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lunes, diciembre 26, 2022

GLOBAL - El apocalipsis ha terminado, prepárense para el renacimiento del comercio minorista - FASHION UNITED

El apocalipsis ha terminado, prepárense para el renacimiento del comercio minorista

El apocalipsis ha terminado, prepárense para el renacimiento del comercio minorista
Por Jackie Mallon

15 dic 2022




MODAImagen: Holiday shoppers, Ph FashionUnited


El apocalipsis del retail que dominó los titulares de los medios de comunicación hace apenas un año, se ha convertido en el resurgimiento del comercio minorista, según Nikki Baird, jefe de Estrategia de Aptos. "Nunca habíamos visto tanto entusiasmo en la tienda y lo que realmente puede aportar en términos de eficiencia operativo y compromiso del cliente", dijo Baird a FashionUnited. "Es un momento emocionante" ¿Pero estamos preparados?

Durante la pandemia, este tipo de pronóstico habría sonado como un retroceso a una época dorada pre-Amazon, pero Baird también nos advierte que esperemos fallas. Durante los dos últimos años, debido a la falta de afluencia de público, los retailers no han invertido en tecnología en las tiendas. Esto ha provocado una crisis en el ciclo de sustitución que también choca con los actuales retos de la cadena de suministro en lo referente al hardware. Baird explica: "Un gran número de dispositivos de pago están incumpliendo la normativa desde el punto de vista de la seguridad y deben ser sustituidos. Las cajas registradoras o los cajeros utilizan dos sistemas operativos de Microsoft muy antiguos, específicos para el comercio minorista, que se dejarán de usar en pocos años. Los minoristas tienen que sustituirlo todo, el hardware, los sistemas operativos y el software, principalmente".
El regreso del comercio tradicional

A nadie le gusta ver cómo cierran sus tiendas favoritas o cómo las calles se llenan de inmuebles vacíos. Este fue otro resultado desafortunado de que todo el mundo comprara en línea durante dos años, combinado con una subestimación del poder de la experiencia personal para el consumidor de la Generación Z. "Aunque la Generación Z pase mucho tiempo en Internet, quiere una contrapartida a eso, y si puedes hacer que la experiencia en la tienda sea atractiva, vendrá", dice Baird. "Lo difícil es definir cuál es esa experiencia".

Los comerciantes minoristas deben invertir en actividades orientadas al interés del cliente y al servicio. Estas tienden a estar más impulsadas por la mano de obra, lo que implica más contrataciones de personal. Las viejas estrategias para atraer clientes, como los trunk shows o las grandes rebajas, ya no sirven. Un ejemplo sería el de Levi's, que ofrece a sus clientes la posibilidad de bordar sus jeans o cambiar los botones. Baird afirma: "Se convierte en algo participativo. Habla de la necesidad de personalización. No se puede hacer por Internet. Vale la pena venir a la tienda para experimentarlo".
La tecnología no es una mala palabra

En las conferencias sobre comercio minorista rara vez se menciona la tecnología, pero no se puede ignorar la realidad de que Internet existe. "Hemos retrocedido un poco, casi como si la tienda fuera una zona libre de tecnología", afirma Baird. "No se trata de que la tecnología esté frente a ti, pero sí de que sea una parte de la experiencia".
Los vendedores impulsan el compromiso

La evolución del papel del vendedor será vital para la nueva experiencia en la tienda. Los minoristas quieren que sus asociados dispongan de un dispositivo móvil para poder caminar por la tienda e interactuar con los consumidores que han adquirido el hábito de comprar delante de una pantalla. Los carros móviles que pueden desplazarse por la tienda y los empleados que pueden doblar y embolsar hacen que el mostrador de la caja registradora deje de ser el epicentro de la experiencia en la tienda. De hecho, es posible que en muchos casos se elimine. Según Baird, "retirar las cajas registradoras de las tiendas para abrir el espacio podría realmente remodelar el aspecto de la tienda en los próximos 3 a 5 años". Pero operativamente hay algunos retos. El dispositivo para retirar la etiqueta de seguridad debe ser accesible para los empleados en movimiento, pero no para los clientes, porque aumentaría los hurtos.
Los pop-ups no se detienen

"Los pop-ups son un experimento de ubicación y formato que permite a las marcas probar nuevos mercados antes de tomar un compromiso. Un ejemplo reciente es la decisión tomada en octubre por la empresa de cupcakes Baked by Melissa, fundada en Nueva York, de elegir a la ciudad de Boston para expandirse por primera vez fuera del estado. La apertura de un pop-up en la zona de Seaport se basó en el elevado número de pedidos que recibieron de Boston durante la pandemia. Ahora la empresa puede comprobar si el comportamiento del consumidor de cupcakes de Boston se prolonga más allá de la pandemia antes de firmar un contrato inmobiliario a largo plazo.

Los arrendamientos a corto plazo para llenar los puntos de venta vacíos de los centros comerciales son cada vez más populares. Popable, fundada en 2017, trabaja con socios inmobiliarios como Simon, Kimco y Brookfield Property Partners, acaban de darle la bienvenida a Walmart incorporandolo a su cartera de más de 10.000 marcas. A tiempo para el periodo de compras navideñas, Walmart alquilará espacio por un corto plazo a pequeñas marcas que quieran evitar los agobiantes contratos de alquiler a largo plazo.
La importancia del probador

"Si yo tuviera un negocio, los probadores serían lo más importante", dice Baird. "Serían lujosos y habría muchos, porque me gustaría que todo el mundo estuviera allí". Describe un futuro no muy lejano en el que los consumidores podrían interactuar con el espejo y la talla solicitada caería del techo por un tubo. El momento de la conversión se produce en el probador, por lo que convertirlo en la experiencia más satisfactoria para el consumidor debería ser la prioridad de todo retailer. Descuidado durante la pandemia, ahora desempeñará un papel central en el éxito de una tienda.
La oportunidad de las devoluciones

Los comerciantes minoristas no deberían intentar emular la política de devoluciones de Amazon porque no sólo sería imposible, sino una mala jugada comercial. Cuando los consumidores devuelven un artículo a la tienda es una oportunidad para comprometerse y vender otra cosa en su lugar. Baird afirma: "No se quiere incomodar al cliente, pero tampoco se quiere que las devoluciones sean tan fluidas que parezcan algo muy sencillo. Hay un término medio". Una conversación sobre qué ha fallado en el artículo y qué se puede hacer para que el cliente quede satisfecho contribuirá en gran medida a recuperar la lealtad de los clientes tras la pandemia. También podría ayudar a desincentivar los malos comportamientos alimentados por la pandemia, como el bracketing, la práctica de comprar varias tallas en línea, quedarse con una y devolver el resto. Para hacer frente al aspecto insostenible de las devoluciones en línea (residuos de embalaje por envío, productos que no siempre vuelven a ponerse a la venta), los retailers podrían ofrecer un descuento si el artículo se devuelve en su bolsa original.

Este artículo fue originalmente publicado en FashionUnited.com, y ha sido traducido y editado al español por Cynthia Ijelman

martes, septiembre 01, 2020

El Apocalipsis Retail era esto: cómo la pandemia puso la puntilla a los gigantes de la moda en EEUU | Modaes.es

El Apocalipsis Retail era esto: cómo la pandemia puso la puntilla a los gigantes de la moda en EEUU | Modaes.es




El Apocalipsis Retail era esto: cómo la pandemia puso la puntilla a los gigantes de la moda en EEUU


JC Penney, J. Crew, Neiman Marcus o Brooks Brothers han entrado en concurso y otros gigantes encaran duras reestructuraciones.
28 AGO 2020 — 05:00
I. P. GESTAL

https://www.modaes.es

Fue la cuna del retail moderno. Donde nacieron los grandes almacenes, las rebajas y el Black Friday. El lugar donde se inventó el prêt-à-porter y el casualwear, que vistió a medio planeta en zapatillas. Y ahora ha sido el primero en caer. Para el retail de moda de Estados Unidos, el coronavirus ha supuesto sólo la puntilla a años de reestructuración a contrarreloj. El Apocalipsis Retail era esto.

La pandemia cogió a la moda estadounidense cuando todavía se lamía las heridas de los sonados concursos de los últimos años: de fenómenos recientes como American Apparel o Nasty Gal a gigantes como Payless, Sears, David’s Bridal, Barneys o Forever21.

Los problemas que compartían la mayoría eran una sobrexposición al mercado estadounidense, tan grande que en épocas de bonanza no hizo necesaria la expansión internacional; una saturadísima red de tiendas, insostenible ante el avance del online, una abultada deuda y un producto que no había logrado adaptarse a la era del fast fashion, en la que reinan los grupos europeos.

Mayo fue un mes negro para el retail de EEUU: entraron en concurso J. Crew, Neiman Marcus y JC Penney

Con el cierre de tiendas declarado para frenar la expansión del coronavirus, otros gigantes claudicaron. El primero en caer fue True Religion, especializada en denim y que vivió su momento de gloria en la década de los 2000.

La empresa entró en concurso en 2020, la segunda vez en tres años, argumentando que, aunque preferiría esperar a que pasara la crisis del coronavirus, “simplemente no podía permitírselo”.

La marca, con base en California, se había quedado en tierra de nadie, sin marca para competir con el denim de lujo pero demasiado cara para hacer frente a la creciente competencia de marcas como Levi Strauss o Madewell.

Mayo fue el mes negro para el retail de Estados Unidos: J. Crew, Neiman Marcus y JC Penney entraron en concurso. J. Crew se acogió al chapter 11 tras llegar a un acuerdo con sus acreedores para convertir unos 1.650 millones de dólares de deuda en equity. La empresa, fundada en 1947 en Nueva York, comenzó vendiendo por catálogo y a cierre de 2019 contaba con 492 tiendas, tras cerrar casi un centenar en los últimos años.

Neiman Marcus prevé cerrar sus outlets y despedir a 750 trabajadores

Los grandes almacenes Neiman Marcus, por su parte, presentaron concurso con una deuda de 5.000 millones de dólares tras tener que cerrar 43 de sus tiendas Neiman Marcus, casi 24 de sus outlets Last Call y sus dos flagships de Bergdorf Goodman en Nueva York.

La empresa, con sede en Dallas (Texas), se fundó en 1907 y controla también el ecommerce Mytheresa, que fue excluido del proceso concursal. El grupo llegó a un acuerdo con parte de sus acreedores para obtener un nuevo crédito de 675 millones de dólares y refinanciar parte de su deuda. Como parte de su plan de reestructuración, la empresa prevé cerrar la mayoría de sus outlets y despedir a unos 750 empleados en los próximos meses.

Otro histórico grupo de grandes almacenes que presentó chapter 11 fue JC Penney, con 107 años de historia y 850 tiendas en Estados Unidos. “Como resultado de la pandemia del coronavirus, la industria minorista estadounidense ha experimentado una nueva realidad profundamente diferente, que requiere que JCPenney tome decisiones difíciles para proteger la seguridad de nuestros asociados y clientes y el futuro de nuestra empresa”, justificó Jill Soltau, consejera delegada del grupo. La empresa logró pactar 900 millones de financiación con sus acreedores para poder seguir operando mientras prosigue el proceso concursal.

La pandemia también terminó con las esperanzas de Brooks Brothers, que llevaba desde finales de año tratando de buscar un comprador. El grupo especializado en moda masculina, con 202 años de historia, presentó concurso en julio.

Además de los problemas que comparte con otros de los grupos en concurso, Brooks Brothers cuenta también con las tendencias en su contra: en un contexto de creciente casualización de la moda masculina, cada vez hay menos hueco para esta histórica cadena especializada en trajes y que ha vestido a decenas de presidentes del país.

Brooks Brothers llevaba buscando un comprador desde finales del año pasado

Aunque no han terminado en los juzgados, otros gigantes como Gap o Macy’s también han tenido que encarar duras reestructuraciones por el golpe del Covid-19. El grupo de grandes almacenes, que en 2017 ya realizó el mayor ajuste desde el crack del 29, anunció en junio el despido de 3.900 empleados para ahorrar 365 millones de dólares este año y 630 millones al año a partir de 2021.

Gap, por su parte, anunció la salida del 10% de su plantilla de oficinas, donde trabajan 12.000 personas, y firmó un acuerdo con IMG para licenciar sus marcas con el objetivo de acelerar sus ventas sin cargar su estructura.

Pero no todos han perdido con la caída en desgracia de los reyes del retail de Estados Unidos. Los ganadores han sido las compañías dedicadas a la gestión de activos como Authentic Brands o Marquee Brands, que han salido a la caza de estas marcas reconocidas a precio de saldo.

A principios de año, Authentic Brands se alió con los dueños de centros comerciales Simon Property Group y Brookfield Property Partners para tomar el control de la marca Forever21. A finales de 2019, la empresa había comprado también Barneys con el objetivo de licenciar la marca a Hudson’s Bay, propietaria de Saks Fifth Avenue. El grupo es, junto con Marquee Brands, WHP o Sequential Brands, una de las interesadas en Brooks Brothers.

Por JC Penney, por su parte, se ha interesado el fondo de inversión Sycamore Partners, que el pasado abril rompió el acuerdo con L Brands para comprar la cadena de íntimo Victoria’s Secret.