Fuente: Portafolio.co
Crepes & Waffles: ‘desde el comienzo, algo más que un buen negocio’
Sus fundadores, Beatriz Fernández y Eduardo Macías, representarán al país en el Emprendedor del Año Mundial EY que será en Mónaco.
Beatriz Fernández y Eduardo Macías, los fundadores de la cadena Crepes & Waffles.
CORTESÍA
POR:
PORTAFOLIO
OCTUBRE 24 DE 2019 - 10:30 P.M.
La cadena Crepes & Waffles celebrará el año entrante 40 años, de la mano de Beatriz Fernández y Eduardo Macías.
(Lea: Crepes & Waffles utilizará cacao de Tumaco para sus helados)
Como un reconocimiento a su trayectoria, recibieron anoche el premio El Emprendedor del Año EY en Colombia en la categoría Máster, y representarán al país en el Emprendedor del Año Mundial EY que será en Mónaco en junio del 2020.
(Lea: ¿Cómo es el negocio de Crepes & Waffles?)
La empresaria respondió a Portafolio preguntas sobre su visión del emprendimiento y la evolución de la marca.
¿Qué significa recibir este premio de EY y representar al país en Mónaco?
Es el reconocimiento a los sueños concretados, al trabajo y a la labor realizada que ha hecho evolucionar y crecer a nuestra gente e impulsar la economía del país.
Para nosotros es un gran honor representar a Colombia en un premio tan importante y mostrar la cara de Crepes & Waffles al mundo.
En pocas palabras ¿Cuál es el origen y la evolución de la marca?
Nuestro origen se da en la universidad. Como estudiantes empezamos con esta idea que la refrescamos con nuestros sueños, la empoderamos con nuestra capacidad de hacer y de reconocer que Crepes & Waffles tenía que ser algo más que un buen negocio.
Entendimos desde el comienzo que “Si llegas al corazón, te quedas en la mente” y por eso evolucionamos bajo el principio de mi filosofía: “Sentirse bien, hacer el bien y hacerlo bien”.
¿Cómo se preparan para garantizar el crecimiento de la cadena en el tiempo?
Estando fuertes a nuestros valores, seguros en nuestro conocimiento, atentos a los cambios rápidos del mercado, siendo innovadores para mantenernos a la vanguardia, y siguiendo nuestra intuición, que fue lo que nos llevó a ser una empresa distinta desde el principio.
¿Cómo está hoy la compañía en Colombia y el exterior?
Posicionada en el corazón de Colombia, e internacionalmente encaminándola con este propósito.
¿Soñaban con lo que tienen hoy?
Nunca imaginamos que ese comienzo sin experiencia ni conocimiento, pero con ese ingrediente mágico que es la fuerza del amor puesto en acción, nos iba a llevar a donde estamos hoy. Nadie es consciente de la fuerza interior que tiene para realizar grandes obras.
¿Cuál ha sido el momento más complejo y cómo fue superado?
Ha sido desafiar la academia, las teorías y las creencias, para hacer empresa siguiendo mi intuición. Desde el comienzo entendí que economía no era solamente las fuerzas de la oferta y la demanda, sino la relación de los seres humanos entre sí y todos con el ecosistema.
Eso nos hizo crear una visión sólida y clara, desde la cual fundamentamos el desarrollo de esta compañía que se convirtió en el medio que se nos dio para tener una evolución individual.
¿Cuál es el secreto para emprender en conjunto?
Es tener la capacidad de darse cuenta de los talentos individuales y tener la inteligencia para respetar las diferencias y ser un complemento que le permita a cada uno potencializarse en pro de un objetivo común.
Después de tantos años ¿se consideran todavía emprendedores?
Si emprender quiere decir que sigamos siendo creativos, lo somos. Si emprender quiere decir tener el corazón activo para seguir generando y actuando desde la fuerza del amor, lo somos.
Si emprender quiere decir tener nuevas visiones que se adapten a los cambios del entorno, lo somos. Y si emprender significa levantarse a pesar de los golpes, caídas y obstáculos, seguimos siendo emprendedores.
¿Qué retos se fijan hoy para la marca?
Con la sociedad tenemos el reto de seguir creando una cultura gastronómica, con nuestra gente el desafío es tener una transformación interna basada en valores y en una conciencia para que todo el mundo tenga una vida digna. Con el medio ambiente, seguir implementados proyectos de apoyo para generar esquemas de agricultura regenerativa y apoyo a las comunidades campesinas. Y con nosotros, seguir teniendo la responsabilidad de mantener pura e intacta nuestra esencia, ya que ahí está nuestra fuerza.
¿Cuál cree que ha sido el éxito de la marca?
Desde los sabores que crearon una nueva cultura gastronómica: crepes con sabores del mundo en nuestra mesa, las ensaladas artísticas que son naturaleza convertida en arte, los helados artesanales donde la creatividad, la frescura, el sabor y sus formas llevaron a escribir titulares como “Crepes & Waffles cambió la historia del helado en Colombia”, el brunch, pioneros de una innovación desde 1988, abriendo un camino por el corazón del país.
Todo lo anterior, acompañado de una arquitectura llena de belleza y elegancia, sencilla e informal, que siempre nos da la oportunidad de decirle a todos… el gusto es nuestro.
Y desde el concepto, un concepto humano que dio empoderamiento a la mujer, dignificando sus vidas para una mejor empresa, familia, sociedad y país.
¿Cuáles son sus recomendaciones a los que quieren materializar ideas de negocios?
Les recomiendo lo que dice esta frase de un maestro de la India: “No busquen ser grandes porque a la grandeza rara vez le sigue la bondad, más bien hay que procurar ser buenos porque a la bondad siempre le sigue la grandeza”.
Crepes & Waffles: ‘desde el comienzo, algo más que un buen negocio’
Sus fundadores, Beatriz Fernández y Eduardo Macías, representarán al país en el Emprendedor del Año Mundial EY que será en Mónaco.
Beatriz Fernández y Eduardo Macías, los fundadores de la cadena Crepes & Waffles.
CORTESÍA
POR:
PORTAFOLIO
OCTUBRE 24 DE 2019 - 10:30 P.M.
La cadena Crepes & Waffles celebrará el año entrante 40 años, de la mano de Beatriz Fernández y Eduardo Macías.
(Lea: Crepes & Waffles utilizará cacao de Tumaco para sus helados)
Como un reconocimiento a su trayectoria, recibieron anoche el premio El Emprendedor del Año EY en Colombia en la categoría Máster, y representarán al país en el Emprendedor del Año Mundial EY que será en Mónaco en junio del 2020.
(Lea: ¿Cómo es el negocio de Crepes & Waffles?)
La empresaria respondió a Portafolio preguntas sobre su visión del emprendimiento y la evolución de la marca.
¿Qué significa recibir este premio de EY y representar al país en Mónaco?
Es el reconocimiento a los sueños concretados, al trabajo y a la labor realizada que ha hecho evolucionar y crecer a nuestra gente e impulsar la economía del país.
Para nosotros es un gran honor representar a Colombia en un premio tan importante y mostrar la cara de Crepes & Waffles al mundo.
En pocas palabras ¿Cuál es el origen y la evolución de la marca?
Nuestro origen se da en la universidad. Como estudiantes empezamos con esta idea que la refrescamos con nuestros sueños, la empoderamos con nuestra capacidad de hacer y de reconocer que Crepes & Waffles tenía que ser algo más que un buen negocio.
Entendimos desde el comienzo que “Si llegas al corazón, te quedas en la mente” y por eso evolucionamos bajo el principio de mi filosofía: “Sentirse bien, hacer el bien y hacerlo bien”.
¿Cómo se preparan para garantizar el crecimiento de la cadena en el tiempo?
Estando fuertes a nuestros valores, seguros en nuestro conocimiento, atentos a los cambios rápidos del mercado, siendo innovadores para mantenernos a la vanguardia, y siguiendo nuestra intuición, que fue lo que nos llevó a ser una empresa distinta desde el principio.
¿Cómo está hoy la compañía en Colombia y el exterior?
Posicionada en el corazón de Colombia, e internacionalmente encaminándola con este propósito.
¿Soñaban con lo que tienen hoy?
Nunca imaginamos que ese comienzo sin experiencia ni conocimiento, pero con ese ingrediente mágico que es la fuerza del amor puesto en acción, nos iba a llevar a donde estamos hoy. Nadie es consciente de la fuerza interior que tiene para realizar grandes obras.
¿Cuál ha sido el momento más complejo y cómo fue superado?
Ha sido desafiar la academia, las teorías y las creencias, para hacer empresa siguiendo mi intuición. Desde el comienzo entendí que economía no era solamente las fuerzas de la oferta y la demanda, sino la relación de los seres humanos entre sí y todos con el ecosistema.
Eso nos hizo crear una visión sólida y clara, desde la cual fundamentamos el desarrollo de esta compañía que se convirtió en el medio que se nos dio para tener una evolución individual.
¿Cuál es el secreto para emprender en conjunto?
Es tener la capacidad de darse cuenta de los talentos individuales y tener la inteligencia para respetar las diferencias y ser un complemento que le permita a cada uno potencializarse en pro de un objetivo común.
Después de tantos años ¿se consideran todavía emprendedores?
Si emprender quiere decir que sigamos siendo creativos, lo somos. Si emprender quiere decir tener el corazón activo para seguir generando y actuando desde la fuerza del amor, lo somos.
Si emprender quiere decir tener nuevas visiones que se adapten a los cambios del entorno, lo somos. Y si emprender significa levantarse a pesar de los golpes, caídas y obstáculos, seguimos siendo emprendedores.
¿Qué retos se fijan hoy para la marca?
Con la sociedad tenemos el reto de seguir creando una cultura gastronómica, con nuestra gente el desafío es tener una transformación interna basada en valores y en una conciencia para que todo el mundo tenga una vida digna. Con el medio ambiente, seguir implementados proyectos de apoyo para generar esquemas de agricultura regenerativa y apoyo a las comunidades campesinas. Y con nosotros, seguir teniendo la responsabilidad de mantener pura e intacta nuestra esencia, ya que ahí está nuestra fuerza.
¿Cuál cree que ha sido el éxito de la marca?
Desde los sabores que crearon una nueva cultura gastronómica: crepes con sabores del mundo en nuestra mesa, las ensaladas artísticas que son naturaleza convertida en arte, los helados artesanales donde la creatividad, la frescura, el sabor y sus formas llevaron a escribir titulares como “Crepes & Waffles cambió la historia del helado en Colombia”, el brunch, pioneros de una innovación desde 1988, abriendo un camino por el corazón del país.
Todo lo anterior, acompañado de una arquitectura llena de belleza y elegancia, sencilla e informal, que siempre nos da la oportunidad de decirle a todos… el gusto es nuestro.
Y desde el concepto, un concepto humano que dio empoderamiento a la mujer, dignificando sus vidas para una mejor empresa, familia, sociedad y país.
¿Cuáles son sus recomendaciones a los que quieren materializar ideas de negocios?
Les recomiendo lo que dice esta frase de un maestro de la India: “No busquen ser grandes porque a la grandeza rara vez le sigue la bondad, más bien hay que procurar ser buenos porque a la bondad siempre le sigue la grandeza”.