubicación de quien paga el servicio. Y para efectos del recaudo, en el momento del pago realizan la retención las entidades emisoras de tarjetas crédito y débito, los vendedores de tarjetas prepago o los recaudadores de efectivo a cargo de terceros. Podrán acogerse voluntariamente a este sistema alternativo de pago el suministro de servicios audiovisuales prestados a través de plataformas digitales, así como los servicios de publicidad online. Se excluyen los servicios de educación virtual y licencias de software para desarrollo de contenidos digitales, así como el suministro de páginas web, hosting y cloud computing (lo que más genera discusión).Entre enero y junio de 2019, los servicios prestados desde el exterior han pagado un IVA alrededor de $149.440 millones. Se trata de unos 20 contribuyentes, afirma Andrés Pardo, subdirector de Recaudo y Cobranzas de la Dian.

Explica que no es posible tener una base comparable, dado que la norma empezó a regir desde este año, pero que buscarán chequear mediante información exógena el recaudo de este tipo de servicios. Al hablar de servicios prestados desde el país, Pardo explica que no hay una actividad económica que agrupe todas las plataformas digitales, lo que dificulta establecer cuánto factura la economía digital. Claramente la regulación no ha avanzado a la misma velocidad que la tecnología. Como dice el experto Juan Guillermo Ruiz, “Colombia ha avanzado desde una perspectiva práctica en un tema bastante complejo. No obstante, hay que definir unas reglas de juego claras rápidamente. Hay que plantear las discusiones que se desarrollan en el mundo, como la presencia digital significativa o un impuesto único a los servicios digitales”.

lunes, julio 15, 2019

Un viaje al interior de la contabilidad de Rappi: así son las cuentas de la startup

Fuente: La Republica.co

COMERCIO
Un viaje al interior de la contabilidad de Rappi: así son las cuentas de la startup
lunes, 15 de julio de 2019

GUARDAR

Para los expertos es necesario entender el modelo de las startups que en los primeros años registran pérdidas


Angélica Benavides

La startup de domicilios Rappi fue creada en 2015 y no ha dejado de crecer a doble y triple dígito en ingresos, además de que ha logrado expandir su operación a seis países de la región y ha recibido fuerte capital de varias rondas de inversión, que le permitirán en unos años alcanzar el equilibrio financiero.



O por lo menos así lo esperan los analistas consultados para leer el estado financiero de la compañía que explican que la mayoría de las startups hacen parte de un modelo de negocio denominado de ‘capital de riesgo’, que en promedio retornan la inversión después del quinto año de operaciones ya que la apuesta es por un crecimiento de largo plazo.

Según los expertos Rappi no es el único caso de Colombia que a pesar de sus altos ingresos y crecimientos tiene altas pérdidas. En el país hay una lista de apps que siguen el mismo modelo.

En el caso de esta aplicación, los números demuestran que casi con la misma velocidad que se multiplican sus ingresos, crecen sus pérdidas.

Mientras en 2016 sus ingresos ordinarios alcanzaron los $6.048 millones, tuvo pérdidas por $19.226 millones y dos años después se observa que los ingresos llegaron a $77.227 millones, con un alza de 307% frente a 2017, a la vez que las pérdidas se incrementaron hasta $156.014 millones con alzas de 176%. Con estas cifras el acumulado en pérdidas desde que el emprendimiento está activo es de $238.000 millones.

Sobre este punto Rappi explicó que “no optimiza por utilidad en el corto plazo, es decir la compañía soporta pérdidas que hacen parte del ciclo inicial de un startup con vistas a un crecimiento acelerado, que permita llegar a escala para generar rentabilidad a futuro. Aun así, como lo demuestra la última ronda, los inversionistas confían en este modelo a largo plazo en América Latina”.

Para los inversionistas que deciden apostar a estos negocios, el resultado es normal, pues en este modelo el punto de equilibrio no suele alcanzarse sino hasta después del quinto año e incluso más. El ejemplo más notable es Amazon, cuya rentabilidad empezó 15 años después.

Otra opinión señala que este tipo de inversiones empieza a entregar rentabilidad a sus accionistas cuando llegan a las bolsas de valores, como le ocurrió a Uber hace poco, o cuando son lo suficientemente grandes para estabilizar su operación y reducir los costos de mercadeo, lo que tiene un impacto en sus cuentas.

Además, la llegada a la Bolsa de Valores de alguna de estas empresas es lo que las hace realmente asequibles a cualquier inversionista, ya que antes de esa etapa, los capitales que se requieren son tan altos que solo firmas como DTS Global o SoftBank -que invirtieron en Rappi- tienen la capacidad financiera de invertir en empresas que no les entregarán utilidades en el corto plazo.

Ahora, es precisamente este grupo, de las que llegan a cotizar en el mundo bursátil, sin importar su sector o los servicios que ofrecen, las que mayor probabilidad tienen de un futuro promisorio, ya que acá logran el plan de fidelización o el formato de suscripciones con el que garantizan la permanencia de sus clientes.

Es decir, aunque la empresa tiene pocas cuentas por pagar, ya tiene accionistas que han demostrado que están dispuestos a apoyar sus movimientos. Y en efecto, hasta el momento para Rappi una de sus principales fuentes de ingresos en 2018 fue la prima de emisiones, que con $286.036 millones ha crecido más de cinco veces desde 2016, cuando alcanzó $528 millones.

Por otro lado, en el caso de los activos de Rappi, el 90% está concentrado entre las cuentas por cobrar que representan a su vez 45% y el dinero en efectivo el restante 45%.

Acá, los analistas señalan que las cuentas por cobrar mostrarían una ineficiencia en el sistema de la startup: ya que tardan más en cobrar a sus deudores que en pagar a sus acreedores. Es decir, mientras la aplicación le paga a sus proveedores en un promedio de 105,86 días, se tarda un promedio de 169,52 días para cobrar el dinero que le deben.

Como resultado, el ciclo de efectivo le deja a la empresa 63,66 días en los que debe apalancarse con sus recursos.

En todo caso, la cifra ha mejorado. En 2016, Rappi se tardaba 306,15 días en cobrar sus cuentas y 135,71 días en pagar a sus proveedores. En ese momento, el ciclo de efectivo era de 170,44 días.

Otra virtud en el manejo de la app es su razón de liquidez. Por cada peso de deuda corriente, la empresa tiene $2,6 para cubrirlo y en total suma $47.660 millones en capital de trabajo.

Nicolás Fernández, emprendedor, destacó que Rappi “demostró poder de ejecución y crecimiento combinado con visión a largo plazo de fusiones bajo una sola marca que genera recordación en el público y permite monetización, lo que la hace atractiva a los inversionistas. Si bien da pérdidas hoy, es un activo significativo para la región”, y agregó que “en Latinoamérica el nivel de monetización es más bajo, eso hace que las startups de acá sean más adversas al riesgo y tiendan a buscar capital más rápido. Cualquier buena idea se puede desarrollar en Colombia o la región, pero las posibilidades de salir al mundo hacen que sea difícil por falta de liquidez”.

miércoles, mayo 08, 2019



Noticias

Simón Borrero, cofundador y CEO de Rappi, y la visión de país que plantea tras su éxito

"No tenemos ninguna razón para ser un país pobre, más que nuestra mentalidad", dijo en la entrevista.

Simón Borrero, cofundador y CEO de Rappi



ALFONSO
RICO TORRES
@AlfonsoRicoT

Simón Borrero, fundador de Rappi, habló con LA FM de múltiples temas de emprendimiento, desarrollo profesionial y de ideas que le surgen tras su caso de éxito. Esto luego de que la compañía anunciara una inversión de hasta un billón de dólares por parte de SoftBank Group Corp. ("SBG") y el SoftBank Vision Fund ("Fondo de Visión"), el 30 de abril anterior. 
Rappi, emprendimiento de delivery y comercio electrónico que opera en América Latina y empezó en Colombia, anunció que esta inversión ha sido la mayor de su tipo para una empresa de tecnología con sede en América Latina. Una vez transferida al Fondo de Innovación, una vez éste se establezca, esta inversión será la primera que realice este Fondo, inaugurado en marzo de 2019. Este Fondo es, además, el mayor a nivel mundial en temas de inversión en tecnología, concentrado de manera exclusiva en el mercado de rápido crecimiento de América Latina. SBG y el Fondo de Visión invertirán USD $500 millones cada uno en la compañía.
Fundada en 2015, Rappi se ha convertido en la plataforma de servicios líder en América Latina, ayudando a mejorar la vida de los usuarios al ofrecer productos en diversas categorías, que incluyen supermercados, restaurantes, droguerías e incluso servicios digitales de pago. La inversión acelerará el crecimiento de Rappi en nuevos mercados a lo largo de la región, así como en el área de nuevos productos y servicios.
Simón Borrero, cofundador y CEO de Rappi, habló con LA FM de este tremendo caso de éxito y de sus ideas alrededor de cómo deberían operar los emprendimientos en Colombia. 
"La gente cree que ser emprendedor es cool y ser emprendedor es una vocación. Se hacen muchos sacrificios personales, se tiene que sacrificar mucho tiempo con la familia, con los amigos. Fácil no será nunca, creo que hay ciertas claves: la primera es la determinación y la segunda es tener una ambición un poquito más grande". 
"Cuando comenzamos a mirar hacia afuera y a competir con empresas internacionales nos comenzamos a dar cuenta, rápidamente, de que no había mucha diferencia entre los ingenieros de Silicon Valley y los ingenieros colombianos, entre los creativos europeos y los colombianos. Y poco a poco nos la fuimos creyendo. Y creérsela es lo que uno de verdad necesita para ser exitoso", aseguró Borrero. 
Simón Borrero también consideró clave estudiar programación. "Colombia está a 10 años de volverse un país pobre a perpetuidad. Esto suena extremo, pero es la realidad. Si los colombianos no comenzamos a estudiar programación vamos a ser analfabetas de un nuevo mundo, de artificial intelligence, de machine learning, de mil cosas que se nos van a venir con poco aviso", aseguró. 
"Hay un mundo de jóvenes brillantes en matemáticas que se están graduando y volviendo contadores. Colombia no necesita más contadores. Falta una guía más estratégica. En Colombia tenemos un plan estratégico de nueve meses y después cambia por un tema político", aseguró el CEO de Rappi. 
Borrero aseguró que una persona en Colombia tiene que pensar más en aportar y menos en quejarse. "La gente cree que Rappi crece porque es viral y es nuevo. No. Crece gracias a un ejercicio estratégico y mucho trabajo de un equipo dedicado a generar impacto. Ojalá que todos pudiéramos tomar ese ritmo y ese sentido de urgencia por el crecimiento". 
"Deberíamos dejar de hablar de programación como una carrera más, sino que hablar de programación como un idioma más que nos va a permitir participar en la economía o no. Otras carreras deberían estar más consultadas con las compañías de alto crecimiento del país", agregó. 
Marcelo Claure, Director de Operaciones de SoftBank Group, CEO de SoftBank Group International y CEO de SoftBank Innovation Fund, afirmó que "los fundadores de Rappi tienen una visión audaz para crear la primera plataforma multiservicios “Super.App” para América Latina que ha mejorado la vida de millones en la región. En menos de cuatro años, Rappi se ha convertido en uno de los emprendimientos de más rápido crecimiento en América Latina. Este crecimiento acelerado refleja la gran oportunidad que existe en la región latinoamericana. Estamos entusiasmados por invertir en este apasionado equipo de emprendedores y creemos que Rappi se beneficiará de ser parte del amplio ecosistema de SoftBank”.
"La visión de SoftBank de acelerar la revolución tecnológica, encaja con nuestra misión de mejorar cómo vive la gente a través de los pagos digitales y una súper-app para todo lo que necesiten los usuarios. Continuaremos enfocándonos en crear innovaciones para los Rappitenderos, restaurantes, minoristas y nuevas start-ups para que se conviertan en nuevas fuentes de crecimiento”, dijo Sebastian Mejía, cofundador y presidente de Rappi.
Por su parte, Jeffrey Housenbold, Managing Partner de SoftBank Investment Advisers comentó que “estamos invirtiendo en una increíble oportunidad de crecimiento de largo plazo para Rappi. Esta empresa, que ha escalado rápidamente tiene el potencial de expandirse mucho más allá de su negocio actual y convertirse en una de las compañías de tecnología más importantes de América Latina. Al abordar creativamente las dinámicas del mercado de la región, Rappi está construyendo una plataforma tecnológica robusta, de productos y servicios diseñados para revolucionar la forma en que los consumidores compran y viven sus vidas ".
En 2018, Rappi multiplicó por siete la cantidad de productos entregados y registró un crecimiento mensual del 20% en los siete países donde opera. Además, Rappi fue acelerado por Y Combinator en 2016 y alcanzó el estatus de unicornio el año pasado.
Con base en este acuerdo, Jeffrey Housenbold se unirá a la Junta Directiva de Rappi. SBG y el Fondo de Visión se unen al grupo actual de inversores de Rappi, entre los que se encuentran DST Global, Delivery Hero, Sequoia Capital, Andreessen Horowitz y Y Combinator.

Sobre Rappi

Rappi es una plataforma de servicios multiuso que tiene como objetivo ser el asistente personal de sus usuarios. La startup latinoamericana está presente en Brasil, Colombia, México, Argentina, Chile, Uruguay y Perú. A través de la plataforma, es posible comprar literalmente cualquier cosa entre lo que se encuentran productos de diferentes categorías como restaurantes, supermercados, bebidas, droguerías entre otros.
Además, la aplicación cuenta con una billetera virtual, RappiPay, donde es posible realizar transferencias e incluso pagos a los establecimientos asociados. En 2016, la compañía fue acelerada por Y Combinator, la incubadora más importante de startups del mundo. A principios de 2018, recibió una contribución por USD $185 millones, lo que permitió su expansión en Brasil y Latinoamérica; en septiembre de 2018 recibió una nueva contribución, esta vez por USD $220 millones, convirtiéndose en el nuevo unicornio latinoamericano. 
Fuente
LA FM

miércoles, mayo 01, 2019

Lo que planea hacer Rappi con 1.000 millones de dólares

Fuente: Portafolio.co

Lo que planea hacer Rappi con 1.000 millones de dólares

La compañía confirmó la inversión de SoftBank Group Corp. y su fondo de innovación SoftBank Innovation Fund.



Estos fondos serán destinados a incrementar la presencia de Rappi en mercados existentes en América Latina y acelerar su crecimiento.

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PORTAFOLIO
ABRIL 30 DE 2019 - 06:08 P.M.


Rappi confirmó este martes una millonaria inversión de hasta un billón de dólares por parte de la gigante japonesa SoftBank Group Corp. ("SBG") y su fondo de visión SoftBank Vision Fund.

Esta inversión es la mayor de su tipo para una empresa de tecnología con sede en América Latina y será también la primera que realice este Fondo,inaugurado en marzo de 2019.

(Gigante japonesa inyectaría una millonaria inversión a Rappi).


SoftBank Vision Fund es el más grande a nivel mundial en temas de inversión en tecnología, concentrado de manera exclusiva en el mercado de rápido crecimiento de América Latina.

Según Rappi, esta inversión acelerará el crecimiento de la compañía en nuevos mercados a lo largo de la región, así como en el área de nuevos productos y servicios.

“Este es el resultado del trabajo arduo de todos los miembros de nuestro equipo, que están absolutamente comprometidos con la transformación de la calidad de vida de los latinoamericanos. Seguiremos invirtiendo en innovaciones que permitan la creación de mercados y proporcionen oportunidades a millones de personas en la región. Es la hora de tener una Latinoamérica impulsada por la tecnología y el apoyo de Softbank es esencial para liderar esta transformación", comentó Simón Borrero, cofundador y CEO de Rappi.

Marcelo Claure, Director de Operaciones de SoftBank Group, CEO de SoftBank Group International y CEO de SoftBank Innovation Fund, afirmó que "los fundadores de Rappi tienen una visión audaz para crear la primera plataforma multiservicios “Super App” para América Latina que ha mejorado la vida de millones en la región. En menos de cuatro años, Rappi se ha convertido en uno de los emprendimientos de más rápido crecimiento en América Latina. Este crecimiento acelerado refleja la gran oportunidad que existe en la región latinoamericana. Estamos entusiasmados por invertir en este apasionado equipo de emprendedores y creemos que Rappi se beneficiará de ser parte del amplio ecosistema de SoftBank”.

(Vía PND formalizarían empleos de plataformas tipo Uber y Rappi).


"La visión de SoftBank de acelerar la revolución tecnológica, encaja con nuestra misión de mejorar cómo vive la gente a través de los pagos digitales y una súper-app para todo lo que necesiten los usuarios. Continuaremos enfocándonos en crear innovaciones para los Rappitenderos, restaurantes, minoristas y nuevas start-ups para que se conviertan en nuevas fuentes de crecimiento”, dijo Sebastian Mejía, cofundador y presidente de Rappi.

Por su parte, Jeffrey Housenbold, Managing Partner de SoftBank Investment Advisers comentó que “Estamos invirtiendo en una increíble oportunidad de crecimiento de largo plazo para Rappi. Esta empresa, que ha escalado rápidamente tiene el potencial de expandirse mucho más allá de su negocio actual y convertirse en una de las compañías de tecnología más importantes de América Latina. Al abordar creativamente las dinámicas del mercado de la región, Rappi está construyendo una plataforma tecnológica robusta, de productos y servicios diseñados para revolucionar la forma en que los consumidores compran y viven sus vidas".

En 2018, Rappi multiplicó por siete la cantidad de productos entregados y registró un crecimiento mensual del 20% en los siete países donde opera. Además, Rappi fue acelerado por Y Combinator en 2016 y alcanzó el estatus de unicornio el año pasado.

Con base en este acuerdo, Jeffrey Housenbold se unirá a la Junta Directiva de Rappi. SBG y el Fondo de Visión se unen al grupo actual de inversores de Rappi, entre los que se encuentran DST Global, Delivery Hero, Sequoia Capital, Andreessen Horowitz y Y Combinator.

martes, febrero 26, 2019

sábado, enero 19, 2019

Avon venderá a través de Rappi

Fuente: Portafolio.co

Avon venderá a través de Rappi

La alianza hace parte de la estrategia de expansión comercial a nivel nacional e internacional de la compañía de venta directa.



Rappi cuenta en el mercado colombiano con más de 1,2 millones de usuarios y en Brasil con un millón de usuarios.

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PORTAFOLIO
ENERO 18 DE 2019 - 08:30 P.M.


Como parte de la estrategia de expansión comercial a nivel nacional e internacional, Avon concretó una gran alianza estratégica con Rappi, una de las plataformas de comercio electrónico más importantes de Latinoamérica. Esta alianza cuenta con una prueba piloto que pondrá más de 100 productos del catálogo de la compañía de venta directa más grande del mundo a la disposición de los colombianos y brasileros.

(Lea: Una nueva marca, la carta de Avon para crecer en el mercado)


“Hoy damos un paso importante en el mercado, nos conectamos con aplicaciones y plataformas digitales para brindarle a nuestros clientes nuevas experiencias de compra. Con estas alianzas queremos brindarle un mejor servicio a nuestros clientes, apoyar a nuestras representantes y hacer crecer nuestro negocio” afirmó Ricardo Hinojosa, gerente general Avon Andino.

Rappi, que en el mercado colombiano cuenta actualmente con más de 1,2 millones de usuarios y en Brasil con un millón de usuarios, iniciará con una prueba piloto que se extenderá a otras ciudades de Brasil, Argentina, Chile y México. “Avon quiere brindar una experiencia ágil de alta calidad al mercado de Brasil, el más grande de Avon en el mundo”.