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domingo, noviembre 10, 2019



Con la nueva política de Mercadona se cruzan dos "mundos"​, antes estancos: interproveedores, y fabricantes de otras marcas de distribuidor

La “revolución” de Mercadona en la marca de distribución

Publicada el 4 de noviembre de 2019

Jean-Marie Benaroya

Senior Advisor, Strategy & Business Consulting, Consumer Goods & Retail
4 artículos
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La nueva política de marca propia de Mercadona, sustituyendo la figura de los interproveedores por una base mucho más amplia de fabricantes “totalers”, constituye una auténtica revolución. El ecosistema industrial que había implantado la cadena valenciana, con un modelo de relación prácticamente vertical, pasa a competir dentro de un mercado mucho más abierto. 

Nuevo rumbo

En enero de 2019, la noticia saltaba a la prensa: Mercadona hacía pública su decisión de culminar la transformación del suministro de marca propia, y de apostar por una amplia base de 1.400 suministradores, a los que pasaba a denominar totalers.

Esta decisión oficializaba el final del sistema de trabajo que había imperado desde su creación, allá por el año 1998: la apuesta por un grupo reducido de fabricantes, a quienes delegaba de forma exclusiva el desarrollo de categorías enteras o, al menos, de partes significativas de las mismas.

Estas compañías, denominadas interproveedores, trabajaban bajo un acuerdo de colaboración a largo plazo, con una política comercial de libros abiertos, en la que ambas partes fijaban anualmente objetivos de mejora de la productividad para repercutirlos en los precios al consumidor. Mercadona adquiría un profundo conocimiento de las operaciones del suministrador, y estaba capacitada para influenciar de forma decisiva en sus planes de I+D, así como en sus inversiones industriales y logísticas. Era tal el nivel de compenetración entre las partes que, en caso de finalizar la colaboración, se fijaba un plazo de tres años para llevar a cabo el “desenganche”.

Este modelo empresarial fue objeto de estudio por parte de las grandes escuelas de negocio. Gracias a su implantación, el distribuidor llegó a conformar el cluster alimentario más importante de España: en su memoria de 2017 hablaba de 249 fábricas con más de 50.000 trabajadores, y de una inversión conjunta de más de 700 millones de euros.

Existen pocos ejemplos tan avanzados de integración vertical en el retail europeo. Tal vez la francesa Intermarché y la suiza Migros puedan ser comparables, al disponer de potentes estructuras de producción dentro de su entramado empresarial. La primera dispone de Agromousquetaires, un emporio con 62 plantas y 11.000 colaboradores que facturan conjuntamente 4.000 millones de euros, siendo el cuatro operador agroalimentario francés. No obstante, a diferencia de ellos, Mercadona nunca ha tenido la vocación de ser propietaria de sus proveedores, salvo en ocasiones puntuales en las que ha aportado financiación para acelerar su desarrollo, o para apoyarlas en momentos de dificultad económica. 

Un cambio que viene de lejos

La figura del interproveedor, tal como la conocíamos, ha llegado a su fin. Para remontar a la génesis de este cambio de rumbo, nos remontamos algunos años atrás, cuando Mercadona tomó la decisión de cambiar en profundidad su política de frescos. Su intento de gestionarlos de la misma manera que la alimentación seca, con todo el género empaquetado, había resultado ser un fracaso. La razón: un proceso excesivamente centralizado e industrial, tratándose de productos que requieren cercanía al punto de venta para asegurar tiempos de servicio muy cortos. Juan Roig suele ser muy gráfico a la hora de admitir los errores del pasado, y en el Congreso de AECOC de 2013, reconocía que “nuestras chirimoyas eran tan duras que rebotaban en el suelo, como si fueran balones” (la ponencia completa está colgada en Youtube: os adjunto el extracto de 90 segundos).

El éxito del proyecto vino a refrendar aquella apuesta, por lo que era cuestión de tiempo que esta filosofía terminara trasladándose al resto del surtido. Esto es lo que ocurrió a partir del año 2014-2015, con la incorporación de los “especialistas”: fabricantes centrados en productos concretos, que aportaban atributos de calidad e innovación diferenciales. Tanto es así, que Mercadona los denominaba “tornillos de oro” en su jerga interna. Las consecuencias organizativas de este cambio de rumbo fueron muy profundas: mientras que en 2007 la dirección comercial contaba con 50 personas, en el año 2017 esta cifra se había multiplicado por veinte, con unos 900 colaboradores trabajando en los diferentes departamentos de prescripción y compras.

Los resultados de la nueva política son muy visibles, hoy en día, en determinadas secciones. Podemos citar el nuevo surtido de cervezas: donde anteriormente teníamos siete proveedores y la marca Steinburg era la gran dominadora, hemos pasado a contar con 40 compañías, de los cuales 19 son artesanales, para un total de 70 referencias.

Otro lineal que se ha transformado es el de aceites: a primeros de 2019 ya estaban presentes 13 suministradores -11 de oliva-, contrastando radicalmente con la situación de 2015, cuando todo el aprovisionamiento recaía en Sovena.

La entrada de los especialistas se ha producido de manera paulatina, con una nómina que alcanzaba los 1.300 a primeros de 2019. Mientras que su misión inicial era la de complementar la oferta de los interproveedores, la oficialización del modelo totaler ha venido a culminar un proceso que venía de lejos, equiparando a todos los fabricantes de marca propia. 

Condenados a reinventarse

La transformación que hemos descrito tiene un gran impacto en las empresas que, anteriormente, ostentaban la condición de “dueños” del suministro de las marcas Hacendado (alimentación), Bosque Verde (droguería), Deliplus (perfumería e higiene) o Compy (comida para animales). Todas ellas han tenido que pasar por una reevaluación de sus productos, y a pesar de que muchas han sido capaces de proteger su posición en las gamas existentes, la mayoría han tenido que presenciar cómo se incorporaban otros jugadores para cubrir nuevas necesidades.

Las implicaciones son trascendentales para el conjunto de la industria de marcas de distribuidor, al haberse roto el aislamiento en el que se encontraban los interproveedores: sin que estuviera sustentado por cláusulas contractuales, estos fabricantes operaban en régimen de práctica exclusividad para su cliente principal.

Por lo tanto, la irrupción de los especialistas en el mapa de aprovisionamiento de Mercadona constituye una patada formidable al tablero de juego, al devolver a sus suministradores preferentes la potestad de buscar nuevas fuentes de negocio en el mercado nacional de retail. La realidad es que se ha creado una porosidad entre dos mundos que parecían estancos: 120 industrias con altos estándares de calidad, una excelente disciplina de costes, y una gran flexibilidad para adaptarse a los requerimientos de los consumidores, han irrumpido en el “mercado libre” de marca de distribuidor. 

Rebatir las cartas en el mercado nacional

La guerra entre los integrantes de la “galaxia Mercadona” y los suministradores del resto de enseñas, no ha hecho más que empezar. Algunos ex interproveedores han tenido que superar la prevención inicial de los compradores de otras cadenas, que siempre les habían catalogado con un “ADN” distinto, por el hecho de estar tan compenetrados con un competidor tan dominante. Pero este tipo de consideraciones, con un cierto cariz emocional, suelen ceder paso rápidamente a la racionalidad. De la misma manera que hemos visto como 1.300 fabricantes accedían a los lineales del retailer valenciano con la condición de especialistas, vamos a asistir a un goteo de incorporaciones en el otro sentido, a medida que se vayan renovando los contratos de suministro de marca propia.

Aunque estas negociaciones se están llevando a cabo con discreción, algunos casos ya se han hecho públicos: por ejemplo, la portuguesa Sovena -tras perder posiciones, como hemos visto antes, en el lineal de aceites de Mercadona- ha incorporado a Carrefour en su nómina de clientes.

En definitiva, esta situación provoca una serie de riesgos y de oportunidades que todos los industriales con intereses en MDD, sean del bando que sean, deben visualizar correctamente a la hora de definir sus estrategias de crecimiento. 

Adentrarse en el mundo marquista

Además de entrar a competir en su mercado “natural”, algunos proveedores históricos de Mercadona están sopesando la posibilidad de entrar en el mundo de las marcas nacionales.

Se trata de un modelo de negocio radicalmente distinto, en el que existen muy pocos precedentes. De hecho, hasta la fecha, Casa Tarradellas era prácticamente el único fabricante que había sido capaz de combinar ambas líneas de productos, manejando tanto Hacendado como su marca homónima.

Los interproveedores que decidan dar este paso hacia el mundo marquista tendrán que acometer una agenda de cambio muy extensa:
Definiendo las necesidades y las tendencias de consumo que pretendan cubrir; un proceso en el que no estarán tan guiados como antes por la labor de investigación que les facilitaba su cliente a través de sus laboratorios de innovación.
Elaborando el libro de atributos que resalten la personalidad y la diferenciación de su nueva marca, e invirtiendo en una plataforma de comunicación multi-canal que les permita transmitir al consumidor su propuesta de valor.
Activando el punto de venta con acciones y exposiciones atractivas, junto con un plan promocional imprescindible en la mayoría de las cadenas.
Diseñando una política de precios que les posicione adecuadamente frente a las marcas líderes y a las de las enseñas, y asegurando una correcta retribución de sus esfuerzos en innovación, en el consumidor y en el punto de venta.

Haciendo un repaso a estos requisitos, no parece descabellado aventurar que solamente un grupo selecto de empresas van a ser capaces de dar un paso tan importante. Aquellas que realmente lo intenten pondrán énfasis en captar talento para disponer de las capacidades adecuadas, por lo que auguramos un interesante baile de perfiles dentro del sector, especialmente en las áreas de comercial y marketing.

También podemos prever que algunas empresas se queden en una posición mucho más táctica, de reducida inversión. Introducirán marcas de bajo precio, que posiblemente no hagan otra cosa que enturbiar su negocio principal. 

Potenciar los canales alternativos

Pero más allá del impacto que vaya a tener la nueva política de suministro de Mercadona en el retail nacional, los interproveedores están explorando otras oportunidades, y la primera de ellas es la diversificación hacia nuevos mercados.

Esta línea de trabajo no es nueva, en la medida que estos fabricantes ya disponían de cierta autonomía a la hora de buscar nuevos ingresos, siempre que no competieran directamente con su cliente principal. Hablamos principalmente de los canales de industria/B2B, internacional, así como hostelería; a continuación compartimos algunos ejemplos, basados -al igual que los que veremos en el siguiente párrafo- en informaciones publicadas:
SPB (Suavizantes y Plásticos Bituminosos) es uno de los grandes proveedores en limpieza del hogar -gama que complementa con cuidado de la ropa y cuidado personal-, y dirige 90% de su producción a su principal cuenta. En el año 2013, la familia propietaria decidió potenciar su filial Cleanity, especializada en limpieza e higiene industrial, que pasó a operar con plena autonomía frente a la matriz.

Prosol (Productos Solubles) está especializada en la producción de café y cereales solubles, así como de cápsulas compatibles. Nacida con la vocación de servir a Mercadona, con quien trabaja desde 2001, en los últimos años ha interiorizado plenamente la necesidad de emprender la aventura internacional, y ha conseguido contratos en Portugal, Francia, Alemania, Suecia, Dinamarca, Magreb y países del Este. Gracias a estos esfuerzos, está reduciendo la dependencia de su cliente principal, que en 2018 pesaba un 55% de sus ventas.
Congalsa es una compañía líder en aperitivos y tapas congeladas con base de pescado, que produce la marca Hacendado. Un negocio que complementa con un catálogo dedicado al canal de foodservice, que opera bajo con la marca Ibercook y representa, a cierre de 2018, el 31% de sus ventas.

No cabe duda de que estos proyectos de diversificación se van a potenciar en el corto plazo. Por ejemplo, la hostelería tiene un amplio potencial y presenta perspectivas de crecimiento interesantes. En este sentido, es probable que los interproveedores ataquen las cuentas de la restauración organizada antes que lanzarse al canal independiente, que requiere capacidades muy específicas en el route to market. Esta nueva competencia generará tensiones con los departamentos de foodservice de los grandes fabricantes marquistas, especialmente para aquellos productos de “cocina”, en los que la comunicación al consumidor no es una palanca decisiva. 

Aliarse para ganar tamaño internacional

La mayoría de los suministradores habituales de la cadena valenciana están plenamente capacitados a nivel industrial para responder a las peticiones de oferta más exigentes, y van a ampliar la oferta competitiva a disposición de los retailers internacionales.

No obstante, estos movimientos podrían no ser suficientes para afrontar con garantías los retos que presenta el mercado de MDD, que está viviendo una ola de consolidación a nivel europeo. La creciente sofisticación y segmentación de los gustos del consumidor, junto con los requerimientos de seguridad alimentaria -cada vez más exigentes- van a exigir por parte de los operadores importantes recursos en investigación y desarrollo. Y las economías de escala van a ser cada vez más necesarias, tratándose de artículos cuyo precio seguirá siendo un factor fundamental para las enseñas que los incorporen.

Las compañías que han pasado por la “escuela Mercadona” pueden tener un papel de primer orden en el movimiento de concentración que ya se ha iniciado. Se trata de una tendencia de la que están muy pendientes los fondos de inversión, que ambicionan liderar procesos de build up a escala europea. Veamos algunos casos:

Bynsa Mascotas, nacida a raíz de un MBI (management buy in) en el año 2007, es el fabricante de referencia en alimentos secos y snacks para perros y gatos. En julio de 2018 ha pasado a pertenecer al belga United Petfood, y entre ambos conforman un conglomerado de primer nivel para MDD en Europa, en una categoría de alto crecimiento.

GAC (Grupo Alimentario Citrus), proveedor preferente de ensaladas y frescos de cuarta gama, está creciendo a base de adquisiciones: tras hacerse con dos plantas del grupo Agrial -dueño de Florette- en Suiza e Italia, ha adquirido la empresa alemana Thürlander, especialista como ella en soluciones listas para consumir. Con ello, refuerza su capacidad para servir a las grandes cuentas con los ajustados plazos que requieren los productos de corta vida. GAC ha triplicado sus ingresos internacionales, que han pasado a representar el 27% de sus ventas en 2018.
También en 2018, la empresa familiar Ibersnacks acordaba unir sus fuerzas con Europe Snacks y Kolak para abanderar el sector de marcas de distribuidor y para terceros de snacks y patatas fritas en Francia, Reino Unido y España. Un proyecto liderado por el fondo Apax Partners, accionista de Europe Snacks desde el año 2013.

Terminamos este repaso con Siro, que anunciaba a finales de 2018 su integración con Cerealto, compañía con accionariado compartido, que había sido precisamente escindida años atrás para liderar el desarrollo internacional. El nuevo grupo tiene la intención de traspasar sus líneas de bollería y pan para concentrar sus recursos en galletas, cereales y pasta. Ambiciona convertirse en un jugador clave del mercado de marca privada y de B2B, trabajando con una treintena de clientes internacionales. 

Conclusiones

El “cambio de reglas” que Mercadona ha activado para diversificar su surtido propio, sitúa de golpe a 120 operadores españoles bajo el foco de los proyectores. A nivel nacional, se ha desencadenado una intensa actividad comercial, gracias a la apertura que se ha producido entre dos ecosistemas que prácticamente vivían en régimen de aislamiento: los fabricantes de las marcas del primer retailer nacional, frente al “resto del mundo”.

Pero este proceso tiene también consecuencias más allá de nuestras fronteras, en la medida que los antiguos interproveedores tienen argumentos de sobra para tener un papel protagonista en el movimiento de concentración que está viviendo el mercado de marca de distribuidor, a escala europea. En los próximos meses viviremos nuevas operaciones corporativas que confirmarán la “revolución” en la que se encuentra inmerso este sector, tan importante para la actividad industrial de nuestro país.

Jean-Marie Benaroya
Senior Advisor, Experto en Gran Consumo y Distribución
jean.marie.benaroya@gmail.com

domingo, junio 19, 2016

Marketing de Servicios: INTERPROVEEDORES

Marketing de Servicios: INTERPROVEEDORES





INTERPROVEEDORES

Autora: Zaira De La Calle Díaz

El marketing de servicios debe entenderse como la reafirmación de los procesos de intercambio entre consumidores y organizaciones con el objetivo final de satisfacer las demandas y necesidades de los usuarios.  De ello deriva la importancia de establecer un marketing de relaciones estables con tus proveedores considerándolos “socios estratégicos”, dando lugar al concepto de interproveedor el cual se basa en establecer compromisos de cooperación hacia una misma misión: darle al cliente la promesa estable de mantener siempre precios bajos y satisfacer sus necesidades. 

Antes de referirnos al término interproveedor en el ámbito de la empresa Mercadona vamos a dar una sencilla definición sobre este concepto:

 “Interproveedor”:aquel proveedor que establece un acuerdo de colaboración mutua con la compañía buscando una integración vertical o aguas arriba.




Mercadona

Mercadona está consiguiendo llegar a ser uno de los supermercados más relevantes de España, basándose en una política de precios bajos, para lo cual necesita una serie de proveedores que le permitan gestionar su política de precios, de tal forma que se consigan productos de calidad a bajo precio, para lo cual posee una serie de contratos con los famosos INTERPROVEEDORES.

`Ser interproveedor de Mercadona supone un acuerdo entre el fabricante y el grupo de distribución desde unos planteamientos de total cooperación, Mercadona pone sobre la mesa sus exigencias en materia de calidad, precio y sus posibilidades de ventas. Antes de suscribir un acuerdo con un fabricante como interproveedor, el grupo hace un estudio con detenimiento sobre sus estándares de calidad y costes para ajustar los mismos hasta lograr los niveles de máxima competitividad con márgenes ajustados´.

La principal intención de Mercadona con sus interproveedores es asegurarse un determinado producto con la mejor calidad-precio para ser competitivos en el mercado, por este motivo posee un estrecho contrato con ellos con el fin de comunicarles la necesidad de llevar acabo ajustes en sus instalaciones, lo que conlleva fuerte inversiones en inmovilizado.

Mercadona cuenta con un centenar de fabricantes que producen prácticamente en exclusiva para el grupo, este modelo de colaboración mutua y de compromisos conjuntos ha permitido a Mercadona generar vínculos estables con sus interproveedores, como demuestran los “contratos de por vida” que con ellos se acuerdan a través del Convenio Marco de Buenas Prácticas Comerciales que regula las relaciones entre ambos. Esto permite planificar un crecimiento estable y sostenido, pues el compromiso y la confianza llegan como resultado de una cooperación estrecha y del alineamiento conjunto hacia una misma misión: satisfacer necesidades con la mejor relación calidad/precio en los productos.

En el caso de la empresa Mercadona para llegar a ser interproveedor es necesario superar tres fases:

     1.  Propuesta de Interproveedor: duración de 6 meses, Esta es una etapa de conocimiento mutuo.
    2.  Inicio de Interproveedor: se involucra a todos los implicados en los procesos y se realizan auditorias. Se plasman puntos a mejorar.
      3. Interproveedor oficial: Libertad total en el flujo de información entre Mercadona y el Interproveedor. El gerente comercial de Mercadona elige un proveedor. Cada Gerente maneja uno o dos interproveedores para que la relación sea muy estrecha.

A día de hoy son alrededor de unos 1200 proveedores de Mercadona de los cuales 107 son interproveedores (31% del negocio).

Los productos de estos Interproveedores se comercializan bajo las cuatro marcas que dispone Mercadona:

-          Hacendado (para alimentación).



-          Bosque Verde (para droguería).



-          DeliPlus (para perfumería).



-          Compy (para animales).







Bibliografía:   



  

sábado, marzo 19, 2016

Los interproveedores de Mercadona invierten 525 millones en 67 fábricas - elEconomista.es

Los interproveedores de Mercadona invierten 525 millones en 67 fábricas - elEconomista.es


Los interproveedores de Mercadona invierten 525 millones en 67 fábricas

JAVIER ROMERA
11:42 - 15/03/2016

En el último ejercicio crearon cerca de 3.600 nuevos empleos



ENLACES RELACIONADOS
El mayor grupo de distribución

Crecer de la mano. Ese es el objetivo que se ha marcado Mercadona en la relación con sus interproveedores, las compañías con las que tiene un acuerdo de producción a largo plazo y que se encargan, por ejemplo, de la elaboración de sus marcas blancas.

De acuerdo con los datos que figuran en la última memoria anual de la compañía, Mercadona contaba a 31 de diciembre de 2015 con un total de 125 interproveedores, cinco más por lo tanto que un año antes.

En el último ejercicio, estos intrerproveedores han llevado a cabo una inversión de 525 millones de euros, un 5% más que en 2014, abriendo 67 nuevas fábricas y líneas de producción y generando así 3.600 puestos de trabajo. Al cierre del año, los interproveedores de Mercadona tenían 240 fábricas -eran 220 un año antes-, dando empleo a 47.100 trabajadores.
Clúster industrial

"Mercadona lleva años apostando por la generación de una industria eficiente y competitiva en nuestro país. Lo hace junto a los proveedores especialistas e interproveedores con los que trabaja, igualmente comprometidos con este reto para el que, año tras año, se destinan importantes recursos conjuntos", explica la compañía que preside Juan Roig en su memoria. Como consecuencia de este esfuerzo compartido, la compañía ha logrado impulsar durante los últimos años un importante clúster industrial en el país, como pone de manifiesto el gran volumen de actividad y empleo.

Según los datos de Mercadona, los interproveedores, "han contribuido a dinamizar la economía, a través de la creación de 26.000 puestos de trabajo directo en los últimos ocho años". En el último año, entre los proyectos de crecimiento acometidos por los interproveedores destaca, por ejemplo, la inversión de 14 millones de euros hecha por Avinatur para la puesta en marcha de un nuevo matadero en Purullena (Granada), entre los más modernos y vanguardistas a nivel europeo, lo que ha permitido la creación de 182 puestos de trabajo.

O los 9,1 millones que la empresa Francisco Aragón ha destinado a un nuevo almacén y nuevas líneas de producción en su fábrica de ambientadores en Molina de Segura (Murcia), con 36 nuevos puestos de trabajo; o los 5 millones que Bodegas Ontañón ha destinado a la construcción de una nueva bodega propia para elaboración de sus primeros vinos blancos con denominación de origen Rueda.
15.393 millones de compras

Mercadona realizó el año pasado 15.393 millones de euros de compras en España, más del 85% del total. Al cierre de 2015, Mercadona dispone de una red de 1.574 supermercados, tras inaugurar 60 nuevas tiendas y cerrar siete que no respondían a los estándares actuales requeridos por la compañía, que tiene presencia en 17 comunidades autónomas.

La cadena valenciana batió en 2015 todos sus récord tras alcanzar un beneficio neto de 611 millones de euros, un 12% más que en el año anterior. La compañía elevó su facturación hasta los 20.811 millones de euros tras crecer un 3%

martes, marzo 18, 2014

Los 'interproveedores' de alimentación de Mercadona aguantan mejor la crisis

elEconomista.es


Los 'interproveedores' de alimentación de Mercadona aguantan mejor la crisis

Javier Alfonso (@barrinto)
20:35 - 17/03/2014
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Bernardo Vargas, director de KPMG en la Comunidad Valenciana. Foto: KPMG
kiosco
Juan Roig presumió el pasado 6 de marzo de que todos sus interproveedores ganan dinero, y un estudio de KPMG demuestra que, el peor año de la crisis, 2012, los fabricantes estables de Mercadona en la Comunidad Valenciana aguantaron mejor que la media de grandes empresas de alimentación.
Así lo refleja el tercer Estudio Alimentación y bebidas de la CV, elaborado a partir de las cuentas anuales de las 21 mayores empresas valencianas de este sector, de las que 11 son interproveedoras de Mercadona.
Según KPMG, los interproveedores aumentaron las ventas un 6,1 por ciento y redujeron el beneficio un 2,4 por ciento, mientras que las demás redujeron las ventas un 1,1 por ciento y el beneficio un 14,6. Solo dos de las 21 empresas analizadas tuvieron pérdidas.
Para Juan Tur, director de Auditoría de KPMG en Valencia, la alimentación "es un sector rentable que se ha gestionado bien durante la crisis".
La caída de beneficios se explica por la reducción de márgenes como consecuencia de la subida del IVA en septiembre de 2012, que no se pudo repercutir en todo o en parte, y por la presión sobre los precios al agudizarse la crisis. En los interproveedores esta caída de margen neto fue, de media, de solo una décima porcentual, frente a las cinco décimas del resto de empresas.

Dividendos de 101 millones

Según Bernardo Vargas, socio responsable KPMG en la Comunidad Valenciana, los que no son proveedores estables de Mercadona están volcándose en la exportación, donde tienen "un recorrido importante", ya que solo supone el 15 por ciento de sus ventas, frente al 26 por ciento de la alimentación a nivel estatal.
El conjunto de las 21 mayores empresas valencianas aumentó el empleo un 0,4 por ciento en el año analizado. Sumaron 3.361 millones de euros de facturación y 117 de beneficios. Doce sociedades repartieron dividendos, con un total de 101 millones (57 en 2011).


Leer más:  Los 'interproveedores' de alimentación de Mercadona aguantan mejor la crisis - elEconomista.es  http://www.eleconomista.es/valenciana/noticias/5612343/03/14/El-interproveedor-de-alimentacion-de-Mercadona-aguanta-mejor-la-crisis.html#Kku8OSaQjB2MfNMh

lunes, julio 08, 2013

Los interproveedores, la “guardia pretoriana” de Mercadona


Los interproveedores, la “guardia pretoriana” de Mercadona


Para Manuel Mira Candel, autor de la biografía de Juan Roig, la mayoría de estas empresas trabajan en exclusiva a cambio de un pacto de fidelidad absoluta.
Manuel Mira Candel, autor de la biografía de Juan RoigPara Manuel Mira Candel, autor de la biografía “Juan Roig, el emprendedor visionario”, el interproveedor es una de las grandes aportaciones de Juan Roig, a los que define como la “guardia pretoriana”, el gran ejército empresarial que ayuda a Mercadona.
“Los interproveedores trabajan, en exclusiva la inmensa mayoría de ellos, a cambio de un pacto de fidelidadabsoluta. Es un matrimonio indisoluble, de por vida. Los interproveedores gozan de una serie de privilegios, como todo el apoyo financiero, avalista, de Mercadona para desarrollar sus programas de inversión”, comenta Mira Candel.
“En 2011, los 105 interproveedores de la cadena invirtieron alrededor de 400 millones de euros, lo que quiere decir que Mercadona como fenómeno empresarial español ya no se circunscribe únicamente a los 1.300 supermercados. El conjunto es una maquinaria económica que supone para el Estado unos ingresos importantísimos”.
Vídeo relacionado:
Entrevista a Manuel Mira Candel, autor del libro "Juan Roig, el emprendedor visionario"

martes, julio 02, 2013

Precios dinámicos en la sección de frescos: Mercadona pone una nueva innovación en su carrito de la compra

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Precios dinámicos en la sección de frescos: Mercadona pone una nueva innovación en su carrito de la compra


La cadena de supermercados de capital español y familiar Mercadona es reconocida a nivel internacional por su innovador modelo de negocios, objeto de estudio en prestigiosas escuelas de negocios. Su principal habilidad consiste en comprar los productos directamente en origen, sin intermediarios, y a través de la planificación de las compras lograr ajustar al máximo el tiempo y espacio del almacenaje y transporte.

Mercadona básicamente se rige por la Gestión de Calidad Total (GCT), que le ha llevado a forjar estrechos vínculos de largo plazo con sus proveedores e interproveedores, estos últimos fabricantes en exclusiva para la cadena; a buscar incansablemente la satisfacción del cliente, al que denominan jefe, con su filosofía de Siempre Precios Bajos (SPB); y a rodearse de una plantilla bien entrenada y comprometida, consiguiendo minimizar la alta rotación típica del sector gracias a su efectiva política de conciliación laboral y la contratación con carácter indefinido de todos los empleados.

Todo esto le ha permitido ser una de las pocas empresas del país capaces de esquivar la crisis e incrementar su facturación un 7% en 2012, hasta los 19.077 millones de euros, el mejor resultado de su historia con unos beneficios netos de 508 millones de euros. Además, la empresa creó 4.000 nuevos puestos de trabajo fijos ese año, una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta el alto nivel de desempleo en el país, en torno al 25% de la población activa.

Detrás de estas cifras está la mano del presidente ejecutivo Juan Roig, que en el año 1981 se hizo cargo de la empresa familiar de apenas 8 tiendas y la llevó hasta los 1.431 supermercados, según cifras de junio, repartidos por prácticamente toda España a través de una estrategia de expansión en forma de “mancha de aceite” o radial.

Pero no todo ha sido un camino de rosas para el líder de la distribución española en los últimos tiempos. Miguel Blanco, profesor de Economía de la Empresa de la Universidad Rey Juan Carlos, utiliza las propias palabras de Roig para describir la situación a partir de 2008, año en que los beneficios bajaron un 5% respecto a 2007: “La crisis nos ha explotado en la cara de golpe y esto nos ha ayudado a despertar”. Según explica Blanco, Mercadona responde con una serie de iniciativas, entre ellas la bajada de los precios y una mayor eficiencia en la cadena de suministro de todos los productos, para dar respuesta a un entorno más competitivo y complicado.

Margen de mejora

Los resultados no pueden haber sido mejores, si se tiene en cuenta las cifras mencionadas anteriormente. Sin embargo, el éxito ha sido parcial puesto que “la participación de Mercadona en productos frescos -verduras, fruta, pescado, etc.- es la mitad que la que tiene en alimentos secos. Es decir, “si vende un 40% de la alimentación envasada en España, sólo vende el 20% de la alimentación fresca”, destaca Gerard Costa, profesor de Marketing de ESADE, en Barcelona. Costa añade que “la cultura de integración vertical para controlar más el producto y crear, por ejemplo, su propia marca de pizzas congeladas, y así poder ahorrar en costes y trasladárselo al consumidor, algo de lo que hace gala Mercadona, no se estaba aplicando en frescos, porque se trata de una cadena de suministros compleja”.

Blanco coincide con Costa y añade que “hasta ahora, Mercadona había tratado el negocio de frescos como un negocio de secos, envasando todos los productos en bandeja. Pero se han dado cuenta de que son negocios diferentes que necesitan un trato diferenciado”. Teresa Serra, profesora de Marketing de IE Business School, añade que el año pasado Mercadona llevó a cabo algunas acciones en el área de frescos, como descartar el envasado de frutas para venderlas a granel, “pero aún así parece que no han conseguido que el cliente compre allí esta categoría”.

En opinión de Blanco, la sección de frescos ha puesto de manifiesto que Mercadona no ha logrado completar la misión de la empresa de que “el cliente se fabrique la compra total”. Costa añade al respecto que la tendencia del consumidor o ama de casa en los últimos veinte años ha sido evitar la fragmentación de la compra -es decir, recurrir a distintas tiendas especializadas para la adquisición de diferentes productos- y ha preferido llenar el carrito en el mismo supermercado. Sin embargo, la crisis ha cambiado este escenario y “en los últimos cinco años la compra se ha fragmentado porque se quiere comprar mejor y ahorrar más”, añade el profesor de ESADE. La consecuencia de ello ha sido que “el producto fresco de las cadenas de supermercados ha perdido atractivo”, señala.

En este sentido, Blanco dice que Mercadona se ha dado cuenta de que tiene un margen de mejora en frescos y que todavía puede ser más eficiente en su cadena de suministros, aplicando su modelo de gestión propio, lo que supondría mejor calidad a un precio ajustado. El presidente lo dejó claro en la presentación de resultados de marzo cuando habló de “la apuesta por la mejora de los productos frescos, en la que tanto los proveedores como los múltiples acuerdos alcanzados con distintas cofradías de pescadores, agricultores y ganaderos están contribuyendo a abordar el importante recorrido de mejora que tenemos en este ámbito”.

Cara y cruz de los precios dinámicos

Entre las últimas estrategias dirigidas a la sección de frescos que más llama la atención por su novedad es la experiencia de fijación de precios dinámicos que está poniendo en marcha Mercadona en algunos de los supermercados cercanos a su sede en Valencia. La idea consiste en que los responsables de los departamentos de frescos de cada supermercado bajen los precios de los productos a lo largo del día, y con total independencia de lo que hagan otros locales de la cadena. Esta rebaja de los precios la pueden hacer cuando ellos consideren oportuno y de manera electrónica para que quede reflejado en la balanza donde, por ejemplo, se pesa la fruta. El objetivo es no tener que tirar productos al final de la jornada y reponer existencias cada día según el historial de ventas de años anteriores.

Costa destaca que la principal característica de la sección de frescos es que hay que descartar la mercancía que se estropea, de ahí que sea una categoría que tiene un margen relativamente apetitoso, pero que conlleva un riesgo porque “puede ocasionar grandes pérdidas si no se gestiona bien la frescura de los alimentos”. La estrategia de precios dinámicos, bien gestionada, permitiría a la cadena “vender el producto más barato, en lugar de tener que tirarlo, y así ganar más dinero”, destaca.

Además, Mercadona conseguiría generar más demanda. Según explica Costa los frescos son una categoría destino para el consumidor, es decir, “éste decide ir a un determinado supermercado según la categoría de frescos que tenga. Una Coca Cola es la misma la compre en [el grupo francés] Carrefour o Mercadona, pero un plátano puede ser diferente en un local u otro”. De ahí que el planteamiento de las cadenas de alimentación en los últimos cinco años sea: “aunque pueda perder dinero en esta categoría, con ella logro atraer consumidores y quizás es lo único que tengo para diferenciarme de la cadena de al lado”, señala.

A juicio de Costa, lo más difícil de la implantación de esta estrategia es la interpretación que hará el encargado del departamento de cuándo y cuánto tendrá que variar los precios. “Tendrá que pensar como un tendero y gestionar la sección como una microempresa, lo que incluye pensar en planes de contingencia, etc.”. Por ejemplo, el responsable del departamento puede considerar que para el consumidor que acude con frecuencia a su tienda es mejor poner los productos más baratos a primera hora del día, mientras que la dinámica en otro local cercano puede ser totalmente diferente.
Esto le lleva a pensar que las pruebas que se están haciendo en algunos supermercados de la cadena es, en realidad, una evaluación de la complejidad que supone implementar esta estrategia tal y como la han concebido en la cadena, y no tanto valorar la reacción del consumidor ante una fijación de precios dinámica. Respecto a esto último, Costa señala que existe la posibilidad de que la gente se sienta molesta si sabe que otros clientes, el mismo día, han pagado un precio menor por un mismo producto.

En su opinión, la reacción del consumidor depende de la información con que cuente a priori. “Si el cliente es consciente de que hay un tipo de producto, a cualquier hora del día, que puede comprar más barato si lo desea, la percepción negativa desaparece”. Otra cosa es cuando la variación de precios se hace dependiendo de las características del cliente, y no del producto. “Por ejemplo, que las chicas entren gratis en las discotecas y los chicos no. En estas ocasiones, aunque se informe a priori, el cliente [que no se beneficia de la variación de precios] siempre se queda con la impresión de que está siendo maltratado”.

Los expertos coinciden en señalar que una ventaja con la que cuenta Mercadona es que el consumidor de hoy en día está cada vez más acostumbrado a que le cambien los precios como consecuencia de las experiencias que ya ha tenido en sectores como el de los transportes, las telecomunicaciones o los espectáculos. Serra añade que estas experiencias han mostrado que para evitar que el cliente puede sentirse “engañado” es fundamental que “el producto mantenga los estándares de calidad que la compañía promete y que la experiencia de compra sea positiva para el consumidor”.

Por eso Costa advierte que Mercadona deberá prestar mucha atención a los detalles tácticos como es la posibilidad de que se mezclen productos con diferente nivel de frescura en el lineal o se comunique al cliente una impresión equivocada al hacer rebajas de precios demasiado grandes. “El consumidor podrá entender que le vayan bajando el precio de los productos a lo largo del día, pero no acabará de entender y gustar que una hora antes del cierre del local la caída de precio sea sustancial porque entonces puede interpretar que el producto estaba casi en mal estado, para tirar, y en ese momento es cuando se ofrece mucho más barato”.
Costa insiste en que el éxito de la estrategia de precios dinámicos que quiere implementar Mercadona dependerá enormemente de cómo respondan los gerentes. Esta complejidad a la hora de ponerlo en marcha será, por otro lado, una barrera para que la competencia trate de imitar el modelo. “Es necesario que el gerente de esa sección sepa acerca de la frescura del producto, además de poder cambiar los precios de forma automatizada, y eso no lo tiene toda la distribución española. Si alguien puede hacerlo, es Mercadona, famosa por la implicación y motivación de sus empleados, para otros sería más difícil”, comenta.

Suma de innovaciones

Blanco explica que la estrategia de precios dinámicos forma parte de una estrategia más amplia y global dentro del modelo de coinnovación de Mercadona, “en que la empresa junto con el cliente decide adaptar su oferta a las tendencias del consumidor”. Entre ellas él destaca la “estrategia delantal”, que consiste en que en determinados supermercados hay una sala de pruebas a la que los clientes son invitados para mostrar cómo utilizan los productos. “Por ejemplo, así se supo que mucha gente utilizaba el vinagre de vino para limpiar. Entonces se ideó crear un producto de limpieza elaborado con vinagre”, señala.

No se sabe a ciencia cierta si, al final, todos los consumidores del país podrán comprobar de primera mano la mayor o menor pericia de los gerentes de la sección de frescos para variar los precios de los alimentos. “Hasta lo que yo sé, esta política se encuentra en fase de experimentación”, dice Blanco, quien añade que “como es costumbre en Mercadona, estas pruebas se están llevando a cabo cerca de su sede central en Valencia y a partir de ahí se valorará su aplicación al resto del país”.
Hay otras iniciativas relacionadas con los productos frescos, como el pescado, que también se están testando para comprobar si se pueden trasladar a nivel nacional. En concreto Mercadona “se ha asociado con 40 cofradías de pescadores para desarrollar un proceso que permita servir pescado 3 veces al día en cada supermercado”, señala Costa. Según explica, es de sobra conocido que el pescado de la cadena se traía en un avión diario de Namibia porque era una cadena de suministro de bajo coste, pero puede que no fuera la opción más acertada de cara a la opinión pública española. “Para que se hable bien de mí [Mercadona] mucho mejor comprarlo en la costa Mediterránea”, dice. Y añade que ninguna otra empresa del sector en España sería capaz de montar una cadena de suministros de esta complejidad. Si el caso de Mercadona se analiza en todo el mundo, es por algo”.
La cadena “innova constantemente, y se equivoca”, destaca el profesor de ESADE en tono positivo. “Por ejemplo, vendían la fruta en bandejas de autoservicio y pasaron a venderla a granel con un empleado que te la servía. Se hizo este cambio, y ahora además se implanta la política de precios dinámica. Uno de sus meritos profesionales es ir implantando repetidamente nuevas innovaciones e ir sumándolas a otras”.

Quizás, por eso, Mercadona “crece en aperturas, en número de clientes, y lo que es más importante, en la fidelidad de los mismos”, concluye Serra.

Publicado el: 26/06/2013