La tienda de moda del futuro comienza a llegar a las calles
Las grandes cadenas textiles están acelerando la integración de sus negocios online y offline para mejorar su servicio y defenderse de la amenaza de nuevos jugadores como Amazon o Alibaba.
No obstante, la mezcla de canales -compra en tienda y entrega en casa, pedido online y recogida en tienda...- es ya casi una commodity en el sector, por lo que las empresas están afinando más sus estrategias. Y los caminos son dos: mejorar la experiencia en tienda y usar tecnología para optimizar las operaciones.
Los probadores inteligentes proponen combinaciones de prendas al cliente, lo que ayuda a elevar las ventas, además de dar información sobre qué gusta (se lleva al probador), pero no se vende; el pago sin pasar por caja es más rápido y fomenta la compra impulsiva; e instalar zonas de restauración puede ser una nueva fuente de ingresos, además de conseguir que el cliente pase más tiempo en la tienda, lo que aumenta las opciones de que compre.
Además, los cuentapersonas y la geolocalización ofrecen información sobre las áreas de la tienda con más tráfico de personas, las colecciones donde más se paran los clientes y cuánto tiempo permanecen en el establecimiento. "La analítica avanzada ofrece oportunidades para mejorar la cuantificación, precios, diseños y ofrecer comunicación personalizada", aseguró hace poco Karl-Johan Persson, CEO de H&M.
De hecho, la personalización será fundamental en el futuro y los retailers ya están utilizando beacons -dispositivos que se conectan por Bluetooth con los smartphones de los consumidores- para ofrecer descuentos personalizados de productos acordes a los gustos de cada cliente y aumentar el conocimiento de estos.
No obstante, no todo es tecnología, como recuerda Manuel Jiménez, director general de Supply & IT de Cortefiel: "Los vendedores siguen siendo la clave de la experiencia de compra en tienda y lo que debemos hacer es dotarles de herramientas para que lo hagan".
La tienda de moda del futuro comienza a llegar a las calles
La tecnología invade los establecimientos para mejorar la experiencia del cliente y optimizar las operaciones.
"Cuando pensamos en nuestros establecimientos, tenemos siempre presente la tecnología y nuestro modelo integrado de tiendas físicas y online". Pablo Isla, presidente de Inditex, cerraba hace apenas una semana con estas palabras una conferencia con analistas, aunque su reflexión bien podría extenderse al sector de la moda en su conjunto.No obstante, la mezcla de canales -compra en tienda y entrega en casa, pedido online y recogida en tienda...- es ya casi una commodity en el sector, por lo que las empresas están afinando más sus estrategias. Y los caminos son dos: mejorar la experiencia en tienda y usar tecnología para optimizar las operaciones.
La experiencia del cliente
"Trabajamos en la mejora de nuestros servicios, incorporando aquellas novedades tecnológicas que hacen que la experiencia del cliente sea óptima", dice Elena Carasso, directora de ecommerce de Mango. Y no son los únicos. Probadores inteligentes, pagos móviles sin pasar por caja, hilo musical a la carta o zonas de restauración pueden sonar a futuro, pero están llegando a las tiendas y no son banales.Los probadores inteligentes proponen combinaciones de prendas al cliente, lo que ayuda a elevar las ventas, además de dar información sobre qué gusta (se lleva al probador), pero no se vende; el pago sin pasar por caja es más rápido y fomenta la compra impulsiva; e instalar zonas de restauración puede ser una nueva fuente de ingresos, además de conseguir que el cliente pase más tiempo en la tienda, lo que aumenta las opciones de que compre.
Mejora de procesos
Y si lo que se ve resulta interesante, lo que pasa desapercibido a ojos del cliente lo es casi más. El sistema de radiofrecuencia RFID de Inditex, instalado en las etiquetas de sus productos, está revolucionando la forma de trabajar de sus enseñas, al conocer dónde está cada prenda desde que sale de sus centros logísticos hasta que pasan por caja, y ha optimizado los stocks, con el consiguiente ahorro de costes.Además, los cuentapersonas y la geolocalización ofrecen información sobre las áreas de la tienda con más tráfico de personas, las colecciones donde más se paran los clientes y cuánto tiempo permanecen en el establecimiento. "La analítica avanzada ofrece oportunidades para mejorar la cuantificación, precios, diseños y ofrecer comunicación personalizada", aseguró hace poco Karl-Johan Persson, CEO de H&M.
De hecho, la personalización será fundamental en el futuro y los retailers ya están utilizando beacons -dispositivos que se conectan por Bluetooth con los smartphones de los consumidores- para ofrecer descuentos personalizados de productos acordes a los gustos de cada cliente y aumentar el conocimiento de estos.
No obstante, no todo es tecnología, como recuerda Manuel Jiménez, director general de Supply & IT de Cortefiel: "Los vendedores siguen siendo la clave de la experiencia de compra en tienda y lo que debemos hacer es dotarles de herramientas para que lo hagan".