La nueva generación de líderes: persistente, formada, sin títulos ni fortuna
Asustarse, persistir, practicar, inspirar, influir e impactar son las claves para convertirse en un líder de éxito sin necesidad de poseer ningún título ni tener una gran fortuna, según el entrenador en liderazgo y desarrollo personal de directivos de grandes empresas, Robin Sharma.
Irene Valiente
Madrid, 1 feb.- Asustarse, persistir, practicar, inspirar, influir e impactar son las claves para convertirse en un líder de éxito sin necesidad de poseer ningún título ni tener una gran fortuna, según el entrenador en liderazgo y desarrollo personal de directivos de grandes empresas, Robin Sharma.
En la presentación del libro "La Nueva Generación Executive" promovido por InfoJobs Executive, Sharma, que ha escrito el prólogo, proporcionó una serie de claves para obtener el liderazgo y consolidarse en él, como tener en cuenta que "no te pagan para trabajar, te pagan para asustarte" y, por ello, debes "inclinarte" hacia tu miedo y "comprometerte" con lo que te asusta.
"La pasión es fundamental a la hora de levantar una compañía", señala el asesor y autor de quince libros más vendidos, y por eso la clave está en "convertirse en iconos" de los consumidores de forma que los inspiremos, influyamos e impactemos tanto a ellos como a los trabajadores.
En esta línea, para Sharma -entre cuyos clientes se encuentranMicrosoft, Starbucks, Coca Cola, Nike o la NASA- una compañía de 500 trabajadores que piensen como líderes de su trabajo se vuelve imparable, por lo que fomentarlo desde la dirección es la "ventaja competitiva" número uno para una empresa.
Asimismo, quiso destacar que el modelo antiguo de liderazgo está "obsoleto" y ya no depende de tener un título o una gran fortuna, sino que, más bien, es un "estado mental".
Lo que determina la genialidad de un directivo no es el coeficiente intelectual, sino la "práctica", la "persistencia" y la "determinación" y, en ese sentido, Sharma insiste en la necesidad de estar constantemente formándose tanto física como mentalmente porque "la educación es la vacuna contra las perturbaciones".
También advierte del peligro de distraerse demasiado con la tecnología, que "puede ser un sirviente fascinante pero un maestro terrible", y el uso que le demos, actitud que nos va a definir como víctima o como líder: "las víctimas se concentran en el trabajo falso, los líderes, en el real".
En su exposición quiso recordar una de sus fórmulas más repetidas, la conocida como el club de las cinco de la mañana, que consiste en levantarse a las cinco y dividir la hora en tres partes de 20 minutos: la primera dedicada a hacer ejercicio, la segunda a revisar tus planes y objetivos, y la tercera a aprender.
En el caso de los directivos españoles, Sharma señala que no pueden ser "víctimas" y "dar su poder a la economía", sino que deben "crear" la suya propia y aprovechar la crisis como una oportunidad para adaptarse a los cambios y conseguir que las personas se comprometan.
En declaraciones a Efe, ha afirmado que, aun así, las preocupaciones de las empresas españolas son muy parecidas a las de los ejecutivos del resto del mundo, ya que, a fin de cuentas, se enfrentan a la misma "complejidad" y similares "distracciones".
De hecho, a su juicio, hay dos ejemplos españoles claros de buen liderazgo: el empresario Amancio Ortega y el cocinero Ferran Adrià.
En cuanto a si existen diferencias entre las empresas en las que ha trabajado, Sharma admite que en las compañías de tecnologías ha notado que se mueven más rápido que en otras de sectores tradicionales, como la banca o la construcción.
El secreto está en saber que cualquiera puede convertirse en líder en cualquier situación, ya que, para Sharma, tan sólo hay que tener presente que al final de la vida sólo importan dos cosas: en quién te has convertido y cuántas vidas has tocado.
(Agencia EFE)