EN QUÉ AHORRAN LOS COLOMBIANOS CUANDO SUBEN LOS PRECIOS DE LA CANASTA FAMILIAR
De acuerdo con el estudio realizado por Sinnetic, cuando los hogares perciben incrementos de precio en los productos de consumo deciden recortar gastos en puntos críticos, como la educación y la alimentación de calidad. Las medidas tomadas por los hogares tienen efectos e impacto en el largo plazo y deben analizarse con mayor discernimiento. Pero, ¿son correctas las medidas de los hogares colombianos ante los incrementos en los precios de la canasta familiar?
Sinnetic, la empresa especializada en soluciones de analíticas basadas en análisis del comportamiento humano en escenarios de consumo, compra y riesgo, presentó recientemente su estudio de Percepción de Incremento de Precios y Estrategias de Ahorro en Colombia, en el cual se exploran los comportamientos de los hogares colombianos. En este informe en particular se analizan las parejas con hijos menores de 15 años, las que tienen hijos mayores de 15 años y las parejas adultas cuyos hijos se han ido de casa.
“Uno de los principales puntos que notamos en este estudio es que más allá de la percepción que tienen los hogares sobre el comportamiento de los precios de los productos de consumo básico, las decisiones para reducir costos incluyen acciones drásticas como el cambio de colegio de los hijos por uno más económico o incluso salir de programas de medicina prepagada para cambiar a planes complementarios”, afirma Gabriel Contreras, CEO de Sinnetic.
Por lo anterior, Contreras analiza que “la percepción de crisis económica hace que las decisiones de los colombianos estén limitadas al corto plazo y no al largo plazo, lo que puede denominarse una ‘miopía de descuento temporal’, es decir, la gente prefiere sacrificar sus metas futuras por hacer frente al flujo de caja presente, arriesgando la calidad del servicio en muchos aspectos”.
HOGARES CON HIJOS PEQUEÑOS: CONCENTRADOS EN EL CORTO PLAZO
De acuerdo con este estudio, los hogares con hijos menores de 15 años percibieron incrementos significativos en los precios de los productos para las loncheras escolares y en los medicamentos que se venden sin fórmula médica (conocidos como “Over The Counter” u OTC), los cuales incluyen antigripales, vitaminas y la leche en polvo formulada. La categoría de Medicamentos OTC estaba en 2015 en la sexta posición, con una percepción de crecimiento del 35% entre los hogares. En 2016, pasó al primer lugar con un 85%.
Los productos de lonchera, por su parte, mantuvieron la misma posición que el año pasado con un leve incremento, al pasar del 65 al 66%, en cuanto a la percepción por parte de los hogares. La gráfica muestra las variaciones más importantes para este tipo de hogar:
La estrategia de estos hogares para mitigar la subida de los precios ha sido reducir los gastos de entretenimiento así como la migración hacia canales más económicos y a marcas de menor valor. Sin embargo, existe una medida que resulta crítica y es la de optar por colegios más económicos y, de esta manera, sacrificar la calidad educativa de los hijos.
Al respecto, Contreras afirma: “La opción de cambiar de colegios estaba en la posición 16 en 2015, con un 12%, frente a 34% de hogares que han optado por esta medida en 2016, subiendo a la posición 9, una medida de peso y alto impacto en el largo plazo, a cambio de tener mejor flujo de caja para las actividades diarias. Esta visión de corto plazo tendrá alto impacto en la calidad de vida de los hijos.”
La tabla muestra los cambios de comportamiento para mejorar la balanza económica de los hogares:
HOGARES CON HIJOS MAYORES: MENOS DIVERSIÓN Y MÁS PREVISIÓN
Los hogares con hijos mayores de 15 años, también percibieron incrementos en los precios de su canasta familiar, particularmente en los productos de higiene personal, la cual ha mantenido su primer lugar en por dos años consecutivos desde 2015, pasando del 74 al 87% este año.
Los productos OTC, pasaron al segundo lugar de año a año, al crecer de un 56% a un 76%. Las frutas que, a pesar de marcar una reducción en el volumen de percepción, al pasar de un 65% a un 53%, mantuvieron el tercer lugar.
Con el fin de enfrentar estos gastos, las familias con hijos mayores de 15 años optaron por invertir en negocios alternos, algo que se venía haciendo desde el año pasado y que pasó de la tercera posición con 78%, a la primera posición con 88%.
Los hogares de este tipo sacrificaron más las salidas fuera del hogar, que estaban en la posición 12 el año pasado y llegaron a la segunda posición, con 87%, este año. La compra de ropa también se reduce, al pasar de la casilla 10, con 56%, a la tercera, con 77% y en cuarta posición queda este año el entretenimiento, que escaló desde la séptima posición, con 65 y 76%, respectivamente.
“Los hogares con hijos mayores aumentaron sus inversiones en negocios alternos, que pueden ser de economía pasiva, como la compra de finca raíz o compra de vehículos productivos, de igual forma optimizan el gasto evitando escenarios de antojo buscando comprar en canales con menos alternativas como la tienda y supermercado de barrio”.
LOS "NIDOS VACÍOS": AUSTERIDAD
Los hogares con hijos adultos que se han ido de casa se concentraron en reducir los gastos. En cuanto a los productos que percibieron con mayor costo, las variaciones en cuanto a posición no son tan fuertes pero en volumen sí lo son. Los productos de higiene personal, por ejemplo mantuvo el primer lugar, pero pasó de un 47% a un 76% entre los hogares. Los medicamentos OTC pasaron del cuarto puesto, con 55% en 2015 al segundo puesto con un 69%. Los lácteos se mantuvieron en el tercer puesto, pero la percepción de un incremento en los costos pasó de un 46% a un 67% entre un año y otro.
Estos hogares mantuvieron su estrategia de buscar promociones y descuentos, que se mantuvo en el primer puesto con un crecimiento de 91 en 2015 a 98, este año. La segunda posición la ocupa este año, con 87%, la reducción de salidas fuera del hogar, que en 2015 estaba en el décimo lugar con un 45%; la tercera posición en 2016 la ocupa la migración a marcas más económicas, que el año pasado estaba en el cuarto puesto, pasando de 76% a 86%.
“Según revela el estudio de Percepción de Incremento de Precios y Estrategias de Ahorro en Colombia, definitivamente, los altos precios de artículos relevantes para la canasta familiar y el clima social que atraviesa el país hacen percibir una crisis económica y social cuyo principal efecto en los hogares es el fortalecimiento de una miopía de consumo. Por esta razón, las personas comienzan a sabotear sus objetivos principales de vida, como educación de calidad, acceso a mejores planes de salud y acceso a mejor calidad de entretenimiento con el objetivo de liberar flujo de caja y quitarse la preocupación del día a día rápidamente a un costo emocional elevado a futuro y es la frustración de haber postergado objetivos de vida”, asegura Contreras.
EL DIFÍCIL TRIÁNGULO EQUILÁTERO DEL AHORRO
Existen tres dimensiones que deben mantener el equilibrio para contar con una calidad de vida en los hogares: tiempo, calidad y dinero. Por ejemplo al consumir productos como comidas rápidas.
Si se ahorra tiempo, comprando productos de forma rápida y se ahorra dinero, es fijo que se afecte la calidad; si se ahorra calidad y precio, pero perderán tiempo valioso buscando esta proporción, como por ejemplo al buscar promociones constantemente.
Finalmente, se podrá mejorar la calidad de los productos y el tiempo invertido en entretenimiento o en búsqueda de alternativas, pero se perderá dinero al ejecutar esta ecuación.
“Los hogares deben analizar los costos ocultos de cada transacción, analizar su impacto en el mediano y largo plazo y no solo pensar en el flujo de caja del corto plazo, con el fin de superar los retos económicos que impone 2016”, concluye Gabriel Contreras, CEO de Sinnetic.